Parece que es el éxito de «La monja», un “spin off” de la factoría James Wan, ha revitalizado el caduco cine de posesiones católicas y conventos malditos. Prueba de ello, es la llegada a la cartelera de dos precuelas de clásicos del terror de los setenta como han sido «El exorcista: creyente» y “La primera profecía” aunque lejos del resultado de la de William Friedkin y Richard Donner.
Cierto es que existen ciertos paralelismos entre este “Inmaculate” y la segunda de las cintas antes mencionadas pero más que un Damian lo que tenemos aquí es un híbrido entre esos títulos referidos y “La semilla del diablo”, quizás la referencia más evidente aunque hay bastantes más: desde “Agnes de Dios” a “Hostel”, pasando por “Hellraiser, “Al interior” o “Martyrs” (dentro del nuevo extremismo francés) aunque con bastante menos terror y gore pues no hay que olvidar que es un producto para el lucimiento de Sydney Sweeney, convertida desde la serie “Euphoria” en un nuevo “sex symbol” y que aquí intenta un pequeño viraje en su carrera.
Ella es el motivo principal de la realización del largometraje, aunque le acompaña el cada vez más al alza en Hollywood actor español Álvaro Morte, y es posible que sin su presencia “Inmaculate” hubiese sido más brutal y descarnada. Prueba de ello, es su cruel prólogo con unas diabólicas hermanas con una capucha roja en la cara (que nos recuerda a “La máscara de la muerte roja” del Roger Corman libre adaptador de Edgar Allan Poe) que someten a un horrible castigo a una díscola novicia que quiere escapar. Sus apariciones son lo más aterrador (más tarde se dedican a infligir horribles torturas con corte de lengua incluido) pero, por desgracia, acaban perdiéndose en la trama. Y es una pena pues parecen un remedo de “Las Tres Madres” de “Suspiria” en versión religiosa.
Quizás lo más flojo del filme sea el guion de Andrew Lobel pues la dirección es bastante superior. En este caso, es mejor como se cuenta que lo que se cuenta. Su responsable Michael Mohan tiene una idea visual interesante y su puesta en escena es estimable y original dentro de los parámetros del cine de terror pero sin dejar de rendir homenajes a otras películas míticas. Un segundo trabajo que confirma las buenas sensaciones de su “opera prima”, la estimable “Los voyeurs” que también contaba con la presencia protagonista de Sydney Sweeney.
“Inmaculate” es puro cine de género que hará las delicias de los amantes del horror y que, a buen seguro, va a ganar adeptos en el futuro. Sus virtudes se encuentran por encima de sus defectos y su hora y media pasa en un suspiro aunque nos deje con ganas de más.
0 comentarios