La edición de 2024 del Rock D’ Aki se celebró, por fin, el 28 de diciembre de 2024 tras la cancelación por lluvia del día 12 de octubre del presente año que se sumaba a la del pasado por idéntico motivo donde apenas pudieron tocar las primeras bandas, sumado a la pandemia. Un festival con una idea interesante pues suma dos bandas de nivel junto a una pléyade de grupos locales, seleccionados mediante un concurso. Así se ha podido disfrutar en Puerto Real de músicos como Marky Ramone o Reincidentes.
Así que en la localidad gaditana se preparaba uno de los eventos más importantes y la ubicación no podía ser más idónea. Una carpa situada en pleno centro de Puerto Real, junto al mar y con el amplio aparcamiento del polideportivo casi anexo, lo que consiguió que todos los conciertos tuviesen gran respuesta por parte del numeroso público. El sonido fue bueno en líneas generales aunque nos llegó la protesta de alguna banda al no poder realizar una mínima prueba con anterioridad, lo que deslució su actuación al no poder escucharse por los monitores encima del amplio escenario preparado. Su petición queda así por escrito como mejora para años posteriores aunque, insistimos, que el festival es magnífico por localización, equipo, idea del proyecto y ajuste de tiempos pues comenzó a la hora estipulada y a la una menos cuarto había finalizado todo.
Y así a las dos de la tarde aparecía por la carpa del Paseo Marítimo Machine Learning, trío puertorrealeño conjuntados y con una actitud brutal, sobre todo por parte de su front woman. Parece mentira que jóvenes en edad escolar suenen así de bien. Y con un poderoso repertorio de versiones de Led Zeppelin, Black Sabbath, Extreme, Motorhead o David Bowie. Una forma excepcional de comenzar.
Lo malo de estos festivales tan largos y sin puesto de avituallamiento, la barra solo tenía bebidas, es que en algún momento te vas a perder alguna formación. Fuimos a comer al cercano restaurante argentino Entre Fuegos (más que recomendable) por lo embarcados en matambres a la pizza, pizzas imposibles y milanesas no pudimos ver ni a LaKalambre (que nos explicaron parte del público que animaron bastante) y el indie pop de San Remo, a los que hemos visto con anterioridad tanto en salas de su localidad natal El Puerto de Santa María o, incluso, en el No Sin Música del 2018. Les pedimos disculpas y esperamos remediarlo pronto, asistiendo a sus próximos conciertos.
Llegamos a disfrutar de Senki, recomendados por un pilar entre los redactores de esta revista como es David Galeote quien ha escrito sobre ellos en alguna ocasión. No se equivocaba. Rock alternativo, que en más de un momento nos sonaban a los mismísimos Pearl Jam. Melódicos y agradables de escuchar. Estupenda actuación de temas propios, procedentes de su EP donde destacamos “Mantícora” o “Te irá bien”. Un trío, el de Cádiz, con el que repetiremos seguro en el futuro.
Tras ellos Bajos Fondos, nuevo trío desde Puerto Real donde destacaba su guitarrista zurdo con Fender firmada quien hizo doblete con posterioridad con Brutallica. Rock en español, con deje urbano al estilo de La Fuga o Marea, con multitud de temas propios (que buscaré para escuchar con más detenimiento) y una versión del “Hablar, hablar, hablar…” de Los Zigarros.
Y tras ellos, una de las formaciones que más interés generaba como es Súcube, de los que escribimos sobre su concierto en El Cobijo en abril. Liderados por Mayte Sánchez, acompañada por Jorge Calero, Ramón Pavón y Eduardo Muñoz. Cada vez más asentados apuestan por sus propias composiciones, de las que pudimos escuchar “Antorchas”, “Carroñero” y “En el precipicio”, junto a las versiones del “Cryin’” de Aerosmith y “I want out” de Helloween. Nos quedamos con las ganas de la presentación de su último tema «Resistir». En otra cercana ocasión pues este cuarteto puertorrealeño de metal alternativo, con toques de progresivo, nos resulta más que recomendable.
Tras ellos, un trío de grunge como Rosemary and the Fuckin’ Crazies y sonido a lo Nirvana (de hecho, tocaron una versión del “Lithium” de los de Kurt Cobain). Siguen el trayecto marcado por Freedom in jails de temática y origen similar. Presentaban su álbum “Tiny demons” que defendieron a la perfección.
Brutallica es un homenaje a Metallica en forma de septeto, con tres guitarras, dos bajos, batería y voz con miembros destacados de la escena musical gaditana como José Villanueva o Pablo Casas. Su tributo a los de Bay Arena gustó a los presentes que animaron con las inmortales melodías de los reyes del “thrash” californiano.
Y tras ellos, uno de los reclamos importantes como es Bourbon, el trío de Sanlúcar que está presentando su nuevo LP de nombre homónimo. Un trabajo donde unen su rock setentero, psicodelia y toques de rock andaluz. Una joya la de los de los hermanos Guerrero y Juanma al omnipresente bajo con cortes inolvidables como “Olvidarnos de tí” o la preciosa “Eco” que se unen a éxitos pasados como “Escrito en la pared” o “Devastación” de su antológico segundo álbum o “Johnny ha vuelto al barrio” de su “opera prima”. Nos alegramos de su regreso pues son de lo mejor que hay en su estilo en toda España.
Y el “cabeza de cartel” era Saurom en el concierto de fin de gira de “El pájaro fantasma”, disco que les ha llevado por diecisiete países en más de un año desde su presentación. Ahora les toca descansar para preparar su próximo “El principito” que presentan en el Wizink Center de Madrid.
Concierte este de Puerto Real importante, no solo por ser el último de un disco que les ha encumbrado al olimpo del folk metal sino por tocar en “casa”. Solventes como pocos los Migue, Narci, Jose, Raúl, Santi y Antonio que en su hora y media desgranaron parte de su larga trayectoria de más de veinte años. Comenzaron con “El pájaro fantasma” y de ese disco sonaron también “No seré yo”, “Mejor sin ti”, su versión de “La llorona” y las divertidísimas “Salta” o “Fuego” junto con otros recientes éxitos como “Amanecer”, “la hija de las estrellas”, una debilidad para el abajo firmante como “Músico de calle”, “El queso rodante”, “La leyenda de Gambrinus”, “El Lazarillo de Tormes” o las finales “El círculo juglar” y “Noche de Halloween” junto a “hits” de su primera época como “El carnaval del diablo” y el fin de fiesta con “La taberna”.
No tengo claro cuantas veces he podido ver en vivo a Saurom en todo tipo de recintos: festivales, salas pequeñas, colegios… pero lo que sí tengo claro son dos cosas: son un seguro en directo como diversión y espectáculo (en Puerto Real apareció el Diablo con una antorcha y la pirotecnia fue presente en algunos cortes) y no tardaré en volver a asistir a otro concierto suyo.
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