Hacía tiempo, tengo que reconocerlo, que no esperaba la salida de un disco con tanta expectación como este The Revenge of Alice Cooper. He sido flan absoluto del señor Furnier desde que en mi más tierna infancia nos arrolló con Poison. Por generación tanto lo que hizo en esos años me fascina y ha dejado una huella indeleble en mi formación musical pues fueron una parte importante de la banda sonora de mi adolescencia. Sin embargo, curioso como he sido de desde entonces, no tardé en descubrir su primera etapa hasta mediados de los 70 cuando Alice Cooper era el nombre de una banda y él todavía estaba gestando su personaje. Aquello era otro rollo, otro sonido, cercano al que me había conducido hasta allí pero muy diferente. Quedé fascinado al instante. Pero ese momento musical se había perdido en los círculos del tiempo, como lágrimas en la lluvia que decía aquel, quedando encapsulado, por suerte para nosotros, en una serie de grabaciones que forman un legado de gran valor en el esquema general del rock de la época y, por ende, de todos los tiempos.
Y de repente, un día cualquiera, las redes sociales del hombre de la constrictor se llenaron de adelantos de uno de los sueños húmedos de sus flanes durante el último medio siglo, tomen nota de lo rápido y fácil que se dice pero el chorreón de años que son. Alice Cooper volvía como Alice Cooper Band acompañado de los miembros supervivientes de aquella época y rindiendo tributo al fallecido Glen Buxton incluyendo un tema suyo en la grabación utilizando las guitarras que dejó registradas en una maqueta. Que no sé cómo lo habéis llevado los demás, cada palo que aguante su vela, pero yo apunté la fecha de salida en el calendario y contaba los días que quedaban para poder escucharlo entero, he devorado los temas de adelanto y los he escuchado compulsivamente, en bucle. Quizá fuesen también mis circunstancias personales, ¿quién lo duda?, las que me empujasen a tomármelo de esta manera. El caso es que cuando por fin pude escucharlo entero supe de inmediato que tenía que escribir sobre él.
Todos somos conscientes que vivimos una época en la que la industria del entretenimiento explota la nostalgia hasta límites vergonzantes y casi impúdicos para conseguir su doble finalidad, mantenernos amamonados en nuestras burbujas y hacer que los euros que tanto nos cuesta ganar pasen a engrosar sus cuentas corrientes. Es un secreto a voces y quizá sea lo que está detrás de este movimiento de Alice Cooper que, a pesar de haber continuado sacando unos discos más que dignos y hacer unos buenos espectáculos en directo, parecía estar quedando relegado a un plano bastante secundario en el pequeño universo del rock y el metal. Un papel que, sinceramente, no creo que le haga justicia. Es probable que esto pretenda ser un golpe en la mesa para reconquistar la relevancia debida, no digo que no, pero escuchando el resultado está envuelto en un aura de honestidad, de autenticidad, que es exactamente lo que yo quería y necesitaba escuchar de de este disco. Sabemos que durante los últimos años se han tendido puentes entre los músicos, han colaborado en ocasiones y que Dennis Dunaway ha hecho gala de su amistad con el cantante.

Han pasado cincuenta y dos años de Muscle of love, último álbum en el que trabajaron juntos, tiempo de sobra para reestablecer los puentes y que las tensiones de la época se diluyan. Ahora estos cuatro amigos se reencuentran para hacer música con el gusto de tocar juntos, de compartir un vínculo emocional a través de sus canciones que trasciende las letras, las notas o los ritmos; con el saber y el buen hacer que vidas enteras dedicadas al rock proporcionan a veteranos que ya en su juventud destacaron por su excelencia; a grabar un disco más clásico que el arroz con leche, y que es lección de madurez, elegancia, gusto, autenticidad y ese algo tan ubicuo e indefinible como es el feeling del que parece que ya nadie se acuerda al hablar de música, me temo que porque en muchas ocasiones ha dejado de estar presente.
No esperes que vayan a inventar nada en este disco, no creo que nadie lo quisiera en realidad, espera más de lo mismo pero con la serenidad que otorga la experiencia. Es un disco de unos amigos que disfrutan tocando juntos, que se gustan a sí mismos mientras lo hacen, un disco disfrutón, con un toque hipnótico que recuerda ese aura de hippismo siniestro que los caracterizaba en los 70, incluso Alice Cooper saca a relucir su armónica en algunos pasajes. Un disco de rock garagero con los pies hundidos en el blues. Un disco donde cada instrumento brilla sin eclipsar a los demás, un trabajo de equipo ejecutado con un gusto proverbial por el equilibrio. Y por supuesto esas líneas de bajo de Dennis Dunaway que siguen valiendo un millón de pavos cada una, ¡Dio que estilazo ha tenido siempre este hombre tocando! Por supuesto que lo estoy escuchando una vez más, no sé cuántas llevo ya, mientras escribo estas líneas, What happened to you, un tema rockero con un regusto al viejo Under my wheels que cualquier flan de la banda disfrutará. Escucho, canto, bailo y de tanto en tanto escribo estas líneas.
El disco comienza con un tema mesmerizante en el que las serpientes vuelven a tener el protagonismo, en este caso la mamba negra, so beautiful to look at, but also dangerous to touch. El tema se construye sobre una línea de bajo colosal y una melodía recurrente que llevan el desarrollo de la nana terrorífica que canta la mamba a su víctima. Alice Cooper es un maestro de la interpretación y aquí llega a causar inquietud. Este tema fue el primer adelanto del disco. Todo un acierto, es imposible no quedar atado a esa machacona melodía principal. Continuaron los adelantos como el disco con Wild Ones un rock de carretera, quizá el que tiene el pulso más acelerado, macarra y divertido. Un tema pensado para hacer bailar a la gente en los conciertos que funciona a la perfección. Sigue con Up all night, que fue el último tema de adelanto, y que juega con un ritmo arrastrado para desembocar en un estribillo coreable que creo que se podrían haber parado a darle una vuelta y sacar algo más fino. El disco no es perfecto, a fin de cuentas. De todas formas tampoco estropea el conjunto. Menos aún cuando tal como termina el tema y te cae encima Kill the Flies donde retoman la vena inquietante y nuevamente Alice te demuestra porque es el amo del shock rock. Con One night stand bajan la intensidad y despachan otro temazo de esos que se te queda la oreja pegada al bajo del señor Dunaway.
Llegados a este punto os voy a decir la verdad, he leído varias opiniones que defienden que Blood on the Sun es un temazo, pero a mí me parece un plomazo. Es una balada de intención épica y coreable, que luego entra en una parte más movida y se pierde en unos desarrollos instrumentales que sí están muy chulos, para volver a ese estribillo tan horrible y pretencioso. No puedo con la canción, la verdad, a pesar de sus muchos méritos, ese estribillo me mata. Crap That Gets in the Way of Your Dream, Famous Face y Money Screams, siguen la tendencia de temas garageros, clásicos, mirando al blues de factura excelente. What a Syd deja de lado el rock duro con un enfoque te recordará al Minnie the Moucher que cantaba Cab Calloway con los Blues Brothers. A mi me flipan ambos, no puedo evitarlo. Agüita con la guitarra del final, vaya gustazo. Tras este respiro vienen otros tres temas rockeros muy chulos, Intergalactic Vagabond Blues, el mencionado What happened to you y I Ain´t done wrong que te mantendrán en movimiento y disfrutando a tope.
El disco se cierra con otro tema de corte baladoso pero más acertado, para mi gusto, y sobre todo muy a propósito para el lugar que ocupa en el conjunto. Un tema de despedida, See You on the Other Side. El tono crepuscular es muy apropiado no solo como ultimo acto de esta obra si no también del momento vital de la banda, todos muy por encima de los 70 años. Acabamos de enterrar a Ozzy, todavía está todo el mundo hablando de ello, y está sobre la mesa que esta generación de viejos rockeros esta abocada a la desaparición más o menos inmediata, ellos también son conscientes de ello lo cual dota a esta canción de un deje especial. Esperemos que al bueno de Alice y sus compañeros todavía le queden tiempo y ganas para hacer algún disco más como este porque es una gozada. Espero que a ti también te guste.




















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