El Festival Rock D’ Aki es un clásico en el final de la temporada estival e inicio del otoño en la provincia de Cádiz, pues ¡nada menos! que 22 ediciones le contemplan, reconociendo el enorme salto de calidad en las últimas ediciones con bandas del calibre de Reincididentes o el pasado año Marky Ramone, sumado a un sin fin de bandas locales de todo tipo. El de este 2019 se celebró en el Paseo Marítimo de Puerto Real, localidad que lleva apostando por este evento desde el inicio. Una organización esmerada, con un acceso lo suficientemente cómodo para no ofrecer problemas en ningún momento, un food truck para poder comer y barras suficientes para no tener que esperar para pedir las consumiciones, con el añadido de ofrecer vasos de plástico duro para no generar desperdicios y que sirven de recuerdo al terminar los conciertos, que comenzaban a las cuatro de la tarde, hora a la que nos fue imposible llegar, de hecho no pudimos aparecer por el recinto hasta poco antes de las siete, por lo que pedimos disculpas a Los Crowsley, Bajos Fondos, Arritmia y The Southern Soul Band por no poder seguir sus evoluciones, y más tenindo en cuenta que a los últimos los hemos visto un par de veces y es un gran combo de ocho músicos y dos cantantes haciendo versiones clásicas del soul.
Los primeros que pudimos observar en el coqueto escenario descubierto fue al cuarteto puertorealeño Freedom In Jails, del que nos habían hablado bien. Llegaban con su EP «Nice» bajo el brazo y su rock de clara influencia de los noventa funciona a la perfección, recordando a los mismísimos Alice In Chains. Guitarras poderosas, adecuada base rítmica y una voz descarnada tan propia del movimiento «grunge». Les seguiremos la pista en el futuro pues son una banda interesante.
Los siguientes en aparecer eran Conciencia de Grillo, cuarteto más veterano con numerosos premios, varios discos y un montón de premios desde 2011 cuando se formaron, practican un rock urbano que nos recuerda a bandas del tipo Extremoduro o Marea, con estribillos coreables, sonando divertidos y haciendo disfrutar a los seguidores de estos estilos musicales con temas como «Deshonra de mi madre». Otra propuesta al alza.
Nada menos que desde Londres llegaban The Grudge para aportar el primer toque metalero a la noche que había terminado de caer. Los británicos comenzaron con temas de corte «stoner» pero pronto pasaron a ofrecer un heavy que recordaba a Pantera o Black Label Society. Hicieron disfrutar, sonaron contundentes y ademas, el guitarra fue profeta en su tierra, pues nos comentaron que es de Puerto Real.
Y con «puntualidad suiza», llegaban Reincidentes, banda que sonó hasta la extenuación en nuestra última adolescencia y primera juventud en los lejanos primeros noventa pero a los que dejamos de escuchar a partir del «Te lo dije» (1997), por lo que la lágrima de la nostalgia brotaba en nuestros ojos cada vez que tocaban una canción antigua, recordando unos tiempos, tal vez, no mejores pero sí más fáciles. Su mezcla de punk y hard rock sigue funcionando en vivo, sumado a esas letras comprometidas hablando de todos los temas propios de su ideología. La primera parte se compusó de cortes de su etapa actual, con su último trabajo «Vergüenza» a la cabeza y canciones como «Terrorismo» o «Dentro de ti», con alguna concesión al pasado con «Grana y oro» o «Dos colegas», pero su hora y media de duración llegó al punto álgido a partir de «Vicio», presentada con ironía como algo del próximo disco y que nunca han tocado, seguido de «Jartos d’ aguantar», «Nazis nunca más» o la versión con letra cambiada (¡mucho ha pasado desde el 92!) de «Cucaracha Blanca» para finalizar con su versión del «Himno de Andalucía».
Y tras la «saudade» del pasado, de lo que se perdió y nunca se volverá a tener, una de las mejores bandas que se pueden ver en la actualidad como es The Electric Alley que siguen inmersos en la gira de su tercer Lp «Turning Wheels». Una hora de deleite absoluto con un Jaime Moreno demostrando ser una de las mejores voces del hard rock en España, Nando Perfumo un virtuoso en las seis cuerdas y Sergio Reyes y Rafa Benítez convertidos en la adecuada base rítmica. Además para este concierto contaron con teclado en directo. Los de Cádiz siguen siendo un seguro con composiciones tan magníficas como el «You give me something» con el que empezaron, la magistral «Last letter», «Keep the beat on the highway» o el primigenio «In flames» con el que finalizaron. Lo dicho. un seguro.
Y tras los gaditanos, les tocaba el turno al heavy en español de Guadaña. Los de San Fernando siguen ofreciendo diversión con su metal clásico, centrado en las figuras de sus vocalistas Salva y Glory, acompañados de Pablo, Juanlu y Juanma. Centrados en la gira de su último «Karma» se gustaron con una puesta en escena con banderas, martillos de Thor o tocando con máscaras de animales y temas como «Nuestra revolución», «Némesis» o «Dios del trueno» y que nos sirvió de colofón, pues el cansancio se hizo presente en nuestros resentidos cuerpos. Felicidades a la organización por un evento tan confortable y su apuesta por el maltratado rock, que en esta ocasión presentó una afluencia de gente no vista en los conciertos en sala. La gratuidad del evento mucho tendrá que ver. Confiemos que a partir de ahora, también decidan seguir en esta línea yendo a más directos (aunque haya que pagar una mínima entrada).
No se habla de otras bandas que también actuaron.
Es cierto. No las pude ver, por eso les pido disculpas en el artículo.
Hola buenos dias, como me puedo poner en contacto con usted?
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