Primero, ¿qué diantres significa Aghori Mhori Mei? ¿Es sánscrito? ¿Es una lengua inventada por Bily Corgan? Me da por pensar que estamos ante otro enigmático juego sin sentido del amigo Corgan. Así parece ir su carrera desde que refundó sus The Smashing Pumpkins con “Zeitgeist” (2007). Unos erráticos Smashing Pumpkins que van de un lado a otro, oscilando como un péndulo entre el rock, los sintetizadores, la pomposidad y la locura propios de un timonel incapaz de contener su hemorragia creativa.
Aghori Mhori Mei supone el retorno al sonido de los primeros años 90 de The Smashing Pumpkins. Las canciones de Aghori Mhori Mei podrían estar incluidas perfectamente entre los surcos de Siamese Dream (1993) o Mellon Collie and the Infinite sadness (1995). Ya en este Mad Cool de 2024 pude comprobar el excelente estado de forma de The Smashing Pumpkins y su renovada predilección por las guitarras afiladas y la distorsión en directo. Parece que Billy Corgan, James Iha y Jimmy Chamberlin se han dejado poseer por el espíritu de sus primeros años. Lamentablemente, la fruta madura no reverdece y estas canciones no tienen la pegada ni el impacto de sus clásicos de los 90. Han recuperado el sonido más crudo y descarnado de The Smashing Pumpkins pero la inspiración no es la misma. Aghori Mhori Mei adolece de repetitivo y de falta de ideas. Hay buenos temas, claro que sí, y disfrutables, también, aunque creo no que deje ningún poso en sus seguidores ni pasará nada si dentro de un par de giras dejan de tocarlos en vivo.
“Edin” es el típico cañonazo trash con los que The Smashing Pumpkins suelen arrancar sus discos. Lo mejor del LP. Sin embargo, “Sighommi”, “999” o “War dreams of itself” parecen extraídos de Siamese Dream, lo cual no es necesariamente bueno, lo mismo le ocurre a buena parte del disco. Por otro lado, “Pentecost”, “Murnau” y “Goeth the fall” son cortes que parecen descartes de ATUM (2023). Billy Corgan sigue pisando el acelerador y sacando discos sin meditar si realmente todas las canciones que publica valen la pena. Quizás necesite dinero para financiar su liga de lucha libre, vete tú a saber. Lo dicho, no parece haber un rumbo claro en The Smashing Pumpkins.
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