Casi 10 años después nos llega la precuela de Mad Max: Fury Road, la mejore película de acción de lo que llevamos de siglo. George Miller sigue siendo un maestro en las escenas de acción, suya es la franquicia de Mad Max. A sus 80 años sigue en plena forma aunque esta precuela se queda lejos de Fury road.
Primeramente, no nos pilla por sorpresa. Tanto las estética como los personajes ya nos los conocemos. Perdido el factor sorpresa, Miller nos ofrece un film mucho más narrativo que el anterior. En Fury road apenas había diálogos y el guión casi se atenía a las tres unidades que ya fijaron los griegos hace 3.000 años: acción, tiempo y lugar. Pero Furiosa no es la montaña rusa de Fury road, es otra cosa, es una odisea. Miller pretende contarnos el origen del personaje y debe tirar de flashback, elipsis y saltos temporales que hacen que el ritmo se resienta. Incluso divide la película en capítulos, algo que me sorprendió mucho. Siendo un film notable, el ritmo es muy desigual. Le cuesta arrancar y el final resulta anticlimático. Sus 150 minutos se hacen excesivos. Miller ha arriesgado, bravo por él, y no repite el esquema de Fury road pero la apuesta no le ha salido tan redonda. Tiene escenas muy espectaculares propias de su director pero no es un no parar como la anterior. Se podría asimilar al caso de Kill Bill de Tarantino: el primer volumen era todo acción y en el segundo se explicaba la trama.
El personaje de Furiosa interpretado Charlize Theron se ha convertido ya en icono del cine de acción y un ejemplo de heroína del cine moderno. La Furiosa de Anya Tayor-Joy creo que no va a resultar igual de impactante. El error de esta precuela es que nos da respuestas que nadie necesitaba. A nadie le interesaba saber el origen de iconos como Furiosa o Darth Vader. Cuanto menos sepamos de su pasado, mejor. Explicar sus orígenes les resta misterio y limita nuestra imaginación. No me interesa saber el origen de sus cicatrices, sobre todo cuando, en ambos casos, resultó decepcionante.
Todo el apartado técnico es deslumbrante y recomiendo verla en una sala de cine. Esos motores siguen rugiendo de manera brutal y harán que os tiemblen las vísceras gracias a los modernos sistemas de sonido. Una pena que se les haya ido la mano con el CGI y que éste se note demasiado, lo dela ciudad del principio queda incluso chapucero. Respecto a la música, no me gustó, Junkie XL va en piloto automático. Respecto al reparto, creo que están todos correctos, sin más. Anya Taylor-Joy me resultó un poco distante mientras Chris Hemsworth cumple en un personaje que parece escrito para Jason Momoa. Un puntazo lo de la prótesis en la nariz para que no resulte tan guapo, qué cabrón. No es un mal señor de la guerra aunque se queda a años luz de Immortan Joe. Frente al régimen feudal de Immortan Joe (basado en la religión unida al control del agua, la gasolina y las balas), Dementus es un líder anárquico, demasiado parlanchín y totalmente imprevisible aunque más inteligente de lo que parece a primera vista. Por cierto, Elsa Pataky aparece en un doble papel, apenas habla con lo que está perfecta.
La puntilla final. En los títulos de crédito finales ponen imágenes de Fury road como para hermanar ambas cintas todavía más y en la comparación Furiosa resulta muy mal parada. Furiosa: Decepción en la carretera creo que hubiera sido un nombre más adecuado para esta precuela.
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