Tras la apariencia de otra comedia romántica española se esconde una película mucho más interesante de lo que parece. Loco por ella empieza como una alocada comedia, cierto, pero pronto se adentra en el mundo de las enfermedades mentales y deja de buscar la risa a toda costa. No llega nunca a ser un drama (esto no es Alguien voló sobre el nido del cuco) pero que sí consigue cierta visibilidad hacia estas enfermedades que la sociedad suele obviar. Bajo esa manida estructura de chico encuentra chica el guión consigue momentos de verdadera emoción. No creo que Loco por ella se ría de las personas con enfermedades mentales, todo lo contrario, creo que es positivo que se muestren en pantalla sus problemas. Ya basta de mirar hacia otro lado. Puede que resulten inicialmente graciosos para los profanos pero los problemas mentales no son cosa de risa. No olvidemos que la palabra loco se usa casi siempre con connotaciones negativas y que se estima que un 30% de la población tendrá algún tipo de enfermad mental en su vida. Y el porcentaje probablemente se quede corto con la pandemia. Así pues, el protagonista de Loco por ella pasa del desconocimiento a la comprensión siguiendo una evolución similar a la que entiendo que quiere llevarnos el guión. Se me ocurren ejemplos de otras comedias como Toc Toc o Fe de etarras en los que bajo la apariencia de comedia se trataban temas muy serios.
El director Dani de la Orden no es santo de mi devoción, sus comedias no me seducen demasiado pero en Loco por ella parece asomar un director con aspiraciones. Así pues, Loco por ella no es un film perfecto, ni mucho menos. Hay situaciones forzadas que no te creerías ni hasta las cejas de diazepan y algunas escenas no acaban de funcionar. Tampoco resulta satisfactorio el escaso metraje que se dedica a algunos personajes que pedían a gritos un desarrollo mayor ni que a algún personaje se le pase momentáneamente la enfermedad. Yo diría que ciertos personajes han sido recortados en la sala de montaje y a otros se les ha ampliado el metraje con frases ocurrentes para hacer más divertida película. Así pues, Loco por ella navega entre dos aguas sin llegar a decidirse nunca por el rumbo a tomar, por lo que esa indeterminación juega un poco en su contra. Sin embargo, el buen hacer de los actores consigue que el film llegue a puerto aunque sea haciendo aguas. La pareja formada por Álvaro Cervantes y Susana Abaitua (Patria) resulta creíble. Por su parte, Luis Zahera aporta su buen hacer a un personaje que pivota entre la comedia y la ternura.
Lo dicho, Loco por ella no es un film perfecto pero sí consigue hacernos pasar un buen rato y hacernos reflexionar.
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