En los ochenta, los Hermanos Taviani sorprendían con “Good morning, Babilonia” sobre dos jóvenes que emigraban a América en busca de fortuna tras la quiebra de la cantera familiar y acababan en Hollywood construyendo decorados en el “Intolerancia” de Griffith. Carlo Lizzani, una década después, también nos narraba en “Celuloide”, otro rodaje complicado como fue el de “Roma, ciudad abierta” de Rossellini. Pero no sólo en Italia se ha narrado las visicitudes de una producción difícil pues David Fincher en el 2020 contaba las interioridades de “Ciudadano Kane” de Welles en «Mank» o en televisión, unos años antes, Ryan Murphy trasladaba a imágenes la lucha entre divas en «Feud: Bette y Joan». Cine dentro del cine que atrae a otros cineastas para narrarnos la ardua tarea que es conseguir terminar una película. Más si es una obra maestra.
“La oferta” es una miniserie que ahonda en esa temática. En esta ocasión sobre otro título indiscutible como es “El padrino”. Otra empresa difícil, con productores intentando abaratar costes o imponer actores, egos desmedidos y la mismísima mafia entrando en la producción. Un material jugoso que se basa en el libro de su productor Albert S. Ruddy, un tipo que no levantó demasiadas cintas pero que puede presumir de haber ganado dos Oscars a mejor largometraje, con esta y con “Million Dollar Baby”. Un guion que ante la falta de sorpresa, pues todos sabemos que se pudo estrenar y que desde entonces fue un éxito de público y crítica nos presenta una época perfectamente ambientada y unos personajes reales bastante bien caracterizados. Por la pantalla desfilan nombres fundamentales del séptimo arte como Albert Ruddy, Robert Evans, Francis Ford Coppola, Marlon Brando o Al Pacino, con otras figuras del mundo “gangsteril” o de los negocios, con un ritmo ágil que hace que los diez episodios se vean con agrado y sirvan como disfrute a cinéfilos y no cinéfilos.
Su creador Michael Tolkin ha creado un decente producto para Paramount y su canal televisivo SkyShowTime. Quizás se exige un tanto menos de autocomplacencia pero la productora es la misma que la de “El padrino”, por lo que es lógico que nadie salga demasiado mal parado entre los componentes de la compañía. Además la puesta en escena es la adecuada, con una ambientación portentosa que nos conduce a la década de los setenta de forma admirable y a los entresijos de una producción que fue complicada llevar a cabo, más si lo comparamos con el otro éxito de Paramount en esos años como fue “Love Story”.
Una puesta en escena interesante donde el peso de casi la mitad de la serie lo lleva Dexter Fletcher, editor (y el que finalizó la película) de “Bohemian Rhapsody” y responsable de “Rocket Man”. Dos “biopics” que le habían permitido caracterizar actores como personajes reales con bastante buen tino. En este caso los que destacan son el Albert Ruddy de un convincente Miles Teller y un gran Mathew Goode como Robert Evans. Ellos elevan la figura del productor como algo más que un “conseguidor” o un tipo sin escrúpulos que boicotea lo artístico en pos de lo comercial. Para ello, ya están los alivios cómicos de los “jefes” de la Gulf Western, un portentoso Burn Gorman como el divertido y casi psicópata Charles Bludhorn y Colin Hanks como su secuaz Barry Lapidus. Entre los secundarios hay un poco de todo, bien el mafioso de Giovanni Ribisi o la asistente de Juno Temple, simpático Jake Cannavale como miembro de la Liga Italiana y menos destacado Dan Fogler como Francis Ford Coppola o Nora Arnezeder como Francoise Glazer, primera mujer de Ruddy que acabó de segunda de Osho en la secta de los rajneesh, como bien contaba el increíble documental «Wild wild country».
Un buen ejercicio de nostalgia que no llega, ni de lejos, a la profundidad y resultado de “El padrino” aunque su ritmo sea el correcto y técnicamente no este mal pero, de momento ni Tolkin ni Fletcher son Coppola, Salvatore Tonino no es Gordon Willis y la banda sonora de Isabella Summers (de lo más fallido de la miniserie) llega a lo ofrecido por Carmine Coppola.
Pues a mi me ha parecido una obra maestra esta serie. Absolutamente demencial e imprescindible.
Saludos
Muchas gracias por la lectura de la reseña y el comentario. Sin gustarme tanto reconozco que es alta televisión lo ofrecido por «The offer».