“Sueños de trenes” es una de las sorpresas del cine independiente de la presente temporada. Un film modesto pero de grandes pretensiones basado en un relato corto y que el gigante Netflix ha a su catálogo.

Su responsable es Cliff Bentley, un casi debutante director y guionista cuyo mayor éxito llegó el pasado 2024 con el “libreto” de “Las vidas de Sing Sing”, con el que consiguió una nominación al Oscar junto a Greg Kwedar que además dirigía la película. En esta intercambian papeles y aunque los dos escriben es Bentley el responsable tras las cámaras.
Un “western” crepuscular, alrededor de 1900 donde se nos cuenta la sencilla historia de un leñador desde su infancia hasta su muerte a principios de los sesenta. Un drama sobre los avatares de la vida, las tragedias que marcan y el inexorable paso del tiempo de una persona que vive casi como un ermitaño en su pequeña cabaña en el bosque ajeno a la modernidad. Algo así como el Jeremiah Johnson en el largometraje de Sydney Pollack, con la que guarda algunos paralelismos.
Aunque la principal influencia la encontramos en el cine de Terrence Malick pues Cliff Bentley se apoya en el lirismo y en un trasfondo poético, cimentado por la potencia de sus imágenes (excelente la fotografía de Adolpho Veloso). Una trama sobre las peripecias de un hombre corriente, lastrado por un accidente que le provoca una enorme desolación en su madurez. Un hecho traumático que se convierte en un magnífico, y sentido, tratado sobre la pérdida, el dolor y el vacío.
Un estupendo guion que no cuenta nada excepcional pero que genera empatía y sentimientos en el espectador, como en el sueño de Cesare Zavattini (guionista de Vittorio De Sica) sobre narrar la existencia de personas normales como los oficinistas. Además apoyado en una gran puesta en escena donde si uno consigue entrar en el ritmo que se nos propone es de una enorme delicadeza y emoción.
En el reparto destaca un Joel Edgerton que compone una maravilloso papel. Complicado de interpretar y que pueda pasar desapercibido en la temporada de premios eclipsado por otros roles más galardonables basados en famosos, personajes extremos o envuelto en capas de maquillaje. En este caso, todo se basa en los gestos, los movimientos y la expresión que refleja la psicología de este hombre con el paso de los años.
Como secundarios podemos encontrar a unos convincentes Felicity Jones o William H. Macy. Entre todos consiguen que “Sueños de trenes” se convierta en un notable filme que confirma a Wes Bentley como un nombre a seguir en el futuro.




















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