El pasado 16 de enero fallecía a los setenta y ochos años de edad el director de cine David Lynch. Nombre capital del cine estadounidense contemporáneo, su huella ha marcado a multitud de espectadores y profesionales del “séptimo arte” (como demostró Steven Spielberg con su homenaje en vida encarnando a John Ford en la excepcional última secuencia de «Los Fabelman»).
Como todos los grandes autores sus películas y series han sido alabadas y denostadas por partes iguales pero su imaginación onírica y su talento visual son inalcanzables para la mayoría de cineastas. En este homenaje vamos a intentar sintetizar sus diez trabajos más importantes, dejando a un lado sus antológicos anuncios, cortometrajes o videoclips. Un resumen breve que mi compañero Luis Cifer ampliará con una reseña de sus largometrajes.
CABEZA BORRADORA (1977)
Filme en blanco y negro, rodado en su mayor parte en solo escenario y donde ya se puede intuir esa mezcla onírica y surrealista que marcará su futura trayectoria.
EL HOMBRE ELEFANTE (1980)
Más blanco y negro en lo que se convirtió en su confirmación con su primera nominación al Oscar como director (y película) entre otros muchos premios. Cinta de época atípica y genial.
DUNE (1984)
Basado en el libro de Frank Herbert, Lynch crea una obra amada y odiada a partes iguales. Un relato de ciencia ficción con una puesta en escena completamente diferente a la de sagas como “La guerra de las galaxias” o “Star Trek”.
TERCIOPELO AZUL (1986)
Segunda nominación al Oscar y título clave en su filmografía pues derivaría en todo su extraño universo “neo noir” que explotaría en el futuro. Magnífica Isabella Rossellini y primera colaboración con su músico de cabecera Angelo Badalamenti.
CORAZÓN SALVAJE (1990)
Una “road movie” distinto, con el crimen como telón de fondo, con una irresistible pareja protagonista como Nicolas Cage y Laura Dern, junto a una pléyade de magníficos secundarios. En lo personal fue la primera vez que pude ver una película de David Lynch de estreno. Desde entonces no fallé en cada nueva propuesta.
TWIN PEAKS (1990)
Creada, junto a Mark Frost, se convirtió en una serie que revolucionó la televisión. Curiosamente, Lynch sólo dirigió el episodio piloto. Un universo que se complemeta con las películas “Fuego: camina conmigo” y “Las piezas desaparecidas” y el regreso como serial televisivo con “The return”.
CARRETERA PERDIDA (1997)
Con “Lost highway” comenzaba una trilogía de neo noir hipnóticos y complejos (junto a “Mullholland Drive” e “Inland empire”) con argumentos exigentes, tildados por sus detractores como incomprensibles, pero sugerentes y puestas en escena alucinantes. Recuerdo salir de su estreno impactado por lo visto en la pantalla.
UNA HISTORIA VERDADERA (1999)
Entre tanto filme extravagante, Lynch sorprendía con este relato clásico convertido en otra obra maestra absoluto sobre el delirante viaje en cortacésped de un anciano para ver a su hermano.
MULLHOLLAND DRIVE (2001)
Tercera, y última nominación, al Oscar como mejor director. Nunca lo ganó (aunque le dieron el honorífico). Otra experiencia brutal que dejó impactado a medio mundo.
INLAND EMPIRE (2006)
Quizás la más kafkiana dentro de su cine y que constituyó su testamento en la gran pantalla (pues “Las piezas desaparecidas” es un remonte de “Twin Peaks” y “Fuego: camina conmigo”) pues en la pequeña todavía quedaba el anonadante octavo episodio de “Twin Peaks: The return”.
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