Que The Electric Alley es una debilidad de esta “santa casa” no lo duda casi nadie de los que componemos la plantilla de Rockthebestmusic. Prueba de ello es que hasta cuatro redactores nos encontrábamos en la Sala Rockville de Madrid (saludos a mis compañeros Santi Buddy Wolf, Pablo Ruiz y David Galeote). Un ambiente espléndido bastante antes de empezar el concierto donde los gaditanos conseguían llenar la Rockville un jueves laborable. Se les veía pletóricos y emocionados y nos contaron antes de comenzar su actuación lo bien que les había ido la gira europea donde en un festival habían conseguido tocar para dos mil personas. Nos alegramos por ellos pues además de unos músicos de altura son unos trabajadores natos y siempre cordiales con todo el mundo, cosa que he podido comprobar a lo largo de los años pues les conozco desde su primer disco, aquel lejano “Backward state of society” del 2012.

En esta ocasión presentaban su nuevo álbum «Apache», quizás su obra más accesible y comercial (en el buen sentido de la palabra) y que defienden con el vigor de siempre, cosa que puedo certificar pues es la tercera vez que veo a los de Cádiz en este 2023 tras su presentación en Jerez en enero y en el Santo Fest de Sanlúcar de Barrameda en abril. Seguro que habrá una cuarta. Sobre la banda huelga decir que en la actualidad se encuentran en un momento excelso, una formación que sin luces ni efectos dan espectáculo y desprenden actitud, y aptitud, en cada riff, en cada acorde, con la guitarra de Nando Perfumo en modo “guitar hero” sacando brillo en cada punteo o nota de su Gibson Les Paul (sin duda uno de los mejores a las seis cuerdas dentro del panorama patrio) apoyando la estratosférica voz de Jaime Moreno que con los años no se resiente sino que parece que, como el buen vino, mejora. Además cuenta con la estimable base rítmica de Rafa González a los parches y Sergio Reyes al bajo, emergiendo sus figuras desde la sombra pues el brillo y el oropel queda para la dupla Moreno y Perfumo. Siempre sumando.

El concierto en sí fue espectacular, con el local entregado desde el inicio. Una hora y media donde desgranaron buena parte de su reciente Lp, con un inicio arrollador con “Apache”, “Hurricane” y “One lasting light” (mi tema preferido del “Apache”). Quizás en el debe la guitarra rítmica de Jaime Moreno apenas se escuchaba desde las primeras filas (donde me encontraba), cosa que según me contó Santi Buddy Wolf también sucedía desde más atrás (parece que la Rockville ha tenido que bajar los decibelios por problemas con el ayuntamiento). Sea como sea la descarga seguía siendo tremenda con un clásico del primer trabajo como “Standing” para volver al presente con “What’s going on?” y en un divertido juego de alternar temas de discos anteriores con la actualidad pasamos del “Last letter” del “Get electrified!” a “Make it through the night” para regresar en un ejercicio de nostalgia a su segundo disco con “Can we have some love between us” que contó con la colaboración a la guitarra de Sefo, último guitarra de Antonio Vega, al que había perdido la pista hace unos años tras verle un par de veces en El Puerto de Santa María (Cádiz) tras su regreso de su periplo por Austin (Texas). Otro virtuoso de las seis cuerdas que dejó para el recuerdo un “duelo” de altura con Nando Perfumo. Sin duda uno de los momentos de la noche.

Tras unos emocionados parlamentos de Jaime Moreno, interrumpidos por unos “cariñosos insultos” jaleados por Rafa González con el bombo, dedicaban la preciosa “Thunderbird or vulture” a sus pequeños retoños, dejando otro momento espectacular con su versión del “Cowboy song” de Thin Lizzy, pasando del “Celebration” del “Turning wheels” a pedirnos si queríamos que tocasen algo más del “Apache”, acometiendo por petición popular “Fireworks”, canción exigente como pocas para la voz que Jaime Moreno defendió de forma extraordinaria. Un tema tan complicado como era “Eagles fly solo” del “Get electrified!”.

Nos acercábamos al final de la actuación y tras la primigenia “Up in flames”, la banda se marchaba un breve intervalo de tiempo para regresar y terminar por todo lo alto con “Get electrified!” y “No control”. Una hora y media donde no sólo presentaron “Apache” sino que se encumbraron definitivamente en la capital de España, cada vez en locales de mayor calibre y proyección pues han pasado en sus últimas visitas de la Boite Live en 2017 y 2018, a la Caracol en 2020 en un triple cartel con The Kleejoss Band y King Sapo justo antes de la pandemia para ir ascendiendo sin prisa pero sin descanso pues visto el “sold out”, la próxima deberá ser en un recinto más grande. Se lo merecen.

by: Jose Luis Diez

by: Jose Luis Diez

Cinéfilo y cinéfago, lector voraz, amante del rock y la ópera y ensayista y documentalista con escaso éxito que intenta exorcizar sus demonios interiores en su blog personal el curioso observador

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