Dejando momentáneamente la cobertura nacional de lanzamientos (la próxima acometida Spanish vendrá en forma de ‘Oleadas Stoner’), no puedo dejar pasar más tiempo en traeros mis impresiones sobre una banda que me vuela la cabeza una y otra vez cada vez que editan algún single, split o, como en este caso, su nuevo álbum.
Y es que…. cooooopón bendito lo que se han vuelto a sacar del escroto los kamikazes noruegos de Oslo, THE GOOD THE BAD AND THE ZUGLY. Estos ‘danger guys’ vuelven a las armas con su quinta declaración suicida titulada Research and Destroy (2022). Salta y démosles bien duro a todos aquellos que nos oprimen, nos manipulan y nos mienten al ritmo de los tGtBtZ. El mundo no es vuestro politicuchos de cloaca… ¿qué cojones os habíais pensado?…
Y hablando de ladrones… «The PKA Took My Money Away»!!!…
Para quien no los conozca a estas alturas de la película, os diré que nacieron en 2013 para demostrarle al mundo que la rabia y el nihilismo antisistema deben seguir existiendo, que el rock’n’roll y en concreto el punk deben seguir siendo ‘peligrosos’ e incómodos para alejarte de la masa borreguil. Provenientes de bandas como The Devil And The Almighty Blues, Kosmic Boogie Tribe, Wonderfools o Silver, los parámetros estilísticos están cimentados en el punk rock, el death punk, el action rock y el hardcore con algún que otro riff y pasajes más hard rock.
Research and Destroy (2022) sigue los parámetros decibélicos y de intensidad acostumbrados, en cuestiones visuales se han alejado de sus tradicionales ‘horror vacui’ (saturación de elementos en portada) y han apostado por algo más sutil, aunque no menos ácido y ‘aguerrido’. Musicalmente hablando, como os decía, la ‘paleta sónica extrema’ que siempre se gastan es acojonante, desde los kamikazes hardcore punk «What’s My Rage Again», «Bridge and Tunnel Guy», «The Original Incel», los dinámicos y tendentes al death punk/Action Punk «Song For A Prepper», «The PKA Took My Money Away»/»Diet 1-2-3», mis favoritos, todo sea dicho, pasando también por la extrema vacilada de «The Power of Beer» o el epílogo final con la épica «Here Come The Waterworks» conforman un tracklist imbatible y un nuevo sopapo para los poderes fácticos.
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