En 2019 y de la mano de Netflix, Martin Scorsese presentó este documental sobre la gira Rolling Thunder Revue de Bob Dylan que tuvo lugar entre los años 1975 y 1976 y está considerada como uno de los momentos más álgidos de la carrera del bardo de Minnesota. Dylan reclutó artistas como Joan Baez, Joni Mitchell, Mick Ronson, T-Bone Burnett, Scarlet Rivera, el actor Sam Shepard o el poeta beat Allen Ginsberg para girar como si de una caravana de músicos ambulantes se tratara. No es la primera vez que Scorsese se aborda la figura de Dylan pero cabe destacar que buena parte de las imágenes de archivo de actuaciones pertenecen a la fallida película surrealista Renaldo y Clara que Dylan estrenó de 1978. Algo que no se advierten en el documental, como muchas otras cosas. Lo cierto es que Scorsese elabora un fascinante retrato sonoro y visual de Bod Dylan que quizás poco o nada tenga que ver con la realidad. Hay imágenes de archivo y entrevistas, sí, pero también fantasías.
Debo admitir que las interpretaciones en vivo de Rolling Thunder Revue me parecieron fascinantes, opino sinceramente que Bob Dylan estaba en su mejor momento en directo. Un Bob Dylan con maquillaje (¿influencia de Bowie o influencia de Kiss?), anchos sombreros y ropas estrafalarias de juglar moderno. Pero un Dylan que suena más rabioso y enérgico en el escenario que nunca, convirtiendo a este falso documental en algo imprescindible para sus fans. Las interpretaciones de temas como One more cup of coffee, Simple twist of fate, Rita May, Hurricane, Oh,sister, A hard rain’s a-gonna fall, o Isis (por citar algunas) me parecen asombrosas. Desde luego Dylan supo rodearse buena parte de los mejores músicos del momento, entre los que yo destacaría la impresionante violinista Scarlet Rivera y el guitarrista del Bowie más glam: Mick Ronson. Tras el sonido más tradicional de The band, Rolling Thunder Revue sonaba ecléctico y electrizante al reunir músicos de tan variados estilos. Eso sí, la gira fue una ruina económica debido al empeño de tocar en lugares pequeños. Por cierto, buena parte del material que Dylan compuso en esta época vio la luz en el sensacional LP Desire.
Más allá del innegable interés de las actuaciones y de los testimonios poco fiables del propio Dylan, debo destacar el ritmo perfecto que Scorsese imprime al documental. El maestro demuestra una vez más su arte en la sala de montaje. Al alternar testimonios con canciones creo que Scorsese logra un ritmo envidiable que no se resiente en los 142 minutos de metraje. Es más, tanto Scorsese como Dylan juegan al despiste con el espectador. Como personaje esquivo y poco dado a las entrevistas, Dylan asegura no haber nacido cuando la gira tuvo lugar. Es más, Scorsese se inventa testimonios y altera hechos para que el espectador entre al juego de adivinar qué es verdad y que no lo es. Hay personajes inventados que nunca existieron pero tal hecho nunca se avisa en el film. Este falso documental es una posible historia sobre Bob Dylan. ¿Pasajes como el de una joven Sharon Stone con camiseta de Kiss es real? Cosas más extrañas hemos visto. ¿Qué interés tiene Dylan en ir sembrando su vida de falsas anécdotas? Parece que a Dylan le importa un bledo su propia historia. Puede que todo sea una elaborada broma de dos casi octogenarios con nada ya que demostrar y a los que se la suda todo. Eso sí, el valor de las canciones y las actuaciones en directo sigue intacto.
Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story By Martin Scorsese es de obligado visionado para todo amante de la música. Incluso lo veo como un vehículo muy adecuado para acercarse a la compleja figura de Bob Dylan. A pesar de las pequeñas mentiras.
Se pueden leer las letras de ese disco, traducidas al castellano, en https://goddylan.com/discos/bob-dylan-the-rolling-thunder-revue-the-1975-live-recordings/