Novena película dirigida por Quentin Tarantino que vuelve a ofrecer un ejercicio de cinefilia, una cinta que como se cuenta es superior a lo que se cuenta, pues es cierto que las dos horas y cuarenta minutos de metraje, si bien no resultan aburridas, parecen excesivas para un guion donde la idea central tiene menos desarrollo que muchas de las tramas secundarias. Toda la cinta es rodada en clave de homenaje al cine de finales de los sesenta y principios de los setenta, la transición entre el cine clásico y el moderno, envuelto en una atmósfera de irrealidad donde los villanos son los contestarios «hippies» y los buenos actores de otra época que evocan como virtudes la masculinidad y rudeza de un John Wayne o Steve Mc Queen o el espíritu de las obras maestras de John Ford o Howard Hawks. Todo narrado de forma incierta, pues en su primera parte el montaje es paralelo, con unos cuantos «flash backs», repitiendo estructuras como las secuencias en el interior de un automóvil y una segunda que se va acercando al «western», con la impagable escena tipo «Solo ante el peligro» del especialista Cliff Booth en el rancho de Charles Manson, con una lograda tensión y que acerca a Tarantino al cine de suspense, como sucedía en su anterior «Los odiosos ocho», mezclando el oeste con «El viento» de Sjöstrom o «La cosa» de Carpenter.

No es el único pasaje para el recuerdo, pues nos parece maravilloso todo el acto de Sharon Tate yendo al cine para verse en pantalla, lejos del personaje de «rubia tonta» con el que algunos han definido el rol (catalogando con esquemas de 2019 personalidades de hace 50 años), el responsable de «Pulp fiction» acrecenta con esas secuencias la ingenuidad de las nuevas estrellas emergentes por esos años, lejos de las divas de anteriores épocas, que tan bien trataba la serie «Feud: Bette y Joan«, una joven que sí es bien tratada, no es el caso de los revolucionarios de la secta de Manson; gente también joven pero de fondo oscuro, cuya supuesta libertad esconde un exacerbado totalitarismo queriendo imponer como único valor posible sus ideas, sea a cualquier precio. Por eso celebramos que el «varonil» Booth rechace a la empoderada Pussycat, que la niña prodigio acabe con el lenguaje inclusivo no queriendo ser actriz (actress) sino actor a secas o que en el desenlace se cape a un miembro de la secta, se queme viva o desfigure a unas adolescentes. Un desenlace que recuerda al de «Malditos bastardos» donde Tarantino cambiaba la historia y Hitler y los suyos sufrían un atentado en un teatro. Una figura narrativa estupenda y que no deja de sorprender. Y todo contado a ritmo de unas canciones maravillosas de la época, la genial fotografía de Robert Richardson y el montaje de Fred Raskin, trabajado pero irregular por la estructura de guion.

En el capítulo interpretativo, el autor de «reservoir dogs» vuelve a sacar el máximo partido a sus estrellas, sobre todo a sus dos protagonistas, un Leonardo Di Caprio y Brad Pitt que componen unos trabajos para el recuerdo, una relación de amistad hace años no vista en el cine y que nos retrotrae a las décadas dorada del «western», junto a una eficiente Margot Robbie y el descubrimiento de la hija de Andie Mc Dowell, Margaret Qualley y la niña Julia Butters. Todos consiguen un magnífico «tour de force» donde las virtudes superan a los defectos y donde cualquier cinéfilo disfrutará al máximo. Y encima, con una incorrección política que se agradece en estos tiempos de ofensa rápida.

 

Érase una vez en Hollywood

by: Jose Luis Diez

by: Jose Luis Diez

Cinéfilo y cinéfago, lector voraz, amante del rock y la ópera y ensayista y documentalista con escaso éxito que intenta exorcizar sus demonios interiores en su blog personal el curioso observador

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

  1. Buena lista!! aunque tanto Lee Marvin como Anthony Quinn son para mí de la categoría de protagonistas... Buen trabajo Edu.

  2. Que grandes todos ellos. Para mi, el más desconocido es Anthony Quayle. Una vez más, Edu, un gran trabajo.

Te puede interesar

No man’s land (Temporada 2)

No man’s land (Temporada 2)

Sorprendente regreso el de esta serie francesa pues su primera temporada data del 2020. En ella se nos narraba el intento de búsqueda por parte de un ciudadano francés de su hermana a la que se creía muerta, dentro de la guerra abierta contra el ISIS en el Medio...

Cassandra

Cassandra

El miedo a ser dominados por inteligencias artificiales lleva manifestándose desde los tiempos de la “Guerra Fría” aunque sustituyendo el poder soviético por androides llegados de otro planeta hasta que con “2001, Una odisea en el espacio”, Kubrick muestra ese temor...

Homenaje a Val Kilmer

Homenaje a Val Kilmer

El pasado 1 de abril fallecía por neumonía, tras superar un cáncer, a la edad de 65 años el actor Val Kilmer, célebre por sus físicas interpretaciones y difícil carácter en los rodajes. A modo de homenaje sintetizamos su trayectoria en estos diez largometrajes,...

Adolescencia (Adolescence)

Adolescencia (Adolescence)

Entender la mente de un adolescente es un laberíntico ejercicio condenado al fracaso. Adolescencia, la nueva serie de Netflix no pretende desentrañar los recovecos de la psique juvenil, sino mostrarnos cuan alejados estamos los adultos de nuestros hijos adolescentes....