Todavía es verano, pero hay que guardar buenos momentos para el invierno, que se acerca despacio. Arthur Rimbaud, en 1870, escribe este pequeño y sensual poema que es un sueño, un deseo que habría de cumplirse durante la siguiente fría estación.
ARTHUR RIMBAUD
Rêvé pour l’hiver
L’hiver, nous irons dans un petit wagon rose
Avec des coussins bleus.
Nous serons bien. Un nid de baisers fous repose
Dans chaque coin moelleux.
Tu fermeras l’oeil, pour ne point voir, par la glace,
Grimacer les ombres des soirs,
Ces monstruosités hargneuses, populace
De démons noirs et de loups noirs.
Puis tu te sentiras la joue égratignée…
Un petit baiser, comme une folle araignée,
Te courra par le cou…
Et tu me diras : » Cherche ! » en inclinant la tête,
– Et nous prendrons du temps à trouver cette bête
– Qui voyage beaucoup…
Sueño para el invierno
Este invierno, iremos en un vagoncito rosa
con almohadas azules.
Estaremos bien. Un panal de besos locos yace
en cada esponjoso rincón.
Cerrarás los ojos, para no ver, por el cristal,
fruncir el ceño a las sombras de las noches,
esas monstruosidades airadas, chusma
de negros demonios y lobos.
Entonces, sentirás la mejilla rasgada…
Un besito, como una loca araña
te correrá por la nuca…
Y me dirás: «¡Búscala!» inclinando la cabeza,
– y pasaremos el tiempo buscando a esa criatura
– que viaja tanto…
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