Tiempo hace que quede enganchado al buen hacer de Joanne, su sonido que si bien parte del blues, termina siendo cercano al rock, fuerte, con peso, me resultó de lo mas atractivo. Y tirando de tópico, su juventud hace sorprendente esta capacidad para crear temas, su técnica a la guitarra, y esa voz que parece marcada por tabaco y alcohol, (quizás ni los pruebe), pero siendo esa marca todavía poco profunda. Haciendo que sus temas no tornen a ciertos recursos melódicos que algunas voces femeninas casi obligan al interpretar dichas canciones.
Este nuevo trabajo, sin querer desmerecer a sus anteriores lanzamientos me resulta el mas redondo y completo hasta la fecha, como si hubiera subido un peldaño, o varios, en calidad. Aunque estas cosas siempre se valoran de manera complicada debido a los gustos personales de cada cual, y diferentes puntos de vista.
Con una gran producción, sin ser excesivamente “brillante” su sonido, abre fuego con “Dyin’ To Know”, que si bien parece que comienza despacio, en seguida alcanza el sonido ya marca de la casa de Joanne, bastante directo y rockero, que da paso a “Ready To Roll”, tema rítmico, con mas peso, denotando que la etiqueta blues-rock la viene como anillo al dedo, y la maneja a su antojo. Y como en vinilo disfruto de esta obra, pasamos a tres temas que cierran la cara A del disco, algo mas melódicos. Si, comencé este post afirmando que ella no es la típica voz melódica que atesoran muchas damas del rock, pero en “Get You Back”, “No Reason To Stay” y “Wild Is The Wind”, encontramos otra fórmula que lleva tiempo haciendo, con temas melódicos, sonidos elegantes, incluso por momentos algo “comercial”. Con especial mención al que cierra esta cara del disco, que aporta algo de intensidad extra, terminando el mismo con un gran solo, esos momentos de guitarra que tan bien se le dan a Joanne, dejándose llevar, consiguiendo que un tema que a priori es algo “blando”, te enganche y no quieras que termine.
“Wanna Be My Lover”, con un adictivo riff blues-rockero abre la cara B, tema rápido que te vuelve a poner en marcha de manera inmediata. No puedo evitar que la mente me vaya de alguna manera a los ZZ Top de últimas décadas cuando escucho “I’m In Chains”, que lejos de parecerme algo reciclado, conjunta perfectamente con un disco que cada tema casi evoca a una influencia diferente, pero todo bien mezclado con el sonido personal que atesora Joanne. “My Heart’s Got A Mind Of It’s Own” con arreglos de metales, coros, y que fluye de esa manera tan elegante que te puede recordar al Maestro BB King, o a la revisión de su estilo que hace Mr Bonamassa, deja un grandísimo sabor de boca, y dista bastante del sonido característico de la artista, pero le queda perfectamente, y comprobamos que tiene muchos registros que controla a gran nivel. Con “Nothin’ To Lose” volvemos a su terreno, pero bien arreglado con las teclas, dando matices capaces de enriquecer el conjunto, volviendo a remitirme que si bien suele facturar grandes trabajos, con este ha subido el listón, y con gran acierto. El disco se cierra con una versión, revisión, llámalo como gustes del “Summertime”, broche perfecto a perfecto trabajo.
En resumen, trabajo que abarca un gran abanico de influencias dentro del blues-rock, no se extiende, escasos 50 minutos, lo que mejora el conjunto. Y felicidad al comprobar que una artista relativamente nueva continua creciendo. No le doy un 10 porque me acusarían de fanático, pero un 9’98 queda como nota.
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