Me encantaría ver este magnífico disco como banda sonora de una película de IA en la que las máquinas han arrasado con el hombre. No puedo tomar este álbum con sus canciones por separado ya que todas las canciones en sí mismas transmiten unas emociones particulares, y, como en cualquier conversación artística, es necesario que lleven un orden. El orden que los italianos Blu Mamuth han marcado.
Cuando empiezo a notar lo que siento al oír el principio de estas canciones me dejo llevar por ellas. Pero según avanzan las melodías, uno se ve atrapado en un estado de angustia y ansiedad, que creo es lo que nos quieren transmitir. No tengo acceso a las letras, así que tengo que hablar de manera intuitiva al escuchar. Sinestésicamente.
Este álbum se titula Ka Ora!, unas palabras en maorí que significan “Hola” o “Salud”. Todo es novedoso en este trabajo. Una creación que nos pilla por sorpresa y no nos deja salir de sus garras.
Con este disco pasa como con la vida. Solamente queremos momentos alegres y placenteros. Cualquier mínima incomodidad que se nos presenta hace que tendamos a evitar su influjo. Algo que es erróneo, pues esa es precisamente la puerta que da al camino del yo interno. Un camino en el que además de descubrirnos a nosotros mismos, descubrimos a los demás, ya que todos funcionamos igual. Nos duelen las mismas cosas a pesar de que nuestra personalidad, nuestro ser, sea distinto.
Por esto este disco es un reto. Un paso hacia nosotros mismos. Una senda que no es fácil y que no solemos recorrer todos.
Vuelvo a tener la sensación, según escucho, de que a estas canciones les hacen falta unas buenas imágenes que nos ayuden a comprender con precisión cuál es la historia y dónde y por qué se han gestado estas melodías de música experimental e industrial tan novedosa. Queremos saber si todo esto tiene que ver con un futuro ciberpunk que no augura nada bueno.
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