No es mi intención elaborar una lista con los mejores discos del año. La música es algo tan personal que no me lo permitiría. Más bien, lo que intentaré es comentar aquellos álbumes que me han gustado; aquellos que he escuchado más que otros. Los que han sonado en mi reproductor con frecuencia. Sé que no soy objetivo, es sólo una opinión sobre el año que termina.
No hay muchas sorpresas. Enero comenzó con Springsteen publicando High Hopes. Me ha gustado, quizás menos que otros discos anteriores, pero soy un incondicional. Se le ha criticado que hiciera versiones de «American Skin (41 shots)» y de «The Ghost of Tom Joad», además de por llamar a Tom Morello (Rage Against the Machine) para que tocara la guitarra. Tiene buenas canciones como «Down in the Hole», «The Wall», «Dream Baby Dream» (cover del grupo Suicide), o «High Hopes».
En febrero apareció Coz de David Crosby (sí, el de Crosby, Still, Nash & Young), su segundo en solitario, tras muchos años del primero. Buenos arreglos y mejores instrumentistas. Algo de rock, algo de jazz y medio tiempos. Buen disco para comenzar el año. También me ha gustado el grupo Brooken Bells y su segundo álbum, After the Disco, del músico y productor Danger Mouse. La sencillez de los años 80.
Llegó marzo con el, Man on the rocks, de Mike Oldfield. Grabado en su estudio de Las Bahamas, Oldfield ha llamado al vocalista de un grupo “semidesconocido” para que interpretara todos los temas, lo cual ha sido toda una sorpresa. Motivado tras los Juegos Olímpicos de Londres, ha escrito un buen álbum de guitarras. Hay alegría, emoción e intensidad. Buen disco.
En marzo también nos ha llegado el nuevo álbum de Elbow, The take off and landing of everything, grabado en los estudios de Real World. Este disco ha puesto al grupo en el panorama de la música actual y moderna, llegando a alcanzar el número 1 en las listas británicas. Canciones y voces que recuerdan al Maestro Peter Gabriel. No olvidemos que Elbow ha versionado «Mercy Street», de So.
Entre primavera y verano nos han llegado dos buenos discos. Tres, mejor dicho. Uno ha sido Multinner, de David Gray, cantautor británico muy recordado por «White Lader», que ha buscado inspiración en tierras americanas. Íntimo y personal, con magníficos arreglos (¿para cuando un concierto en España?). En su edición deluxe incluía un concierto de su gira anterior. Rob Reed, que ha compuesto «Sancturay», algo así como el Tubular Bells del siglo XXI, pero con instrumentación analógica. Y para terminar, el homenaje que Eric Clapton le ha hecho a su amigo J.J. Cale, donde se acompaña de grandes de la guitarra como Mark Knopfler, Tom Petty o John Mayer. Por cierto, no os perdáis el Plan, Trains and Eric, donde resume su última gira, en dvd & blu-ray.
Entre medias, el mundo del rock progresivo nos ha regalado la gira Back To Front de Gabriel, ya ampliamente comentada, y Genesis Revisited, de Steve Hackett plasmada en Live At The Hammersmith/Live At The Apollo, en formatos cd+dvd.
De la última parte del año 2014 me ha gustado Big Music, de Simple Minds, un retorno a sus orígenes y a su tierra natal, Glasgow. Grandes temas como «Honest Town», «Midnight Walking», etc. Jim Kerr, su líder, sigue en forma. Comienzan gira en Febrero de 2015 que SÍ pasará por España (¡menos mal!).
Me han quedado por escuchar discos de Joan Osborne (Love & Hate); John Illsley (ex-bajista de Dire Straits); Jackson Browne (Standing on the Breach) y Steve Hunter (Tone Poems Live). No he oído discos interesantes de versiones como Nostalgia/Annie Lennox; The great diva sings classics (Aretha Franklin).Tampoco he prestado atención a la música étnica aunque el recopilatorio de los 25 años de Real World puede ser una gozada, y no me he hecho eco de la música española, ¡lo siento!, mi asignatura pendiente..
¿Decepciones del año?
U2 me tuvieron bien agarrado hasta febrero con el inminente lanzamiento de su disco y de la BSO de Mandela. Ahora lo reconozco: ¡he perdido la fe en estos irlandeses del mainstream! No he escuchado su disco. Me lo han vendido hasta la saciedad, y lo que yo quiero es escuchar buena música, que no todo es negocio.
Coldplay han publicado Ghost Stories. Deben ser (muy) buenos, pero a mi me suenan a hilo musical. Demasiados arreglos y mucho vestuario.
Y The Endless River; lo más reservado en Amazon, obra de Pink Floyd en homenaje a Richard Wright… ha gustado a sus incondicionales (aunque no demasiado), pero también ha defraudado a muchos. Lo reconozco, no soy objetivo con Pink Floyd.
Agradable sorpresa leer que Simple Minds han grabado un buen disco. Le daré una oportunidad. Saludos