“Cats” es un musical atípico. Diferente. A pesar de ser de Andrew Lloyd Webber está lejos en cuanto temática de sus más celebrados “Jesucristo Superstar”, “Evita” o “El fantasma de la ópera”. El motivo es que el libreto es menos lineal que los anteriores, ya que la presentación, el nudo y el desenlace no se ciñen a los cánones ortodoxos de la escritura y así buena parte de la obra se convierte en un continuo enlace de números musicales (de enorme calidad). Es por ello, que a pesar del éxito en el West End londinense o en Broadway, no es un musical que guste a todo el mundo, como sucede con los mencionados antes. De hecho, recuerdo que a principios de siglo, duró una temporada en Madrid, mucho menos de lo esperado.
Por ello, no es de extrañar la virulencia de las críticas a esta adaptación al cine de “Cats”. Muchas de ellas, directamente sobre el material original, lo cual por otro lado me hace suponer que es por desconocimiento de esta pieza estrenada en 1981 u otras consideraciones diversas como la repulsa hacia el género musical. Quién sabe. El caso es que esta versión no es tan horrorosa ni mal ejecutada y a los amantes de “Cats” (que son muchos) gustará, pues es bastante fiel, la nueva canción cumple y el cambio más significativo que es convertir a Deuteronomio en mujer, no molesta en absoluto.
Eso sí, más discutible son algunas opciones técnicas que no terminan de encajar, pues en más de un momento las proporciones no son las más adecuadas y los efectos digitales, sobre todo los faciales borran expresión a los actores, como podemos ver en el momento de más intensidad que es el “Memory” de Jennifer Hudson. Sobre la polémica de las manos y pies humanos, nos volvemos a remitir a su versión teatral, pues así es como la hemos visto en escena. Actores con trajes de gatos que cantan y bailan, como en “El rey león” son personas con vestuario alegórico animal.
Tal vez todo el problema radique en el director Tom Hooper, un realizador con ese sello británico de calidad al ser el responsable de “El discurso del rey” y “Los miserables”, dos cintas que lo que se cuenta es mucho más interesante de cómo se cuenta, ya que su dirección es demasiado académica limitándose a una sucesión de primeros planos, lejos de la épica que entendemos necesitan esas dos historias. Encima con “Cats” han tenido el añadido de la limitación de tiempo, pues el estreno ha llegado con prisa y la postproducción casi sin terminar. Hooper mantiene el tono, la banda sonora contiene el espíritu pudiendo escuchar el “Cats” que conocemos y el reparto funciona con nombres conocidos como Judi Dench, Ian Mc Kellen, Idris Elba, Rebel Wilson (con el número más polémico con el ejército de cucarachas) o Jennifer Hudson sumado a la estrella del pop Taylor Swift o la debutante Francesca Hayward, aunque no emociona y eso es casi delito.
Una irregular cinta en lo técnico pero con números musicales correctos que demuestran lo enorme que es “Cats”, que ya en su día causó cierta polémica al inspirarse en un poeta como T.S. Eliot para construir el relato. Nos sigue pareciendo hipnótica, distinta al resto. Tal vez por ello, resulta tan complicado trasladarla al cine pero a buen seguro que los amantes de estos gatos jélicos disfrutarán aunque parece claro que Andrew Lloyd Webber se impone a Tom Hooper, al reparto y a los efectos visuales.
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