No podía faltar en nuestro ciclo sobre cine coreano la nueva propuesta de Na Hong-jin, autor de thrillers tan recomendables como The chaser o The Yellow sea. Para su tercera película Na Hong-jin ha optado por un cambio radical y la apuesta no podía haberle salido mejor. El extraño es una película difícilmente clasificable a la que las etiquetas se le quedan cortas. El extraño empieza como si fuera un excelente thriller coreano al estilo de I saw the devil o Memories of murder pero bajo la superficie subyace una insana sensación que cada vez se va haciendo más evidente hasta que acaba impregnando todo el metraje. La serie de misteriosas muertes que se van sucediendo en un entorno rural dominado por las supersticiones será un caso que la policía local no podrá controlar. Una vez más, estamos ante una policía rural poco profesional a la que el complejo caso le viene grande. La verdad es que durante su primera hora el film se ve con bastante interés, incluso tiene unos cuantos buenos sustos. Pero es en su última hora cuando Na Hong-jin nos muestra todo su potencial. El caso irá afectando cada vez a más habitantes del pueblo y resultará evidente que algo sobrenatural acecha a la población de Goksung (que da nombre al film en su versión original). El inepto policía protagonista verá seriamente comprometida la salud de su familia y deberá tomar las riendas de una investigación que le viene muy grande. El film se va haciendo cada vez más enfermizo y confuso, sumiendo al espectador en un continuo estupor. Del thriller de asesinos en serie pasamos al cine de terror con tintes sobrenaturales y a alguna otra cosa más que no voy a desvelar. Na Hong-jin confronta sabiamente la superstición con la religión y con la lógica. Enfrenta de forma magistral al espectador a sus mayores miedos (perder a nuestros seres queridos) y a la terrible incertidumbre de no saber qué creer. Nuestro protagonista llamará a cualquier puerta en busca de una solución, incluso a un singular chamán de métodos poco ortodoxos. Nuestro protagonista, como el espectador mismo, empezará a dudar de todo, no sabe si le están tomando el pelo o realmente está siendo objeto de un ataque sobrenatural. Quizás todo tenga una explicación racional. Como toda buena película sobre cosas paranormales, aquí se crea una duda razonable en el espectador.
Lo más curioso de todo es que El extraño que no resulta en ningún momento un pastiche de otros géneros ni una mezcla mal compactada. Todo queda perfectamente homogéneo dentro de la pesadilla que vive nuestro sufrido protagonista. Con ritmo firme que no decae ni en uno solo de sus 156 minutos, la pesadilla no deja de crecer durante todo el metraje convirtiendo el visionado de este estupendo film en una experiencia traumática y casi dolorosa para el espectador. En su asombroso tramo final asistimos a la lucha de un hombre por salvar a su familia y por creer en algo, por aferrarse a algo que le mantenga cuerdo a pesar de todas la terribles cosas que ha visto y las horrendas experiencias que ha vivido.
En el apartado técnico es simplemente excelente. Tanto la fotografía como la ambientación en la Corea rural son simplemente magníficas. La lluvia es un recurso muy usado en los thrillers (recordemos Seven) pero aquí resulta apocalíptica y premonitoria del inminente día del juicio final. Una vez más, puede que algunas interpretaciones nos puedan parecer por momentos exageradas, no olvidemos la tendencia de los coreanos a la sobre actuación, pero en este caso creo que es un detalle que casi se justifica por lo peculiar de la trama.
Una de las mejores películas de terror de los últimos años, sin duda.
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