De verdad, entre mis lagunas con Crobot y la banda en cuestión que hoy nos ocupa, los atenienses Nightstalker, sigo pensando que escucho poca música y que me queda mucho por aprender en muchos campos y estilos que, a priori, uno parece conocer en profundidad. Con este ejemplo se confirma que sigo siendo un ignorante. Debo remediar esto…
Una de las bandas más longevas del género ‘desert rock’ acaba de lanzar su quinto trabajo en estudio (además de unos cuantos EP’s) que lleva por nombre As Above, So Below (2016). No os negaré el exotismo que me produce escuchar a un combo griego, el primero en Pupilandia, desgranando trallazos arenosos a medio camino entre Joshua Tree y la más absoluta de las inmensidades siderales. Sigamos…
Ha llegado la ‘Hora Zombie’, ¡prepárate para ser mordido!…
Formados a finales de los 80’s en la ciudad del Parthenon, su carrera es todo un ejemplo de constancia y entrega, de actitud indestructible (a pesar de su poco reconocimiento) y trabajo sin descanso porque Argy (vocals), Andreas Lagios (bass), Tolis Motsios (guitar) y Dinos Roulos (drums) se las han visto de todos los colores para seguir existiendo, y es que la suerte no ha querido acompañarles demasiado en cuestión de ventas aunque sí de público y acérrimos fans.
Pero bueno, a lo que vamos, tras su aclamado disco de 2012, Dead Rock Commandos, parece que la banda sigue empeñada en 2016 en seguir dando guerra tras la buena acogida del anterior con un discarral de aupa que auna el Stoner Rock más embarrado de clara predominancia Space rock/Psicodelia, dotando a todo el conjunto de un aura lisérgica y levitante que empantana de espacio sideral todo el trabajo.
Si la portada ya os anticipo que va a estar entre las mejores del año por su contundencia visual, cromática y ‘subliminal’ (…), las esencias de este álbum se decantan por el Wyndorf más empapado en alucinógenos de Superjudge y Dopes To Infinity se intuyen en temas como el inicial «Naked Fire» y el planetario «We Belong To Death», la potencia abisal y tormentosa de «Space Matter» y «Zombie Hour» y los psicodélicos «Forever Stoned» y «Blue Turns To Black», con ese timbre tan ‘Ozzy’ que impone siempre Argy, conforman un monstruo retorcido, acorazado, hipnótico y sencillamente apabullante que continua la leyenda viva de este cuarteto griego que ya tiene sobre sus espaldas ni más ni menos que 25 años de carrera.
Así cerraron su aniversario con el icónico «Children Of The Sun» teniendo a su público arropándolos desde el mismísimo escenario…
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Cómo no os iba a brindar el disco enterito para su atenta escucha…y su posterior compra!…
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