Una vieja tradición en España ha sido la crónica de sucesos, tan en boga por medios de comunicación como el periódico “El Caso”, actualmente reconvertido en espacios de actualidad en múltiples televisiones generalistas. En el campo del cine podemos recordar la serie “La huella del crimen” y unos ejemplos recientes como “El caso Asunta”.

De hecho, uno de los responsables del triste caso de la niña coruñesa es Carlos Sedes, director de esta producción que trata sobre otro escalofriante hecho conocido como “La Viuda Negra de Patraix”, acaecido en Novelda en 2017 que entronca con esa fijación por lo más oscuro de la psique humana.
Eso sí, a pesar de lo truculento de su argumento se diferencia de “la huella del crimen” en su guion pues el “libreto” (firmado por bastantes nombres) se desarrolla en tres actos diferenciados donde en el primero la importancia recae en la policía y la investigación, el segundo en la imposible relación entre la asesina y su marido y el tercero en como logra, mediante la seducción, embaucar a un gris personaje para que cometa el crimen.
Una idea que se desarrolla de menos a más y que resulta interesante según va avanzando el metraje, apoyado por una puesta en escena no demasiado original pero sí efectiva. Sedes demuestra pericia tras la cámara y dota a su largometraje de un ritmo adecuado que consigue que sus dos horas de metraje no aburra en ningún momento. Quizás esa estructura casi televisiva de dividir la totalidad de la película en tres episodios semi independientes aunque con el mismo hilo conductor sea la causa, junto con una factura visual interesante que en la propia fotografía de Daniel Sosa diferencia en los colores el hastío de Novelda con la luminosidad y la diversión de Valencia, uno de los ejes principales del asesinato.
El elenco también es de envergadura con Ivana Baquero (superando definitivamente su presentación en «El laberinto del fauno») como la “femme fatale” que a base de sexo consiguió convencer a un compañero de trabajo para acabar con su marido, como Linda Fiorentino en la estupenda “La última seducción” de John Dahl o Jennifer López en “Giro al infierno” de Oliver Stone. Un personaje referente dentro de la psicopatía femenina en el cine, tema poco estudiado y que normalmente se basa en el sexo o la maternidad (cosa que algo está cambiando con la hornada de nuevas realizadoras como Julia Ducourneau y su homicida en “Titane”).
Al buen hacer de Baquero se suma una Carmen Machi que como Ivana Baquero (y la cinta en general) va resultando más creíble según avanza el filme y Tristán Ulloa perfecto como el infeliz cuarentón que “tira su vida” por una mujer fría y calculadora. Como secundarios destaca el siempre excelente Pedro Casablanc. Entre todos consiguen que “La Viuda Negra” sea un entretenido vehículo para gozar con lo más abyecto de la condición humana.




















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