Gotas de lluvia siguen cayendo sobre mi cabeza,
igualito que el tipo cuyos pies sobresalen de su cama.
Nada parece encajar.
Esas gotas de lluvia caen sobre mi cabeza.
Así que estuve hablándole al sol
y le dije que no me gusta el modo en que hace las cosas.
Me duermo en el trabajo.
Esas gotas de lluvia caen sobre mi cabeza, siguen cayendo.
Aunque hay una cosa que sé.
El blues que me envían para reconocerme no me vencerá.
No pasará mucho tiempo hasta que la felicidad se acerque a saludarme.
Gotas de lluvia caen sobre mi cabeza,
pero eso no significa que se enrojezcan mis ojos.
Llorar no es lo mío.
Porque nunca detendré la lluvia quejándome.
Como soy libre,
nada me importa.
No pasará mucho tiempo hasta que la felicidad se acerque a saludarme.
Gotas de lluvia caen sobre mi cabeza,
pero eso no significa que se enrojezcan mis ojos.
Llorar no es lo mío.
Porque nunca detendré la lluvia quejándome.
Como soy libre,
nada me importa.
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