Intentando relajarme un poco tras un 2023 muy convulso, me he decidido por empezar con un poco de música algo más suave a la que suelo escuchar y me he ido al Metal Sinfónico, pero sin abandonar esos tonos guturales que tantos años llevan acompañándome en mi banda sonora diaria. Y con esto de nuevos lanzamientos de bandas emergentes, que se buscan un hueco en la música actual, me llega el primer LP de los neerlandeses Pandora’s Key que arrancan este 2024 presentando “Yet I Remain” el próximo 27 de Enero.
Pandora’s Key es un grupo proveniente de los Países Bajos, más concretamente de la famosa ciudad de Breda, que se formó allá por el 2014 y en 2017 editaron su EP debut “Prometheus Promise”. Tras varios cambios en su formación desde entonces se presentan actualmente como sexteto, siendo los miembros originales la bajista Regine Lotstra y el guitarrista Sebastiaan Pongers, entrando después en 2019 el baterista Dimmy Marcelissen y guitarrista Bram Luiken, y en estos últimos años han cambiado la parte vocal con la llegada de Vera Velhuizen y Rik van Schaaik, con ese juego de voz melódica y gutural, al estilo de bandas como Epica o Visions Of Atlantis.
El disco ha sido grabado en los DearWorld Studio bajo la dirección de la productora musical Fieke Van Den Hurk, que también se ha encargado de la mezcla, mientras la masterización es obra de Florian Van Tuil, en los FVT Music Production.
“Yet I Remain” está compuesto por 10 cortes que comienzan con la intro “1779” que nos envuelve en una siniestra y oscura atmósfera para el primer single que presentó la banda en Octubre el 2023, el tema “De Bockereyder”, un tema que nos cuenta la historia de las figuras legendarias y como depende del punto de vista de cada uno, pueden ser villanos o héroes. Potentes guitarras y una constante presencia de la batería acompañan al juego de voces y captó el sonido de un teclado de fondo o será el sonido de las guitarras, ya que no tienen teclista en su plantilla.
Seguimos con el mito de “Ariadne”, con una introducción de batería y sintetizadores, a los que se van uniendo el resto de instrumentos, hasta que llega el momento de relatar la historia por parte de Rik y Vera, acompañados por un coro femenino de fondo, con una parte central donde podemos disfrutar de la voz limpia de Vera y un piano para dar entrada a un limpio solo de guitarra, que nos lleva al final de la historia donde se combinan todo en un explosivo desenlace.
“Freedom’s Call” es otro enérgico tema, donde el sonido operístico de la banda lucha con ese sonido de la batería, sobre todo de la caja, que me trae a la memoria ese sonido en muchos grupos de Thrash Metal.
“Falls The Shadow” es el segundo single que la banda presentó en Diciembre como adelanto en formato video lyrics, basándose en el poema de T. S. Eliot ‘Los Hombres Huecos’. Es un tema tal vez demasiado recargado de sonidos, ya que desde el principio te saturan con una gran presencia de voces, para bajar intensidad inmediatamente y quedarse con la voz y ese teclado que surge de quien sabe donde, para volver a explotar todo como si de una sinfonía de Mahler fuera, presentándote un montón de sonidos, y no saber con cuál quedarte.
Atravesamos la mitad del disco con “The Keening” con una larga introducción de piano de algo más de minuto y medio para luego explotar de repente con una parte progresiva de batería y guitarras para llegar al tema en sí casi a los dos minutos y medio, donde se mezclan las dos partes instrumentales y se añade la dulce voz de Vera en un tema muy complejo, pero que después de varias escuchas llegas a disfrutar. Y como buen grupo de metal sinfónico, tenemos una parte orquestal con recitativo vocal antes de volver a la parte progresiva del tema.
Y cambiamos con “Kindling Ire” donde Rik coge el testigo vocal y nos acompaña en un tema pesado y contundente donde sentimos toda la agresividad que oculta la banda siendo un tema siniestro y oscuro, dejando la voz de Vera en un segundo plano en sus pocas apariciones y terminando de manera abrupta.
Y llega el tema “The Flying Dutchman” con el que podemos ponernos a bailar con la melodía del violín que acompaña al dueto vocal, en esta aproximación al folk de la banda, contándonos la triste historia de ‘El Holandés Errante’.
“Icarus” nos junta la leyenda del mítico personaje con los actuales viajes espaciales, en un tema que nos puede traer al recuerdo la música de Nightwish, sobre todo de la última época, sin la presencia de la poderosa voz de Tarja, sin denostar el buen nivel vocal de Vera, ni de las cantantes que ha tenido Nightwish. Es el tema más comercial de la banda, hubiera sido un buen single o tal vez sea el próximo que saquen.
Y llegamos al final con “Per Ardua”, un tema que al principio nos puede sonar que varía al sonido del metal industrial, pero que juega con nuestras expectativas, ya que modula rápidamente hacia un corte sinfónico con la voz de Vera, un coro que va y viene, y ese sonido industrial utilizado como contraste al piano y a las partes sinfónicas del tema más largo del disco lleno de matices diferentes, y que termina con un coro celestial al que le cortan la voz de manera algo abrupta.
Un disco complejo que a la primera escucha te puede saturar en algunas partes, pero que va ganando con cada escucha que le das, ya que la complejidad de cada tema y el arduo trabajo en las composiciones, no se llega a apreciar a la primera. La pena es el no saber si la presencia de ese piano y sintetizadores es obra de la electrónica o de alguno de los músicos, ni saber si sucede lo mismo con el violín, ya que llevar tantas cosas pre grabadas en un portátil es algo que me suele echar para atrás a la hora de los directos.
Ya lo comprobaremos si tenemos la suerte de que puedan venir a visitarnos en alguna ocasión.
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