A pesar de que es considerado un Ep, el último trabajo de los suecos “Cult of Luna”, titulado «The raging river» lo considerábamos como un Lp corto por su duración (de poco más de treinta y ocho minutos). El disco debut de los finlandeses Stone Mamooth nos da la razón en esa aseveración, pues este sí es un “larga duración” durando prácticamente lo mismo. La diferencia estriba en que “The raging river” cuenta con sólo cinco temas, largos y desarrollados con calma, mientras que “Stone Mamooth” es una colección de nueve canciones, de poco más de cuatro minutos que en algún momento pueden resultar algo cortas, como un preludio al desarrollo de las primeras estrofas.
Y explicamos esto, pues el sonido por el que han apostado los fineses es una irresistible mezcla entre el stoner metal, con toques de “doom”. Un grupo que, por méritos propios, puede militar dentro de las imprescindibles recomendaciones, dentro de las “oleadas stoner”, de mi admirado compañero Pupilo Dilatado. Cortes cortos, sencillos y directos, como un puñetazo a la mandíbula, con esas guitarras que suenan pesadas, transitando entre Black Sabbath y la onda setentera, con múltiples registros más que van desde el metal clásico y el “doom”, cubiertos bajo el paraguas del “stoner”. Además, bajo esa portada en blanco y negro, con el extinto paquidermo en negativo, se esconde un álbum bien producido, con un quinteto formado por dos poderosas y afiladas guitarras, una sección rítmica potente de bajo y batería y la tremenda voz de Jesse Etelämäki, convincente en su tono de barítono, como un imposible cruce entre cantante de “rockabilly” y el mismísimo Glenn Danzig, en sus mejores tiempos.
Fuerte empieza el disco con “Mamooth rising”, “stoner” de “vieja escuela” en menos de cuatro minutos, espectacular de ejecución y con un estribillo, precedido de sonido espacial y unos coros bien ejecutados que contrastan con los toques “rockeros” de “Lock n load”, donde, de nuevo, vuelven a una ejecución de menos de cuatro minutos, coros adecuados en el estribillo y punteo marcado. “Greatest lover” comienza más oscuro en esos medios tiempos que van ascendiendo en potencia que con la cavernosa voz de Etelämäki, casi en modo gótico, con reminiscencias a Peter Steele de Type 0 Negative aunque sin dejar de pisar el terreno del “stoner rock”, siguiendo la estela setentera en el comienzo de “Planet mamooth”, en la onda de Jim Morrison y The Doors, hasta el cambio psicodélico desde la mitad hasta el final del breve corte, donde tras el punteo final nos quedamos con ganas de más. El comienzo de “Runaway” nos presenta un tema de influencia de Black Sabbath, de cadencia más pesada e influencias del “doom”, que se nota en el desarrollo más tranquilo, múltiples cambios de ritmo que lo convierten en la canción más larga de “Stone mamooth”, con sus más de seis minutos que enlazan con “Blind eye looking”, medio tiempo “stoner doom” que parece la calma antes de la tempestad de “Paralyzed time”, donde el metal y el “stoner “ se funden de modo perfecto en menos de tres minutos para retomar el medio tiempo, con solo el acompañamiento de las notas de guitarra para la voz de Etelämäki, en el primer minuto de “Dying hope”, con una acertada entrada del resto de instrumentos en el resto de la canción que por su estructura parece el inicio de una composición más larga, por lo tanto esos tres minutos y medio pueden servir como anticipo de la despedida del álbum con “Black & green” que sirven de compendio de todo lo escuchado con anterioridad y que marca el colofón de un primer disco que sitúa a Stone Mamooth como una banda a seguir, dentro de un movimiento como es el “stoner” que tantas sorpresas depara, como ha sucedido con los madrileños Whitegorrino, con otro primer trabajo que no dejaremos de recomendar.
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