Recordamos todavía la última ocasión que Porcupine Tree actuó en España. Fue en el Sonisphere 2010 celebrado en Getafe. Un festival “heavy” pero donde ese día pudimos ver, antes, a Anathema y de cabeza de cartel a Faith No More. Eran otros tiempos pero poco después la banda británica desaparecía y su líder, Steven Wilson comenzaba su andadura como nuevo genio del rock progresivo. Carrera que fue más o menos lógica hasta su anterior disco, el criticado “To the bone”, donde el músico cambiaba de estilo derivando hacia el pop, menos contundencia en las melodías y más presencia de sintetizadores. Como podíamos leer en la impecable reseña de nuestro compañero Laurent Berger, ecos de Tears for Fears, Kate Bush, Talk Talk, Peter Gabriel o la mismísima E.L.O. resonaban en sus canciones.

Su nuevo “The future bites” remarca, todavía más, ese cambio de rumbo. Un Lp corto, de cuarenta y dos minutos, que transita entre el pop elegante, el “soul” y la electrónica que a buen seguro va a crear cierta polémica entre sus seguidores y detractores. A pesar de no ser, ni de lejos, lo mejor que ha compuesto, sí estamos ante un notable trabajo lleno de canciones interesantes, fáciles de escuchar y con unas letras que estudia la sociedad contemporánea, la tiranía del  individualismo y la dictadura de las redes sociales. Eso que Gilles Lipovetzsky llamó “La era del vacío” o Zygmunt Bauman “la modernidad líquida”.

“Unself” es una breve introducción de algo más de un minuto que enlaza con “Self”, ese concepto sociológico que nos define como personas individualizadas en el contexto social (aunque se critique el exceso de ego de una sociedad obsesionada con la imagen que proyecta a los demás) a ritmo de funk y synth pop y con estribillo pegadizo y coreable. “King ghost” tiene reminiscencias de los antes referidos Tears for Fears, en un medio tiempo electrónico precioso al que sigue la, con probabilidad, mejor canción del álbum “12 things i forgot”. Algo menos de cinco minutos que recuerdan a los mejores Porcupine Tree (aunque también se pueden encontrar similitudes con la E.L.O.). “Eminent sleaze” juega con el “soul”, el “funk” e, incluso, el góspel sobre como la masa escucha a celebridades con argumentos hipócritas pero camuflados bajo una eterna, y preciosa, sonrisa. Cosa con la que estamos de acuerdo pues es divertido comprobar como se suele dar voz a famosos actores, modelos o cantantes, cuyos argumentos son válidos para sus seguidores aunque tengan serios problemas mentales, con drogas o alcohol, llegando a validarse sus opiniones antes de ingresar en un carísimo centro de rehabilitación. Y de la fama, llegamos a los que se acercan en demasía a otro poder mentiroso como es la política con el extraordinario “Man of the people”, un irresistible tema de pop progresivo a la altura de lo mejor de su obra. Tanto que la señera “Personal shopper”, una crítica al capital con un bailable fondo “funk” acabe resultando demasiado larga en algunos pasajes de sus casi diez minutos. “Follower” juega la baza de esos jóvenes cuya única forma de aceptación social es ser seguidos en las redes sociales, un presente que se acerca a ese futuro distópico que nos ofrecía Joe Wright en su maravilloso episodio “Caída en picado”, dentro de la tercera temporada de esa genialidad creada por Charlie Brooker y titulada «Black Mirror». Corte alegre, rápido y con predominancia del sintetizador y un punteo de guitarra distorsionada para rematar con la intimista “Count of unease” , construido en pocas notas de piano y sintetizador. Una forma de acabar de forma relajada, elevándonos al espacio sonoro al que Steven Wilson perteneció, ese progresivo de obras geniales como “Grace for drowning” o “Hand. Cannot. Erase”, ahora sustituido por un synth pop de fácil escucha, lo cual, por otro lado, no tiene que ser malo.

Steven Wilson – The Future Bites

by: Jose Luis Diez

by: Jose Luis Diez

Cinéfilo y cinéfago, lector voraz, amante del rock y la ópera y ensayista y documentalista con escaso éxito que intenta exorcizar sus demonios interiores en su blog personal el curioso observador

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

Te puede interesar

Opera Magna – Heroica

Opera Magna – Heroica

Me fascina de manera similar, como lo que casi antes de ayer alcanzaba la primera plana hoy ocupa un segundo lugar en el opaca estancia de la actualidad musical, a la vez que las décadas van pasando página dejando como índice los retazos de aquellos sonidos que...

Max Richter- In a landscape

Max Richter- In a landscape

Max Richter es uno de los grandes genios contemporáneos dentro de la música clásica. Éste “In a landscape” es su noveno álbum. Disco lleno de matices pero que entronca en intenciones a aquel fabuloso “The blue notebooks” de hace ahora veinte años. Una comparación no...

Brant Bjork Trio – Once Upon A Time In The Desert

Brant Bjork Trio – Once Upon A Time In The Desert

Cerramos trilogía de ilustres del Desierto con el último disco del prolífico workaholic BRANT BJORK. En el anterior post lo teníamos liderando en directo a su otro proyecto, Stöner, dando una lección de maneras y feeling encima de las tablas, pero hoy vuelve a la...

Stöner – Hitting the Bitching Swift

Stöner – Hitting the Bitching Swift

Después del comeback de Hermano hace algunas semanas, continuamos con esta tríada especialísima de discos Stoner que os propongo planteando a la realeza del movimiento. Turno para otros dos capos absolutos del desierto de Palm Desert y el Sky Valley, turno para...

John Serrano – Rise

John Serrano – Rise

En esta revista, estamos siempre muy atentos a lo que saca este versátil músico andaluz conocido en la escena indie, y que participa en los diversos proyectos que le proponen, siendo el más reciente el disco que reseñé en septiembre, “Providence”, de SomeWhereOut,...