1977 pasó a la historia como el año del estreno de Star wars, pero también fue el inicio de la carrera de un gran cineasta cuyo impacto cultural a nivel mundial tampoco ha sido nada despreciable: David Lynch. Eraserhead es la primera película de David Lynch y la más enfermiza de todas. Es un film extraño y hermético, una pesadilla de muy difícil asimilación por parte del espectador poco acostumbrado al cine surrealista o de arte y ensayo. Lynch se formó como pintor pero acabó entrando en el American Film Institute de Los Ángeles dónde le concedieron una beca con la que rodó Eraserhead. Lo cierto es que los profesores inicialmente no estuvieron muy conformes con un guión tan bizarro. Era una especie de guión heredero del surrealismo de Dalí y Buñuel en L’âge d’or en un opresivo mundo industrial. Pero finalmente accedieron ante las presiones del decano. Con un presupuesto muy escaso, el rodaje se alargó durante casi 5 años, rodando intermitentemente durante los fines de semana, usando a amigos como actores y sacando provecho de la escasez de medios para plasmar un mundo sórdido y ruidoso, lleno de suciedad y polución. Mientras tanto, Lynch estuvo viviendo en los establos de una antigua mansión.
El personaje principal, Henry (interpretado por Jack Nance), es un tipo con el flequillo imposible que vive en un mundo casi apocalíptico. Henry es un ser alienado, sin personalidad, incapaz de actuar ante un mundo feo y gris. Un personaje que se deja controlar por las circunstancias. Se va a casar y le aterran tanto perder su independencia como la responsabilidad de tener hijos. Henry teme que su familia le domine y anule como individuo. Él sólo puede soñar con un mundo mejor mientras mira a un radiador. Ahí es donde entra el surrealismo en una realidad bastante sórdida y anodina. Entiendo que el protagonista se ve inmerso en una pesadilla en la que Lynch acaba atrapando también al espectador. El blanco y negro de la fotografía sirve perfectamente para entender esta realidad tan deprimente. Los paisajes post industriales y el ruido son omnipresentes en todo el film.
La cosa no va mucho mejor cuando se casa con su ex novia al enterarse que ha sido padre de un
niño con aspecto de patata (o quizás sea todo una pesadilla previa incluso a conocer a la que será su esposa). La película se convierte en una experiencia angustiosa, el hijo de la pareja no deja de llorar. Los que han sido padres sabrán de lo estoy hablando. Hay una escena que se me quedó grabada a fuego, la escena de la cena: cuando Henry va a cortar el pollo, éste cobra vida y empieza a emanar de su interior un líquido negruzco. Mientras tanto, la abuela entra en un
extraño trance. Lynch contrapone el puritanismo de la familia con los movimientos obscenos del pollo y el extraño trance de la abuela.
El sexo irrumpe de forma inesperada en un ambiente totalmente opresivo. No entiendo qué se le pasó por la cabeza a Lynch al escribir esta escena pero la repulsión que provoca en el espectador está muy conseguida. El ambiente familiar y las costumbres sociales parecen provocar una tremenda repulsión en el joven Lynch.
Ese final en el que la cabeza del protagonista sirve de materia prima para hacer una goma de borrar es unos de los finales más desconcertantes que recuerdo. Supongo que Lynch querría mostrarnos el miedo de su protagonista de ser tan anulado por la sociedad que sólo sirve para hacer gomas de borrar. La implacable sociedad post-industrial y la familia tradicional se unen para anular al individuo. Pero no puedo asegurarlo, nadie puede. El cine de Lynch está abierto a múltiples interpretaciones y todas válidas. Puede que todo el film sea una pesadilla o no tenga lógica buscarle un sentido. Creo que Lynch hace muy bien en mostrar imágenes y no dar muchas explicaciones, dejando así que cada espectador saque sus propias conclusiones.
Ya desde sus inicios el cine de
David Lynch nos regala momentos sublimes de la fusión de imagen y sonido. En Eraserhead
el uso del ruido es fundamental para inducir al espectador a un estado de constante inquietud y malestar. Es más, la canción
In heaven me tiene fascinado desde que vi esta escena. No es una gran canción, pero tiene ese punto infantil y a la vez perverso que creo que influyó mucho en grupos posteriores como
Mercury Rev. Nunca entendí (ni falta que hace) qué pinta esta chica cantando esta canción dentro de un radiador, supongo que será una fantasía del protagonista que anhela llegar a ese cielo que cita la canción en el cual conseguirá lo que quiere, sea lo que sea. Por cierto,
The pixies hicieron una estupenda versión.
Probablemente sea mejor ver Eraserhead sin intentar comprenderla, sólo disfrutando (es un decir) de las desagradables imágenes y estridentes sonidos que nos ofrece.
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