Me disponía a reseñar Los vengadores: Endgame cuando descubro que no había publicado mi opinión sobre Capitana Marvel. Craso error, ya que en el plan estratégico de Marvel se hace imprescindible ver Capitana Marvel antes de afrontar la visión de Los Vengadores: Endgame.
Si DC ya tuvo su primer film protagonizado por una heroína (Wonder Woman) Marvel no se iba a quedar atrás y Capitana Marvel es su primera película sobre una súper heroína. Nunca es tarde si la dicha es buena. Con capitana Marvel las mujeres dejan de ser personajes secundarios en el universo Marvel para pasar a ser protagonistas absolutas, lo mismo que ocurrió con los negros y Pantera negra. Parece que ciertos colectivos históricamente discriminados están gozando de un merecido reconocimiento hasta en el tradicionalmente machista cine de súper héroes.
Capitana Marvel no es uno de los mejores films de la factoría Marvel pero tampoco es de los peores. Se queda en mitad de la tabla, siendo un film muy divertido pero poco trascendente. Cumple de perfecta unión entre Infinity War y Endgame mientras hace la espera a esta última más llevadera, pero no aporta nada especialmente relevante más allá de ser un digno entretenimiento y contener unos cuantos guiños y algún buen chiste. Una vez más los de Marvel han sido muy inteligentes y han sabido enganchar con el público más adulto a base de ambientar buena parte de la trama en los años 90. Es la mejor parte del film, la más divertida, que además es una delicia para los que vivimos Los noventa intensamente. Suenan Nirvana, Hole, No doubt, REM o Garbage mientras Brie Larson luce una camiseta de Nine Inch Nails (mi grupo favorito de los 90) durante buena parte del metraje. No son los únicos guiños que agradecí.
Lo cierto es que el Capitana Marvel se salva gracias a ese impagable sentido del humor propio de la factoría Marvel (nada de tomarse nada demasiado en serio) y a esa pareja casi cómica formada por Brie Larson y Samuel L. Jackson. Sus escenas juntos y su gato son lo mejor del film. Más allá de espectaculares escenas de batallas espaciales, Capitana Marvel funciona mejor cuando posa los pies en la tierra y permite a los personajes relacionarse. Esta vez los villanos son unas razas extraterrestres cuya guerra nunca me ha interesado en los cómics y en pantalla tampoco me resultaron muy estimulantes excepto el juego que le sacan a la habilidad de transformarse de los skrull. Eso sí, Jude Law me pareció un poquito fuera de lugar, me gustó mucho más el gran Ben Mendelsohn incluso enterrado bajo kilos de maquillaje.
Del apartado visual no hay nada que destacar, excelentes efectos especiales, como viene siendo habitual. Lo que sí me sorprendió gratamente fue la singular partitura de la compositora Pinar Toprak. Mujeres al poder.
Ni que decir tiene que hay un sentido homenaje a Stan Lee en los créditos iniciales, su inevitable y divertido cameo. Ah!, casi se me olvida, la escena post créditos (otro de las constantes del cine Marvel) enlaza directamente con Los vengadores: Endgame.
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