Mi abanico musical es muy amplio a la hora de llenarme los oídos. Por mis trompas de eustaquio circulan diariamente gran variedad de estilos. Y nunca cierro la puerta a descubrir algo nuevo. Pero si por algo me gusta el rock alternativo, es porque no está encorsetado en el un, dos, tres, vámonos. Es un estilo de música que tiene abierto todo el espectro, para que las notas, fluyan libres por el lienzo del silencio; que es como el blanco en la pintura. Lo que te permite estar en un estado constante de sorpresa, ante lo que puede venir desde todos los ángulos de la inspiración.
Si con los anteriores discos, Foals, habían ido aumentando su calidad en cuanto a composición de letras y sonido. Esta vez, con Everything Not Saved Will Be Lost Part 1 lo han vuelto a conseguir con un disco divertidísimo, no por ello falto de dramatismo. Un trabajo el de los de Oxford muy variado, en el que despliegan todo su potencial para cambiar de registros continuamente. Destacando también sus letras, que mantienen ese lirismo que les carateriza. Demostrando que son hábiles descifrando su lenguaje interno.
Ya lo habían avisado con anterioridad. Este disco va a ser mejor aún que el anterior. Y llenos de confianza, como mejor se hacen las cosas, presentan 10 canciones que te acompañan por un sinfín de estilos que van desde las baladas hipnóticas, Moonlight o I’m Done With The World (& And It’s Done With Me) pasando por el mathrock como en Cafe D’Athens, (canción con su recién publicado vídeo), atreviéndose incluso con el rock más clásico como es en Syrups. Quedando espacio todavía para un elaborado dance como sucede con In Degrees.
El resto de canciones, que son Sunday, On The Luna, Exits y el interludio Surf Part 1, siguen fieles al universo Foals. Aunque en las demás, se nota también esa pizca de especia que ellos saben poner a todo lo que hacen.
Como podréis comprobar Foals, que decidieron quitarse de encima las rigideces y con ello dedicarse principalmente a divertirse, llevan una progresión descomunal. Siendo una de las bandas más originales que hay por el momento. Para mí es claramente un disco del año. Un disco que no podrás dejar de escuchar en tus oídos, incluso una vez apagado el reproductor.
Ya estamos impacientes por ver el siguiente trabajo que saldrá en otoño de este año. Mientras tanto, termino con un hit que seguro sonará genial en los conciertos. Os dejo con White Onions.
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