Por si todavía no os ha quedado claro con este pequeño repaso a su trayectoria, soy fan incondicional de Denis Villeneuve. Me gustan todas sus películas. Me parece un tipo con ganas de contar buenas historias y que sabe cómo hacerlo. Sus tres primeras películas son más que recomendables. Tras la extraña Enemy, Villenueve se adentró en el terreno del thriller fronterizo con el narcotrafico como fondo. Como vemos, el canadiense es un autor todoterreno capaz de salir airoso en cualquier tipo de películas.
Villenueve demuestra que controla el oficio y el tempo cinematográfico. El canadiense sabe impactar al espectador, ya desde la escena inicial nos deja claro que algo terrible subyace bajo la aparente normalidad. Una rutinaria operación anti droga se tornará una pesadilla y ya nada podrá ponerle fin. La protagonista del film es una joven agente del FBI (Emily Blunt) que acepta la misión de cruzar la frontera para buscar a los culpables de una brutal matanza. Todo ello bajo la supervisión de la CIA. Sin embargo la compleja situación al otro lado de la frontera le harán desconfiar de todo el mundo. Los cárteles de la droga son tan poderosos que tienen sicarios en todas partes, la sensación de seguridad pronto desaparecerá y ya nadie será de fiar. Nuestra protagonista se encuentra sola en el infierno, cada uno va a lo suyo y ni siquiera las agencias gubernamentales son dignas de confianza. En tan inestable y peligrosa situación nuestra protagonista debe aprender a sobrevivir. La evolución del personaje la plasma Villeneuve convincentemente gracias a la interpretación de una excelente Emily Blunt. Villeneuve crea una tensión y una sensación de peligro inminente durante todo el metraje que acaban por explotar en un más que correcto clímax. A pesar de la aparente sencillez de la trama, Villeneuve dota a su historia de una complejidad que puede precisar de un segundo visionado para comprender todos sus detalles.
Reconozco que me dejó clavado al asiento la escena del atasco en el cruce de la frontera. Muy bien rodada y montada, sin dejar que la espectacularidad domine a la narración. Villeneuve lleva las riendas en todo momento y no permite que su film se salga del camino marcado. El guión va dejando salir a flote las motivaciones de cada personaje creando una compleja red en la que cada detalle es importante. Una pulsera, un cigarro o un inocente partido de fútbol entre críos pueden marcar la diferencia entre la vida o la muerte. Como en Enemy, cada detalle puede tener más trascendencia de la que parece a priori. Sin embargo, el film me supo a poco. Quizás tuviera las expectativas demasiado altas. Me esperaba algo más. Quizás fuera que Josh Brolin y Benicio del Toro no me convencieron en sus respectivos papeles o puede que yo tuviera un mal día. Pero me esperaba más de Villeneuve. Me esperaba ese toque de genialidad que destilan otros films suyos y que aquí no vi. No es Sicario un film carente de calidad pero sí le vi falto de personalidad. Quizás fuera un film de transición o un encargo para poder rodar La llegada.
No estamos ante la mejor obra de su autor pero sí ante un recomendable thriller fronterizo.
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