Una fría enumeración de los ingredientes que componen 12 X 5 podría conducirnos al error de tomarlo por un mero sucesor, claramente continuista con respecto a la línea marcada por England’s Newest Hit Makers. La escucha del contenido de éste elepé, sin embargo, despeja rápidamente tales impresiones, mostrándonos a un grupo que si, trabaja la misma fórmula que en su predecesor, pero corrigiéndola, aumentándola y, sobre todo, mejorándola.
Lanzado unos meses después que su primer disco grande, la banda ha adquirido en ese breve lapso de tiempo una cierta amplitud de registros y una mayor confianza en su producción propia, lo que se traduce en que casi la mitad de las canciones que dan forma al LP proceden de la dupla Jagger/Richards.
En la balanza de los préstamos artísticos cabe destacar «Around and Around» , viejo número de Chuck Berry que el combo defiende con viveza, mostrando la maestría creciente de Richard y Jones a la hora de ensamblar sus guitarras; El clásico instantáneo «It’s All Over Now» (original de Bobby Womack); El oficio a la hora de trabajar coordenadas soul en «If You Need Me» de Wilson Pickett, y, claro está, el que quizás fuese el primer corte stoniano capaz de penetrar en la cultura popular, ese portentoso «Time Is On My Side» , con su solemne intro de órgano, sus exquisitos dibujos guitarreros y esa cautivadora letra, tan falta de orgullo como llena de emoción. No en vano la de los Stones es, con mucho, la versión más conocida del tema, y eso que la de Irma Thomas no es, precisamente, moco de pavo.
En el lado de las aportaciones propias nos encontramos con un disparo del calibre de «Empty Heart», que muestra a las claras lo crudos que podían llegar a ser cuando se ponían; Cortes acústicos bien de fuerte poso blues, caso de «Good Times, Bad Times», bien atmosférico -terreno en el que parecen ir ganando enteros a cada paso- como «Congratulations». A otro nivel nos encontramos con la jam instrumental «2120 South Michigan Avenue» y la correcta «Grown Up Wrong».
En 12 X 5 The Rolling Stones comenzaban a descubrirse como algo más que unos revisionistas -exquisitos, todo sea dicho- de la música que les llegaba desde el otro lado del océano; Su personalidad empezaba a ganar enteros y a introducirse más y más en su producción. No sólo en las canciones propias, como es obvio, sino, más importante, en el material ajeno que trabajaban, constituyendo el que quizás sea el primer clásico objetivo de la banda. No sería el último.
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