En 1994, bajo la carpa del Melody Make,r en Reading; en primera fila con mi futura esposa, vi a Jeff Buckley, Morphine, They Might Be Giants, American Music Club y Tindersticks. Ahora, 28 años después, tengo la inmensa alegría de volver a disfrutar de ese viaje a tu interior más profundo al que te invita la banda británica.
Haciendo gala siempre de esa sobriedad y calidad a la hora de interpretar su repertorio, fueron desgranando un set list muy parecido a lo que habían estado tocando a lo largo de esta gira del 30 anniversario; salvo por el orden de los temas, que esta vez cambiaron de posición respecto a las otras fechas ibéricas.
También la inclusión en el último momento de la magnífica Tiny Tears en los bises, fue otro pellizco al alma y a recuerdos lejanos. Soberbios desde el primer segundo que pisan en escenario, Tindersticks te va llevando de la mano a un mundo onírico, hipnotizante, del que sales con el alma en paz.
Sólo deseas silencio durante unas horas, para poder escuchar aún en tu cabeza esas composiciones elaboradas como pequeñas joyas, por unos orfebres que parecen ser de otro siglo, ¡y lo son! Un viaje largo que se hace corto, con un público que por una vez supo comportarse y estar callado y concentrado en lo que emanaba del escenario.
Magníficos 30 años, su música no ha cogido ni una arruga, sigue tan apasionadamente inspiradora y tranquilizadora. Se despidieron con un «Take care in your dreams» muy acorde para concluir su gira.
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