Amyl es un fenómeno de la naturaleza, un prodigio; por su carácter apache y desmesurado. Canta a gritos, le encantan los enfrentamientos. Es escandalosa y llora de pura emoción, de pura rabia. Cariñosa y voraz, brusca y epidérmica, salvaje, impulsiva y amorosa. Instintiva.
La civilización no ha podido con ella. Es un animal femenino. Una hembra sanguinaria y cruel, indócil y valiente. Con un derecho natural a existir como el de las montañas, como el de los ríos. Todo lo demás no importa. Me pasaría horas hablando de Amyl, pero tengo cosas que hacer.
Suerte que los anhelos de libertad despiertan en la juventud, para no quedarnos en el sitio, como pollos en una granja. Consumiendo y produciendo en un metro cuadrado. Vamos pues con Hertz, una de las mejores canciones de Amyl And The Sniffers, que en pocas palabras nos cuentan cómo son los deseos de conocer el mundo que nos rodea, al que todos tenemos derecho. Aunque parezca lo contrario.
Gran letra y todavía mejor contextualización la tuya, enooooormes frases que anticipan a la bestia australiana. Enhorabuena querido amigo!!!
Gracias César!! viniendo de ti es un gran halago criaturil!!