Aquellos que me conocéis algo, sabeis de mis fobias con Pink Floyd, así que cuando cae en mis manos un disco cuyo primer remanente es que Alejandro Hervás en un primer momento – 2016 – pone en marcha este proyecto con el fin de participar en un tributo a la susodicha banda, mi ceja se levanta y un leve tic nervioso se apodera de mi ojo mientras el diablo que vive en mi hombro derecho me repite al oído las mismas palabras que el demonio que vive en el izquierdo. Pero Blacktown Band va tomando vida, formas, hechuras hasta consolidarse como banda definitivamente este pasado 2020 con composiciones propias para dejarnos este más que interesante disco, que merece y necesita más de una y de dos escuchas concienzudas para introducirte de pleno en su propuesta e ir asimilando los detalles que le dan la autosuficiencia que revela y engrandece la propia personalidad. Este «I (One)» es su disco debut, y además del ya nombrado Alejandro Hervás, la banda la forman Nina Agudo y Esteban Rabadán, además de la participación y colaboración de Markus Tautz y su guitarra, la batería de Emiliano Di Fiori excepto en «Living in my room» donde hace los honores Archilla Pérez y en esta misma canción el violín de María Betania. Nueve canciones, seis propias y tres covers que luego iré detallando, editado por The Fish Factory.

Abre el disco la adictiva «I really need you», su faceta rockera, potencia bien distribuida, que terminas cantando a coro con Nina y esos ajá tan pegadizos. «One, two and three men» se apoya en el riff de la guitarra de Tautz deslumbrando con influencias propias del rock clásico de los 70 y un trasfondo de aroma desértico. He necesitado escuchar con calma «Dancing in the moonlight» de Thin Lizzy en manos de Blacktown Band para formarme una idea sobre lo que me parece. Una canción arriesgada al escapar del sonido más «típico» de Lynott y que en una primera escucha, reconozco que me dejó muy frío. De no ser por la grata impresión que me produce este disco, igual hubiese quedado como idea preconcebida. Pero poco a poco he ido pillándole el rollo, hasta que al final esa adaptación que hacen llevándola a su terreno me parece bastante interesante. Y es que como dije al principio, este disco necesita atención sosegada, para ir descubriendo sus capas. La premeditada calma de «Dangerous sorrow» se maneja a la perfección en ese medio tiempo desprovisto de escarceos comerciales no necesarios y repleto de intensidad, brillando la voz de Nina y el trabajo instrumental de la banda. Por cierto, que buen gusto despliega Markus Tautz con su guitarra.

Recuperan la herencia del hard rock setentero con «The box», donde conjugan ese fantástico duelo guitarras/teclados, más a lo Uriah Heep que a lo Deep Purple, que tanto nos gusta, sí, a ti y a mí. Reseñable la capacidad de la banda de adoptar distintos registros, sin por ello dejar de ser reconocible su sonido. Sin abandonar el sonido de los 70, me llegan ciertas reminiscencias a Queen con «Living in my room», sobre todo por la melodía de voz, el piano y esas entradas con fuerza de la guitarra, además de influencias progresivas. Menos arriesgada que la de Lynott,  arremeten con «Let’s spend the night together», festiva, potente, rockera y ese rollo soul que predomina en la voz de Nina, aunque, quizás a mí me hubiese gustado un poco más salvaje. Después de desmelenarse a costa de Jagger Y Richards, bajan potencia y suben intensidad a base de sonido acústico con «I want to find out» en la que destacan esa guitarra y la voz tomando un merecido protagonismo, con cierto recuerdo a Led Zeppelin y que va adquiriendo fuerza a medida que va avanzando. Cierra el disco la tercera versión, esta vez «Hey you» de Pink Floyd. Un gran disco de una gran banda, para escuchar a menudo, copa en mano y sentidos atentos.

 

BLACKTOWN BAND – I (One)

by: Carlos tizon

by: Carlos tizon

Licenciado en el arte de apoyar el codo en la barra de bar. Comencé la carrera de la vida y me perdí por el camino, dándome de bruces con el rock and roll. Como no pude ser una rock star, ahora desnudo mi alma cual decadente stripper de medio pelo en mi blog, Motel Bourbon.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

Te puede interesar

Stan Bush – Born for battle

Stan Bush – Born for battle

En pleno 2025, el fantástico vocalista, figura legendaria ya del A.O.R. sigue en plena forma como demuestra este estupendo “Born for battle” reafirmado en las características que le convierten en la referencia magistral para aquellos que disfrutamos de los sonidos más...

Danko Jones- Leo Rising

Danko Jones- Leo Rising

Danko Jones emergió en la primera década de este siglo XXI, con un hard rock unido al punk de bandas como Hellacopters o Backyard babies. Música rápida, de buenos estribillos, fácil escucha y demoledora en directo. Por desgracia para ellos desde hace unos años...

Ael Fierlen- All is far away

Ael Fierlen- All is far away

Ael Fierlen es una banda procedente del sur de Inglaterra que unen el shoegaze de forma oscura. Un blackgaze o Post Black metal atmosférico de carácter intimista que en este álbum debut nos presentan un compendio de buen hacer, talento e interesantes canciones. Su...

Deaf Devils – Deaf Devils

Deaf Devils – Deaf Devils

¡Por fin!, ha llegado la hora de disfrutar con el debut en larga duración de mis adorados e intocables DEAF DEVILS tras tantas y tantas horas de escucha de sus singles y de presenciar una y otra vez sin descanso sus incendiarios directos. ¿Estás preparado para la...

Wildness – Avenger

Wildness – Avenger

Desconozco la razón pero no tengo dudas que los músicos suecos son quienes mejor concibieron la herencia del hard rock de la segunda mitad de los ochenta. Wildness es una de esas bandas cuyos discos son un fantástico viaje al pasado rememorando viejas glorias. Son...