Típica producción de Jerry Bruckheimer, donde la acción «a toda velocidad» y las explosiones son el auténtico protagonista (con todas las virtudes y defectos que esto conlleva) y que no difiere de otras obras del celebérrimo productor estadounidense, que sirve como carta de presentación de Nicolai Fuglsig, un realizador danés proveniente del mundo de la fotografía y que con «12 valientes» debuta en el largometraje.
El problema reside en que la cinta no aporta nada nuevo al género bélico, limitándose a ejecutar un film patriótico, maniqueo hasta la saciedad, donde los buenos son muy buenos y los malos muy malos y en el que se dota de todos los valores positivos a los doce integrantes del comando que da título a la película para mostrarlos como héroes y referentes para el público objetivo a quien va destinada la obra. Un guion sin demasiadas sub-tramas ni profundidad en los personajes, soldados de una completa integridad que tras los atentados del 11-S deciden volver a unirse como voluntarios para aventurarse en una peligrosa, y complicada, operación en Afganistán apoyando a la Alianza del Norte y tomando a caballo uno de los más importantes bastiones de los talibanes. A pesar de que todo lo que sucede es inverosímil, al inicio se nos deja claro que está basado en una historia real y el final es una loa a esos militares y su acción, buscando que el espectador más crédulo pueda dar pábulo a este vehículo propagandístico.
Aunque el guion no sea lo peor, pues la realización se deja llevar por esta corriente actual donde todas las batallas se resuelven en planos de ínfima duración en los que es complicado en más de una ocasión saber quien está disparando a quien o donde están ubicados los combatientes. Supongo que estas puestas en escena tomadas del videoclip son las que gustan a la gente pues esta forma de rodar y editar cada vez es más imitada, supeditando la inteligencia del espectador en aras de mantenerle entretenido con espectaculares bombardeos aéreos en planos generales en picado y todo tipo de disparos y explosiones, desde «bazookas», tanques e incluso un lanzamisiles. no cabe duda que es el punto fuerte de «12 valientes» y esos efectos especiales, tanto visuales como de sonido es casi lo único destacable, a pesar de dar cierta entidad al conjunto con actores de calidad, donde destaca Chris Hemsworth, de absoluto protagonista, en un rol perfecto para él y que como divertido detalle ha conseguido dar a su esposa en la vida real, Elsa Pataky, un papel como mujer del capitán. Entre los secundarios destacan los nombres de Michael Shannon que intenta dotar de carácter a un personaje sin demasiado estudio psicológico o Michael Peña, del que apenas se puede decir nada por la poca definición y nulo carácter de su soldado, definido de forma esquemática, plano y que parece que solo esté para cumplir la cuota de hispanos.
Fotografía colorista y una banda sonora tópica en películas bélicas suman parte de estos más de ciento veinte minutos que bien es verdad, salvo un pequeño «bajón» de ritmo a mitad de metraje, que resultan entretenidos y no aburren, no pueden soportar el más ligero análisis y supongo que en breve tiempo «12 valientes» se perderá en la marejada de títulos que asolan cada temporada en nuestra cartelera. Fácil de ver, fácil de olvidar.
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