Seguimos con nuestro ciclo de cine coreano, esta vez con una reciente película de terror. Me gustan las películas sobre trenes y me gustan las películas de zombies. Así pues, esta original propuesta coreana de cine de zombies ambientada en un tren me resultó de lo más atractiva. Más allá del exotismo del origen del film, la verdad es que Tren a Busán está francamente bien. No es que sea la octava maravilla ni vaya a revolucionar el cine de zombies, pero te hace pasar un buen mal rato.
El director Yeon Sang-ho había realizado hasta la fecha cine de animación y Tren a Busan es su primera película con actores. La verdad es que el tipo demuestra saber lo que se hace, no pierde el tiempo con la presentación de personajes y pronto estamos ante los primeros estados de una epidemia que convierte a los infectados en unos seres sedientos de carne humana. Vamos, un apocalipsis zombie en toda regla. Cierto que estos infectados parecen contorsionistas de circo y tienen algunas limitaciones, pero su rapidez proporciona unos cuantos buenos momentos de peligro. Lamentablemente, algunas imágenes de masas de infectados recuerdan levemente a la horrible World War Z. Al menos, la historia está muy bien llevada y consigue crear la tensión necesaria. Esos infectados cayendo sobre los vagones de tren me parecieron un hallazgo, como casi todo lo ocurrido en los andenes y las vías.
Como era de esperar, dentro del variopinto crisol de personajes que pugnan por sobrevivir tenemos una niña y una embarazada, a las que hay que sumar una anciana. Estos personajes tan vulnerables en un entorno tan limitado me lo hicieron pasar francamente mal. El film no escatima en sangre y momentos desagradables mientras los personajes van cayendo uno a uno para volver convertidos en peligrosos infectados. Como en las buenas películas de zombies, a los protagonistas les toca agudizar el ingenio si quieren sobrevivir. Las diversas estrategias para atravesar los vagones abriéndose paso entre los infectados harán las delicias de los aficionados a este tipo de cine.
Esta simple premisa de zombies en un tren sirve además para trazar un retrato de la sociedad humana, algo que ya ocurría en la estimable Snowpiercer. El miedo se apoderará de los supervivientes y les llevará a tener comportamientos insolidarios y crueles. El cine de zombies suele evidenciar cómo el miedo convierte al ser humano en un ser extremadamente egoísta. Ya sabemos que ante situaciones extremas el instinto de supervivencia prima sobre cualquier otra consideración.
Respecto al apartado actoral, la verdad es que están bastante contenidos teniendo en cuenta la tendencia a la sobreactuación de los coreanos, sobre todo ante situaciones límite. No es que los actores nos ofrezcan unas grandes interpretaciones pero dan el pego. Gong Yoo no es un gran actor pero es uno de los actores orientales más apuestos.
Por cierto, debido al tremendo éxito de esta película en Corea del Sur, 10 millones de espectadores nada menos, ya se ha estrenado la precuela de animación (Seoul Station) dirigida también por Yeon Sang-ho y que narra el origen de la infección.
Tren a Busan no es una gran película pero sí un muy digno divertimento para los aficionados al género zombie.
0 comentarios