YT2El pasado sábado por la tarde me encontraba compartiendo vagón de metro con todo tipo de vampiros, zombies y brujas, todos ávidos de un poco de pagano y festivo cachondeo y ataviados a caballo entre lo sexy y jocoso… y sus antípodas. Pero si alguien podía fardar de fiesta, me van a permitir que les diga que ese es un servidor; pues me dirigía al magnífico sarao que tenían preparado esa banda americana, legendaria como pocas, que aún lidera el veteranísimo Dave Meniketti. Y creo que mis impresiones, a priori, no eran para nada exageradas: dudo si la noche de Halloween es, como dijo cierto lumbreras de mi tierra, “la fecha más señalada del calendario satánico”, pero quiso el azar (o, para el caso, algún oscuro dios con ganas de jolgorio), que me reencontrara casi tres años justos (día arriba, día abajo, vaya), que son los que pasaron desde aquel superlativo Serie Z jerezano, con unos Y&T que ya entonces dejaron constancia de la fuerza que siguen teniendo sus shows y de lo que cuesta volver a encontrar tu mandíbula una vez pasado el huracán.

Alentados por tamaños precedentes, no costó nada llegar con el tiempo suficiente para encontrar un buen sitio cerca del escenario, donde al poco rato y con puntualidad británica de la buena (que no es la misma que la de su red de transportes), tomaron el primer asalto unos jóvenes y prometedores Vambo en calidad de teloneros que, a pesar de lo poco conocidos que eran, defendieron muy bien su repertorio, con alto contenido hard-rockero con solera y riffs; tanto que hicieron suyo el Burn de Deep Purple, para regocijo de los respetables y dejando ganas de tener más noticias de estos chicos, que desde luego aprobaron con nota.

Fue a partir de entonces cuando los fans de Y&T, que son muchos y muy grandes, empezaron a tomar posiciones cerca del apropiadamente engalanado escenario (candelabros, esqueletos, calabazas…) mientras realizaban los últimos preparativos. Nota curiosa la de los fans, porque había bastante presencia española (incluyendo la misma familia de fans, Juan Carlos, Paqui y Nathan, que vi en el Serie Z. Auténticos fans hasta la médula, creedme) y otros tantos autóctonos a los que se les veía con muchas ganas. Fue justo al terminar la cerveza de rigor cuando empieza a sonar «From The Moon» por los altavoces y el público dejó claro inmediatamente sus intenciones de juerga y el enorme cariño que todos profesamos por esta banda. Y, francamente, no es para menos, pues Meniketti es todo un señor. Tan amable y carismático tanto con los suyos como con su público, haciendo un concierto muy fluido que en ningún momento se hizo pesado mientras mantenía una química más que loable con sus compañeros de banda, unos magníficos Mike Vanderhule, Brad Lang y John Nymann. Qué queréis que os diga, me parece imposible no quitarse el sombrero al ver el trabajo de unos músicos tan grandes haciéndose su lugar en una banda con historia y un frontman que habiendo pasado carros y carretas sigue comandando el barco (¡no en vano hizo gala de su gorra de capitán!) con tanta profesionalidad, dedicación y cariño.

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Con un panorama así, no fue difícil pero no por ello menos loable defender un repertorio muy centrado, inevitablemente, en la que quizás sea la etapa más conocida de la banda, aquella que comprende entre el Earthshaker y el Contagious, ambos inclusive, junto con la obligada presencia de aquel Facemelter que grabaran en el 2010 y que a la postre fuera el último trabajo del tristemente desaparecido Phil Kennemore. Así pues, los clásicos fueron cayendo con escasa o nula presentación: la banda empezaba a tocar y en un segundo todo el público seguía los compases y estrofas de «L.A. Rocks», «Black Tiger», «Mean Streak»… un breve momento de respiro precedió a «Dirty Girl» y «Midnight in Tokyo», que fue cogiendo carrerilla hacia otros pesos pesados como «Hang ‘em High» o «Cold Day in Hel»l. Y es que no se puede fiar uno de las aguas mansas con Y&T, pues cuando creía que la cosa iba a decaer con la bajada de tempo de «I Believe in You», la banda se fue viniendo para arriba conforme avanzaba el tema y luego seguir repartiendo tralla con «Contagious» y una «Summertime Girls» que el público pedía desde los primeros momentos. También llegó, cómo no, una aclamadísima «Rescue Me» con una ilustrativa introducción por parte de Dave y un broche final de lujo a base de «Open Fire» (uno de mis momentos preferidos, por cierto), «Don’t Stop Runnin’» y un «Foreve»r coreado por toda la sala.

A la salida solo había que leer las sonrisas de satisfacción y asombro que iluminaban los rostros de los presentes para darse cuenta de que Y&T son algo muy, muy grande. Incluso tuvieron la buena deferencia de saludar a todo el que rondaba por el puesto de merchandising. Todos los habíamos pasado en grande y tuvimos la oportunidad de darle las gracias a la banda e incluso llevarnos alguna firma o foto. La guinda de un pastel de más de dos horas que no es sino otra página de la leyenda de una banda tan grande que ni su nombre es capaz de escapar ante tales ironías: fueron grandes ayer y lo siguen siendo hoy.

 

Lolo García para Rockthebestmusic

(Fotos que ilustran la crónica pertenecen al concierto del pasado día 5 de octubre en Gijón.)

by: Rockthbestmusic

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Titulado en leyes, amante del apasionante mundo de las estadísticas y desde 2007 en la Red con este artefacto llamado RockTheBestMusic. Y sí, Led Zeppelin es el mejor grupo que ha transitado por el Planeta TIierra.

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