Solo hemos tardado 9 años en que los suecos DYNAZTY vuelvan a Barcelona y aunque la espera ha sido larga, creo que ha valido la pena.
Lastima que la sala solo presentase la mitad de su aforo ocupado, pero si contamos que el mismo día habían 4 conciertos de Metal, aunque fueran de distinto estilo, hacen que todos los eventos pierdan público como en este caso.

La noche la abren el grupo catalán KILMARA, a los cuales ya habíamos visto este pasado Febrero en París teloneando a NANOWAR OF STEEL y a los propios DYNAZTY, y si en aquella ocasión estaba la banda completa, en esta su cantante Daniel Ponce, por motivos de agenda, fue reemplazado por el solvente Héctor Llauradó de gran potencia vocal demostrada en temas como «Journey to the Sun», «Wildfire», «Changes» o «Disciples» que sonaron atronadoramente incluidas en un set de 35 minutos que nos dejaron muy satisfechos.
Habían muchas ganas de ver a DYNAZTY en nuestra ciudad y lo demostró el público asistente desde el primer momento cantando y coreando a todo pulmón los temas que los suecos iban desgranado ya desde el inicio con «In the Arms of a Devil» y «Game of Faces», título de su último álbum.

«Natural Born Killer» y «The Grey» se han convertido en clásicos y que hacen movernos y cantar con fuerza, dando paso al medley instrumental compuesto por dos éxitos de la banda y un asomo al «Highway Star» de DEEP PURPLE.
Love Magnusson y Mike Lavér son un increíble dúo de guitarristas que sumados a la poderosa base rítmica formada por el bajista Jonathan Olsson y el baterista Georg Härnsten Egg crean un sonido compacto, rítmico y demoledor, poseyendo en sus filas a Nils Molin como gran frotman y mejor cantante, el cual aparece de nuevo en el momento en que empiezan a realizar un medley acústico, en el que Georg abandona sus parches para situarse tras los teclados, y que finalizan con la interpretación de «Yours».

«Calle of The Night» y «Firesing» dan paso a un pequeño solo de batería tras el que sonará «Presence of Mind» que dará por finalizada la primera hora de concierto, aunque rápidamente regresan al escenario para atacar con el exitazo «The Human Paradox» continuar con «Devilry of Ecstasy» y dar fin al show con una excesivamente alargada «Heartless Madness».
Ha sido la actuación en que he visto a Nils más sonriente y activo hasta ahora, incluidos los que realiza con AMARANTHE, y el mejor a nivel vocal, y además lo divertido que es ver a los músicos midiendo la altura de las luces al subirse a los podios que llevaban al frente del escenario debido a la alzada de ellos.

Aunque creo que teniendo un tema de despedida tan contundente no hace falta estirarlo tanto, cuando si tocas dos temas más llegas sobrado a los 90 minutos y no aburres, según a quién.
Por lo demás, un auténtico 10!




















0 comentarios