Primero de los conciertos de Solera y Compás, la denominación que propone las Bodegas González Byass para su ciclo de flamenco donde presentan lo más granado del panorama patrio.

Así que ante un Patio de la Tonelería abarrotado se presentaba un programa doble de envergadura con Rancapino Chico y María Terremoto. Una noche de muchos quilates para el amante del flamenco en sus formas más puras donde los dos protagonistas nos ofrecieron su distinta forma de entender y acometer este estilo musical tan andaluz, parte del patrimonio de esta tierra.

El primero en aparecer por el escenario era el chiclanero Rancapino Chico, acompañado el cantaor por cuatro palmeros y guitarra, comenzando fuerte con tientos, tarantos y una alegría de Cádiz.

Se nota las tablas adquiridas por los años que le han permitido brillar en el escalafón, miembro de una saga capital en la provincia de Cádiz. Habla sobre ello mientras sigue ofreciendo tangos o bulerías, unos más célebres como aquel mítico que suena “Rosa maría, Rosa María, si me quisieras que feliz me harías” que acaba con el público en pie tras una hora de actuación.

María Terremoto jugaba en casa pues es de Jerez de la Frontera, algo que tras el primer saludo confiesa que le impone pues se le hace difícil no acordarse de los que ya no están junto a llevar a su ciudad por bandera. Le acompañan guitarra y dos palmeros.

Repertorio algo menos académico que el de Rancapino pero que ofrece la posibilidad de disfrutar de dos maneras de entender el cante. Y entre soleá, seguiriya, tango o bulerías avanza otra hora de arte, donde la jerezana cantó sentada y de pie y bailó, primero con tacones y luego descalza. Momento de intensidad cuando dedicó un tema a su padre fallecido en otra hora genialmente aprovechada.

Como fin de fiesta se pudo ver a los dos cantaores juntos. Dos triunfadores en su provincia, flamenco de “altos vuelos” el que ofrecieron en una calurosa noche en el ciclo Solera y Compás tanto Rancapino Chico como María Terremoto.

Fotografías: Adrián Fatou (cortesía de la organización)

by: Jose Luis Diez

by: Jose Luis Diez

Cinéfilo y cinéfago, lector voraz, amante del rock y la ópera y ensayista y documentalista con escaso éxito que intenta exorcizar sus demonios interiores en su blog personal el curioso observador

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