Me levanto por la noche
y no tengo nada que decir.
Llego a casa por la mañana
y me voy a la cama sintiéndome igual,
no soy nada más que cansancio.
Tío, estoy ya cansado y aburrido de mí mismo.
Oye, cariño, me vendría bien un poquito de ayuda.
No se puede encender un fuego,
no puedes encender un fuego sin una chispa.
Este pistolero se alquila,
aunque solo estemos bailando en la oscuridad.
Los mensajes cada vez son más claros,
la radio está encendida y ando moviéndome por la casa,
me miro en el espejo,
quiero cambiar de ropa, de peinado, de cara.
Tío, no voy a ninguna parte,
estoy aquí viviendo en un cuchitril como este.
Algo está pasando en algún lugar,
cariño, sólo sé que es así.
No se puede encender un fuego,
no puedes encender un fuego sin una chispa.
Este pistolero se alquila,
aunque solo estemos bailando en la oscuridad.
Te quedas sentado haciéndote mayor,
hay alguna broma en alguna parte y yo soy el chiste.
Me sacudiré este mundo de los hombros,
vamos, cariño, me reía de mí.
Quédate en las calles de esta ciudad
y te harán picadillo, ya lo verás.
Dicen que hay que mantener ese hambre.
Escucha, cariño, me muero de hambre esta noche.
Me muero por un poco de acción,
estoy harto de estar aquí sentado tratando de escribir este libro.
Necesito una reacción amorosa,
venga, nena, dame al menos una mirada.
No puedes encender un fuego
aquí sentada, llorando por un corazón roto.
Este pistolero se alquila,
aunque solo estemos bailando en la oscuridad.
No puedes encender un fuego
preocupado por ese tu pequeño mundo que se desmorona.
Este pistolero se alquila
aunque solo estemos bailando en la oscuridad.
Aunque solo estemos bailando en la oscuridad.
Aunque solo estemos bailando en la oscuridad.
Aunque solo estemos bailando en la oscuridad.
Escucha, cariño…
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