El poema de hoy es un complicado texto de Emily Dickinson. Al no tener título específico se pone el nombre del primer verso, como sabéis. Mientras lo iba traduciendo, me ha venido a la mente Platón. En «Fedro», Platón describe una alegoría en la que el alma es comparada con un carruaje tirado por dos caballos. Uno de los caballos es noble y bien comportado, mientras que el otro es desobediente. El conductor del carruaje (que representa al alma racional) debe guiar a los caballos (que representan las emociones y los deseos) de manera adecuada para alcanzar la verdad y la armonía. 

También hay un verso complicado que he resuelto con suerte. Se trata del juego del Corro de la patata, con el que los niños juegan y corren en círculos. En inglés sería Ring Around the Rosie. Solo que en el poema está sintetizado. A mi modo de ver. También creo que en el verso We passed the Fields of Gazing Grain, se refiere a ese Grano Contemplativo (los girasoles que miran fijamente al sol). Espero que os guste el resultado.

 

Because I could not stop for Death (479)

 

Because I could not stop for Death –
He kindly stopped for me –
The Carriage held but just Ourselves –
And Immortality.
 
We slowly drove – He knew no haste
And I had put away
My labor and my leisure too,
For His Civility –
 
We passed the School, where Children strove
At Recess – in the Ring –
We passed the Fields of Gazing Grain –
We passed the Setting Sun –
 
Or rather – He passed Us –
The Dews drew quivering and Chill –
For only Gossamer, my Gown –
My Tippet – only Tulle –
 
We paused before a House that seemed
A Swelling of the Ground –
The Roof was scarcely visible –
The Cornice – in the Ground –
 
Since then – ‘tis Centuries – and yet
Feels shorter than the Day
I first surmised the Horses’ Heads
Were toward Eternity –
 
 
 
 

Porque no pude detenerme ante la Muerte (479)

 

Porque no pude detenerme ante la Muerte—
ella, amablemente se detuvo por mí—
El carruaje nos llevaba sólo a nosotras—
y a la Inmortalidad.

Lentamente nos impulsábamos—ella, no conocía la prisa
y yo dejé a un lado
mi trabajo y mi entretenimiento también,
por su civismo—

Pasamos por la escuela, donde los niños juegan
en el recreo— al Corro de la patata—
Cruzamos los campos de ese Grano Contemplativo—
Nos encontramos con el Sol de Poniente—

O más bien— él nos encontró—
El rocío esbozaba temblorosa y fríamente—
pues sólo era Gasa fina mi vestido—
mi estola—sólo de tul—

Nos detuvimos ante una Casa que parecía
un abultamiento del Suelo—
El tejado apenas era visible—
la cornisa— en el suelo—

Desde entonces — han pasado Siglos— y aún así
se nota más corto que el Día
lo que primero supuse, que las Cabezas de los Caballos
se dirigían hacia la Eternidad—

 
by: Angel

by: Angel

Melómano desde antes de nacer, me divierto traduciendo canciones y poesía. Me gusta escribir. Soy un eterno aprendiz y bebo de casi todos estilos musicales, pero con el buen rock alternativo me derrito.

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