A su quinta temporada llega “Todas las criaturas grandes y pequeñas”, serie británica, estrella en el Channel 6 que sigue la estela creada por “Los Durrell”, marcada por los buenos sentimientos y el tono amable.
De nuevo, vuelve a lograr un tono notable, tras una pequeña caída de calidad al apostar por la corrección política actual, lo que distanciaba al espectador al incluir un catálogo de razas, e incluso religiones, en un entorno tan cerrado como la campiña del norte inglesa, en concreto Yorkshire. Algo que en esta ocasión no crea tanta perplejidad pues está mejor incluido (como ejemplo, uno de los pilotos de aviación es hindú pero en un contexto bélico).
Como novedad, dejamos a James Herriot unido a la RAF para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Por avatares y enfermedad, deja el cuerpo y vuelve a sus labores veterinarias en Darrowby, compartiendo labor con Siegfried, el nuevo ayudante y regresa Tristan de luchar en la campaña de El Cairo. En el capítulo femenino, la señora Hall ingresa en la Guardia Nocturna, alternando su trabajo de ama de llaves en Skaldale y Helen sirve de amable contrapunto, liberada de cargas laborales mientras cuida al retoño recién nacido que ha tenido con su amado James.
El serial de Brian Percival sigue funcionando merced a unos guiones donde se idealiza la vida agraria y rural y donde todos los roles, con sus defectos, son buenas personas y dispuestas a ayudar. Una de esas que podría entrar en la categoría de bonita, más que buena o mala. Una “rara avis” en estos tiempos donde suele primar la fealdad y los instintos mezquinos. Lo cuál se agradece. Un Percival, todo un especialista en estas lides pues es responsable de la dirección de “totems” como “Downton Abbey” o creador de “Norte y sur”.
Por lo tanto, sigue ofreciendo lo que se puede esperar de un producto como este: dirección académica, basada en los paisajes y en una luminosidad en la fotografía que acreciente los buenos sentimientos de los personajes, bien interpretados por el cuarteto protagonista compuesto por Samuel West, Nicholas Ralph, Anna Madeley y Rachel Shelton, a quien se vuelve a unir Callum Woodhouse.
El resultado final sigue siendo notable, con el buen hacer de este tipo de series británicas en lo formal y situaciones argumentales que siempre van a terminar bien. O como explicaban en otra producción de similar tenor como era “El exótico Hotel Marigold”: “-si no acaba bien es que no ha llegado el final-”
0 comentarios