Robert Zemeckis es un director infravalorado, considerado como discípulo de Spielberg ha unido siempre en sus películas los buenos sentimientos (algo naif para algunos) con los efectos especiales, filmando arriesgadas obras como la trilogía de “Regreso al futuro”, “¿Quién engañó a Roger Rabitt?”, “Contact”, “La muerte os sienta tan bien” o “Forrest Gump”. Cine para todos los públicos pero donde unía animación con acción real, efectos visuales integrados en la historias o pasados y futuros de toda índole.
Esta “Here (aquí)” es un proyecto de una entidad considerable pues lo que se nos narra en la vida de varias familias en el escenario del salón de una casa. Para colmo, prácticamente todo el metraje está rodado en un plano fijo. Algo que hasta ahora no se había llevado a cabo. Pero como Zemeckis es un artista hollywoodiense (en el buen sentido de la palabra) en su casi hora y tres cuartos no aburre, merced a un guion sensible y bien llevado que firma junto a Eric Roth, basándose en una novela gráfica. Para llevar a buen puerto semejante empresa impresiona el magnífico uso de las transiciones, el ritmo de la edición, la fotografía de Don Burguess y la gran banda sonora de Alan Silvestri, su músico de cabecera, con un tema central que recuerda al de “Forrest Gump” en lirismo, algo que tampoco se puede obviar al volver a unir a la pareja conformada por Tom Hanks y Robin Wright, a los que rejuvenece por ordenador llevándolos a los tiempos de “Despedida de soltero”, “Big” o “La princesa prometida”. Un alarde visual que culmina con los efectos que representan diferentes épocas, desde el periodo de los dinosaurios, su extinción y la glaciación, los indios, la independencia estadounidense de los británicos y todo el siglo XX hasta la actualidad. Algo que nos conduce a “El árbol de la vida” de Terrence Malick o “A ghost story” de David Lowery.
Un brutal ejercicio de autor tanto en cómo lo cuenta como en lo que cuenta pues lo que se nos narra es la vida misma (aquella que no supieron mostrar las Wachowski en “El atlas de las nubes”). el sueño de Cesare Zavattinni, guionista de Vittorio De Sica, cuyo anhelo era contar la vida de un oficinista, algo que no consiguió aunque nos dejó obras maestras absolutas del neorrealismo, con gente corriente encabezando el reparto. Lo mimo que sucede en “Here (aquí)”.
No logramos entender como esta genialidad no está teniendo mayor repercusión. Imaginamos que es cine de otro tiempo, de otra época más basada en emocionar y sorprender que en epatar y escandalizar al espectador, como podemos comprobar en las recientes nominaciones de los Globos de Oro donde “Here (aquí)” no ha conseguido ninguna candidatura frente a cintas mediocres pero con ínfulas artísticas como “Emilia Pérez”.
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