Pensando qué podría hacer para volver a ver esas películas clásicas que tanto me gustan, se me ocurrió que podría elaborar un reportaje sobre parejas de cine míticas, no solo aquellas duplas que sean pareja sino los que hayan hecho varias grabaciones juntos y sean recordados por ello.
Hay multitud, incluso algunas personas que han tenido varias parejas por las que son recordados, pero voy a dejarlo en 15, eligiendo 1 sola cinta por cada dúo. Seguro que me dejo más de una, de las que a ti más te gustan, pero estas son las que recuerdo especialmente porque me atraen fundamentalmente y sus colaboraciones son especialmente apreciadas por mí.
Como siempre, vamos a seguir un criterio como cualquier otro, el cronológico. Partiendo de quién nació antes, vamos a elegir 15 parejas que han marcado historia en el séptimo arte y rodaron un puñado de películas juntos que, todavía hoy, siguen recordándose como emblemas del cine clásico. Elegimos 15 parejas del cine clásico, nacidos en los albores del cine, siendo considerados, muchos de ellos, como iconos del mismo por unas u otras razones.
Hoy es el cumpleaños de mi hija y todos estos años me ha visto viendo películas clásicas una y otra vez, aguantando cuando le ponía cintas en b/n de pequeña y resistía por estar conmigo. Hoy cumple 20 años y esta última locura va para ella.
Ahí van y, como siempre digo, gracias por leer:
1.– Fred Astaire (10/5/1899) & Ginger Rogers (16/7/1911):
Fred nació en 1899 y mucha gente lo considera el mejor bailarín de la historia, capaz de bailar con lo que tuviera al lado, una persona, una escoba o una silla. Sus gráciles movimientos, siempre elegantes le llevaron al cine, donde protagonizó muchos de los míticos musicales de los años 30 y 40 junto a varias parejas. Iconos como Rita Hayworth o Cyd Charisse fueron de las más famosas, pero fue sin duda Ginger Rogers su partenaire más reputada y con la que compartió más films.
Ginger Rogers nació en 1911 y con la llegada del sonoro se asentó en Hollywood siendo la pareja más mítica de los musicales que protagonizaba con Fred Astaire y que tanto éxito tuvieron en la época. Siempre intentó potenciar su carrera en solitario y apareció en notables películas cómicas o dramáticas junto a estrellas cinematográficas como “Damas del teatro” con Kate Hepburn o “Ardid femenino” con Jimi Stewart, aunque siempre será recordada por los musicales que protagonizó junto a Fred Astaire, porque Ginger y Fred siguen bailando allá donde estén.
“Sombrero de copa” de Mark Sandrich (1935):
Jerry Travers (F. Astaire) es una estrella de la comedia musical que estrena en Londres y se aloja con su productor en el hotel. Allí conoce a Dale Tremont (G. Rogers) y se enamoran, pero los enredos en que se meten hacen que ella le confunda con el productor Horace Hardwick (E. Everett Horton), marido de su amiga Madge (H. Broderick). Todos los líos se aderezan con números musicales que demuestran la inestimable química que poseían Fred y Ginger bailando juntos, e incluye una de las canciones más conocidas de su repertorio, Cheek to cheek de Irving Berlin.
Es una delicia constante, con bailes y confusiones cómicas continuas y la confirmación de que Fred era un grandioso bailarín, y Ginger era una bailarina espectacular y una actriz de primer nivel. Llegaron a compartir escenas durante 8 películas, pero puede que esta sea la mejor, y quedaron como una de las parejas definitivas del cine clásico.
2.- Charles Laughton (1/7/1899) & Elsa Lanchaster (28/10/1902):
Charles nació en 1899 y, a través del teatro, llegó al cine en los últimos años 20, conociendo a la que sería su esposa Elsa Lanchaster. Su reconocimiento teatral le llevó a girar por Estados Unidos llamando la atención de Hollywood, asentando su carrera cinematográfica en los primeros años 30, protagonizando al poco tiempo los proyectos en que se involucraba y llegando a ganar 1 Oscar de los 3 a los que estuvo nominado.
Elsa Lanchaster nació en 1902 y, pese a que estuvo nominada en 2 ocasiones al Oscar y compartieron pantalla en algunas cintas míticas, siempre será recordada como La novia de Frankenstein, con una imagen rompedora y atractiva. Su matrimonio con Laughton les hizo cooperar en el trabajo en un puñado de películas, aunque puede que sea su trabajo con Billy Wilder de los más recordados.
“Testigo de cargo” de Billy Wilder (1957):
Una película emblemática, quizás la mejor adaptación que se haya hecho jamás de una obra de Agatha Christie, realizada por uno de los maestros indiscutibles de la historia del cine y con un elenco absolutamente espectacular. El texto, adaptado por el propio Billy Wilder y Harry Kurnitz, presenta la acusación a un joven inglés por el asesinato de la Sra. French que le ha dejado todo su patrimonio en el testamento. La lucha en los tribunales entre el fiscal y la defensa, los diversos testigos y contrarréplicas para anular los testimonios y los continuos giros que la historia va sufriendo van de la mano con la peculiar personalidad de un abogado tan brillante como débil de salud. Las peleas constantes con la enfermera encargada de cuidarle van paralelas al juicio, tan agitadas como lúcidas. El enorme carisma de los actores protagonistas es aún mayor cuando son capaces de aprovechar al máximo un guión tan sobresaliente y espectacular, de esos que no te cansas de ver aunque sepas cómo acaba.
La pareja formada por Charles Laughton como abogado defensor y Elsa Lanchester como su enfermera es tan sublime como el matrimonio encarnado por Tyrone Power y Marlene Dietrich, tan icónicos como atractivos, aprovechando al máximo la intervención de unos actores secundarios grandiosos como John Williams, Una O’Connor o Ian Wolfe, capaces de dejar su seña en unos personajes tan marcados.
La película estuvo nominada a 6 premios Oscar en un año que presentaba joyas como “El puente sobre el río Kwai” o “12 hombres sin piedad”, dejándole sin ninguna estatuilla dorada.
3.- Humphrey Bogart (25/12/1899) & Lauren Bacall (16/9/1924):
Humphrey Bogart fue otro icono nacido en 1899 y, tras combatir en la IGM, llegó a Hollywood, donde intentó labrarse una carrera con la llegada del sonoro. Tras muchos papeles secundarios y con una imagen alejada del habitual protagonista romántico, fue con el cine negro donde encontró un filón, siendo secundario habitual en cintas protagonizadas por Edward G. Robinson, Leslie Howard o Bette Davis. Éxitos como “El bosque petrificado”, “La mujer marcada” o “Calle sin salida” le dieron un nombre y películas tan insignes como “Ángeles con caras sucias”, “Los violentos años 20”, “El halcón maltés” o “El último refugio” ya le convirtieron en un rostro reconocible y necesario en cualquier historia del género. Aunque fue su icónica presencia en “Casablanca” la que terminó de convertirlo en el imagen cinematográfica que sigue siendo hoy en día. A partir de ahí ya fue protagonista absoluto de todos los trabajos en que se involucró y fue la cara visible en un montón de películas míticas del Hollywood clásico, llegando a ganar 1 Oscar por “La reina de África”.
Lauren Bacall, nacida como Betty Joan en 1924, debutó en el cine de manera espectacular de la mano de Howard Hawks en una película que le unió a Bogey. Su vida y su carrera iban de la mano junto a Bogart en esos primeros años en Hollywood. Desde esos éxitos iniciales ya se labró una carrera personal, apareciendo junto a otras estrellas del momento y siendo un rostro reconocido y respetado más allá de su matrimonio. La muerte de Bogey le acercó más al teatro y a Broadway, dejando el cine como algo más secundario, pero siempre quedarán un puñado de cintas memorables en que aparece, siendo las que compartió con Bogey las mejores para el cinéfilo clásico.
“Tener y no tener” de Howard Hawks (1944):
Una de las cumbres máximas del cine negro, con casi todos los elementos necesarios para que así sea. Todo surgió de una apuesta del director Howard Hawks con el novelista Ernest Hemingway, afirmando que podría hacer una gran película con la peor de sus novelas. Y lo consiguió. Cierto que se rodeó de grandes mimbres para ello, con él mismo en la dirección, Jules Furthman y William Faulkner en la escritura del guión, Franz Waxman como responsable de la partitura musical, Sidney Hickox de la fotografía en b/n, y una serie de intérpretes de primer nivel. Humphrey Bogart era una gran estrella y protagonista absoluto de la cinta, pero le acompañaron el debut de Lauren Bacall, la maestría de Walter Brennan para crear personajes secundarios de importancia suprema (ya había ganado 3 Oscar como Mejor actor secundario), o rostros muy conocidos y representativos como Hoagy Carmichael o Sidney Greenstreet.
La historia se centra durante la IIGM, en una isla caribeña perteneciente a Francia, y las intrigas políticas y sociales sirven de excusa para crear unos personajes icónicos al servicio de un guión de hierro. Harry Morgan (Bogey) llama Flaca a Slim (Betty Bacall), y le pide que ande a su alrededor para ver que no hay nada que le ate. Slim nos recuerda como se silba, uniendo los labios y soplando, o Eddie (Brennan) que no para de preguntar si nos picó alguna vez una abeja muerta. Una absoluta delicia en una año tan mágico como 1944, uno de los más grandes de la historia del cine.
4.- Spencer Tracy (5/4/1900) & Katharine Hepburn (12/5/1907):
Nacido en 1900 y ganador de 2 Oscar de 9 nominaciones, Spencer Tracy está considerado como uno de los mejores actores de su generación. Como la gran mayoría, inició su carrera en el teatro y fue al llegar los años 30 cuando pasó a Hollywood. Tras su contrato con la Fox, firmó con MGM en 1935 y su carrera despegó. Allí le unieron con otras grandes estrellas y directores y ofreció lo mejor de su carrera, ganando 2 Oscar y siendo nominado 7 veces más como Mejor actor. Una de esos trabajos le unió a Katharine Hepburn y, aunque nunca se divorció de su mujer, mantuvieron una relación conocida por todo el mundo hasta la muerte del actor.
Kate nació en 1907 en una familia acomodada y, tras pasar por Broadway, llegó a California en los años 30, forjando una carrera que le otorgó 4 Oscar de las 12 nominaciones que logró acumular. Pese a ser considerada veneno para la taquilla durante una época, ha protagonizado alguna de las mejores películas de la historia del cine, destacando su colaboración con el director George Cukor, y su cara es conocida en todo el mundo.
Ambos trabajaron juntos en varias ocasiones, pero puede que esta comedia, dirigida por el inevitable Cukor, sea mi favorita.
“La costilla de Adán” de George Cukor (1949):
Adam Bonner (S. Tracy) y Amanda (K. Hepburn) son un matrimonio dedicado a la abogacía, él como fiscal del distrito y ella como abogado defensor, cuando descubren un caso en la prensa que les hace enfrentarse en los tribunales… y en casa.
La mezcla perfecta de screwball comedy y romántica viene de la mano de un especialista como George Cukor, contando con la química perfecta de la pareja protagonista, de comediantes de primer orden como Tom Ewell (el vecino de Marilyn en “La tentación vive arriba”), Jean Hagen (de corta y espectacular carrera en sus inicios como en “La jungla de asfalto” o “Cantando bajo la lluvia”) o Judy Holliday (fantástica en “Nacida ayer” o “La rubia fenómeno”), y un guión extraordinario, repleto de dobles juegos acentuados por la maestría del director para mostrar los gestos o miradas cómplices de los actores. La guerra de sexos en tono sarcástico e hilarante.
5.- Lawrence Olivier (22/5/1907) & Vivien Leigh (5/11/1913):
Nacido en 1907, Lawrence Olivier fue considerado el mejor actor del mundo en su época. También dirigió y trabajó mucho en el teatro. La película “Inglaterra en llamas” le unió a Vivien Leigh, y combinaba su trabajo en Hollywood con la actuación en su país. En 1944 dio el paso a la dirección, como no podía ser de otra manera, adaptando a Shakespeare, y sus obras “Enrique V”, “Hamlet” o “Ricardo III” están consideradas como mitos en las adaptaciones shakesperianas. Ganó 4 Oscar, 2 de ellos honoríficos.
Vivien Leigh nació en 1913 y siempre será recordada por sus papales de Scarlett O’Hara en “Lo que el viento se llevó” y Blanche DuBois en “Un tranvía llamado deseo”, pero sus 20 años de matrimonio con Lawrence Olivier y sus famosos trastornos bipolares hacen que olvidemos parte de su carrera y que su figura va unida inevitablemente al séptimo arte.
“Lady Hamilton” de Alexander Korda (1941):
El director de origen húngaro es de una importancia capital en el cine británico de la época. Es el fundador de London Films, responsable de una gran selección de cintas predominantes de las islas en esa época, y además de producir y escribir, dirigió alguna de las más destacadas, como “La vida privada de Enrique VIII” que dio el Oscar a Charles Laughton, o esta que elegimos que volvió a unir a Vivien y Lawrence.
Emma (V. Leigh) se casa con el embajador británico en Nápoles (A. Mowbray), pero Nelson (L. Olivier) aparece en sus vidas tranquilas y cómodas para convertir una cinta de época en un drama romántico. El drama generado por la heroicidad de Nelson ante la guerra contra Napoleón y la lucha romántica entre su esposa Frances y su amor Emma componen un romance épico en plenas guerras napoleónicas. La cinta fue nominada en 4 apartados para los Oscar, ganando el de Mejor sonido.
Lawrence Olivier ya era considerado uno de los mejores actores británicos y había protagonizado alguna cinta de éxito como “Cumbres borrascosas”, “Más fuerte que el orgullo” o, sobre todo, “Rebeca”. Y Vivien Leigh ya se había convertido en un icono mundial como Scarlett O’Hara en “Lo que el viento se llevó”, pero seguía agrandando su figura y su carrera, corta pero intensa. Una pareja que sobrepasó los tabloides de la época con talento.
6.- John Wayne (26/5/1907) & Maureen O’Hara (17/8/1920):
El Duque fue otro de esos iconos cinéfilos que nació con una diferencia de apenas 15 días en 1907, junto a Kate Hepburn y Lawrence Olivier. Su juventud estuvo marcada por el deporte en la universidad, pero al poco empezó a hacer pequeños trabajos secundarios en el cine, conociendo a Tom Mix o John Ford, que lo convirtió en el icono mediático que llegó hasta nosotros con “La diligencia”. Sus trabajos con él, más de una docena de veces, lo convirtieron en la imagen del western, auténtico referente del género y la cara que todos cuando hablamos del género. Formó parte de la camarilla de Ford juntó a un montón de actores recurrentes (Ward Bond, Victor McLaglen, Harry Carey jr., Ben Johnson…), pero fue su unión con Maurren O’Hara una de las que más recuerda el aficionado al cine, protagonizando un puñado de clásicos juntos.
La conocida como Reina del Technicolor nació en Irlanda en 1920. Sus inicios en el cine van de la mano de Charles Laughton, aunque fue en 1940 cuando apareció John Ford, llegando a trabajar con él media docena de veces, casi siempre unida a la figura de Wayne. Llegó a ganar un Oscar honorífico por toda su carrera poco antes de morir, pero siempre recordaremos a esa pelirroja con carácter que ponía en su sitio a casi todos los que tenía cerca.
“El hombre tranquilo” de John Ford (1952):
John Ford se inventa una realidad paralela en Irlanda y crea un misticismo especial en un pueblo inventado, con unas tradiciones costumbristas y unos personajes carismáticos y especiales. Con John Wayne y Maureen O’Hara como protagonistas, los secundarios son casi tan importantes como ellos. Barry Fitzgerald es Michaleen encargado de los prolegómenos románticos de todas las parejas del pueblo y de beberse todo lo que caiga al alcance; Ward Bond y Arthur Shields son los curas, católico y protestante, tan respetados como importantes en la trama; Victor McLaglen es el hermano de Mary Kate, de importancia suprema tanto en la población como en la trama familiar; cualquiera de los vecinos del pueblo dan el toque justo de comicidad o tradición en la población escondida en la Irlanda profunda (el mayor retirado del ejército que no se inmuta ante los tumultos en la taberna del pueblo, los 2 miembros del IRA que andan tras casi todas las concentraciones populares, los conductores de la locomotora que siempre va con retraso…). Una joya que se ha convertido en uno de los referentes absolutos dentro de la comedia romántica de toda la historia del cine.
¡Homérico!
7.- Errol Flynn (20/6/1909) & Olivia de Havilland (1/7/1916):
Nacido en Australia, Errol personifica al héroe romántico del cine clásico, aunque su vida deja por los suelos su leyenda. Aventurero, vividor, bebedor, hiperactivo, libérrimo, sarcástico y la figura que tomó el lugar de Douglas Fairbanks como el protagonista de casi todas las películas de aventuras de los finales años 30 y primeros 40 del siglo XX. Sus múltiples idilios y adicciones no mancha la unión con la actriz que más veces le acompañó. Aunque se odiaban, llegaron a protagonizar casi una decena de películas, la mayoría de las cuales se consideran clásicos absolutos del cine de aventuras. Su vida terminó alcoholizado, arruinado y siendo habitual verlo por Mallorca, vestido con trapos raídos en busca de otra copa.
Olivia de Havilland nació en 1916, pero desde el principio formó pareja con Errol Flynn en la Warner Brothers, con Michael Curtiz como director en la mayoría de ellas. El paso que le dio un fundamento mayor en su carrera puede que fuera la aparición en “Lo que el viento se llevó”, paso para desvincularse de su unión con Flynn y abordar una carrera sólida que le proporcionó 2 Oscar en la década de los 40. También recordamos el odio que sentía hacia su hermana Joan Fontaine. Sus últimos años profesionales los dedicó al teatro y la televisión, aunque nadie nos hará olvidar a una de las parejas definitivas del cine de aventuras clásico.
“Robin de los bosques” de Michael Curtiz & William Keighley (1939):
Ricardo I de Inglaterra ha sido arrestado al volver de las cruzadas y su hermano Juan gobierna con mano tiránica, sembrando de impuestos y muerte la vida de sus súbditos. Robin de Locksley se erige como el héroe de los oprimidos y reúne en el bosque de Sherwood a un grupo de leales a Ricardo que luchan contra la tiranía de Juan y sus adláteres.
La magnífica dirección de Curtiz y Keighley llenando de acción, dinamismo y sentido del humor el metraje, y la enorme química entre la dupla protagonista, cuyas miradas y sonrisas llenan toda la pantalla, se aprovecha de un reparto brillante (C. Rains, B. Rathbone, U. O’Connor, E. Palette, P. Knowles…) para convertir a esta película en uno de los referentes definitivos del cine de aventuras de toda la historia y la mejor adaptación de las realizadas sobre la figura de Robin Hood, convirtiéndola en un clásico intachable.
Ganó 3 premios Oscar (Dirección artística, montaje y BSO) de las 4 nominaciones con las que partía, y se implantó en la mente de todos los amantes del cine sellando a la dupla protagonista como referentes absolutos del género.
8.- Glenn Ford (1/5/1916) & Rita Hayworth (17/10/1918):
Nacido durante la IGM, pasó por alguna compañía teatral antes de pasar al cine a finales de los años 30. Tras la IIGM llegaron sus años de más éxito, con varios títulos emblemáticos del cine negro o el western y su carrera se extendió durante más de 40 años.
Rita Hayworth nació en 1918 y desde muy pequeña su padre la explotó como bailarina. Fue una de las parejas de baile más reconocidas de Fred Astaire y estuvo casada con Orson Welles, pero su unión más duradera y fructífera en el mundo del cine fue con G. Ford, manteniendo una relación de amistad durante muchos años y llegando a trabajar juntos en varias cintas.
“Gilda” de Charles Vidor (1946):
Una de las cumbres del cine negro emparejó de manera definitiva a Glenn Ford y Rita Hayworth, como una pareja de perdedores enamorados que pasan por todo tipo de vicisitudes. Johnny Farrel (G. Ford) es un buscavidas que, por casualidad, conoce a Balin (G. Macready) cuando le salva la vida y lo convierte en su mano derecha en el casino que regenta en Argentina. Un viaje repentino de Balin le devuelve casado con Gilda (R. Hayworth), enfrentando el pasado de ambos con su nueva realidad. Los planes ocultos del ambicioso empresario chocan con la vida que se le ha presentado a Johnny y Gilda, luchando contra ese amor que les unió en el pasado y les enfrenta ahora.
Mucha gente la recuerda por las famosas escenas de Rita quitándose el guante, de Glenn abofeteándola o de alguna de las canciones que ella canta como “Put the blame on me”, pero también es muy destacable el guión de Marion Parsonnet, la fotografía en b/n de Rudolph Maté o la música de Hugo Friedhofer, aderezada con una química especial entre estos 2 actores que mantuvieron la amistad a lo largo de los años y, siempre ha corrido el rumor, de que Glenn estuvo enamorado de Rita durante toda su vida.
Compartieron escenas en 4 películas más, pero nada comparable al terremoto que supuso esta película recién acabada la IIGM.
9.- Walter Matthau (1/10/1920) & Jack Lemmon (8/2/1925)
Walter nació en 1920 en Nueva York y, como muchos actores, empezó su carrera en Broadway y la televisión. En la segunda mitad de los años 50 desembarcó en el mundo del cine y, aunque sus inicios iban ligados a papeles dramáticos, su unión con Billy Wilder fue la que lo convirtió en la personificación del humor sarcástico, casi siempre junto a Jack Lemmon. Ganó 1 Oscar y fue nominado 2 veces más, aunque su vida siempre ha ido unida a la cantidad de dinero que perdió apostando.
Jack nació en 1925, ha sido 8 veces nominado al Oscar, de los que ganó 2, y es uno de los actores más respetados de su generación, combinando una cantidad de personajes abrumadora en una carrera absolutamente espectacular.
Pero debíamos elegir una pareja masculina, referente absoluto de la comedia más allá de los dúos cómicos (Abbott y Costello, El Gordo y el Flaco, Jerry Lewis y Dean Martin…), y no he tenido ninguna duda en girar la mirada hacia ellos. Protagonistas de algunas de las comedias más divertidas de Billy Wilder y unidos en más de media docena de ocasiones, siempre quedará para el recuerdo el inocente ciudadano medio y el socarrón buscavidas, y esos no son más que Jack y Walter.
“La extraña pareja” de Gene Saks (1968):
Adaptación de una obra de Broadway, que fue un éxito, y que Gene Saks, director que vivió sus momentos de gloria en la década de los 60, trasladó a la gran pantalla bajo el amparo de Paramount. La acción presenta a Felix Ungar (Jack Lemmon) vagando por Manhattan con la intención de suicidarse ante su inminente divorcio. Sus amigos están jugando la tradicional partida de póker semanal en casa de Oscar (Walter Matthau) y se enteran de la separación poco antes de que Felix aparezca por allí. Las situaciones cómicas generadas en la casa son desternillantes, con una pareja en estado de gracia, creando una química que ya habían encendido para Billy Wilder y explotaron 6 veces más a lo largo de los años.
El guión, de Neil Simon, autor de la misma obra teatral, es una auténtica delicia, repleto de frases para el recuerdo y de situaciones repletas de comicidad. Las partidas de póker son un compendio de humor entre sudor, humo y comida basura (¿no irás a comerte eso?). Además se nutre de una música que, todavía hoy, recordamos cosida a la película y la sonrisa que nos obliga a mostrar solo al oír los primeros compases. Y por otro lado, aprovecha al máximo a los secundarios, dándoles el protagonismo necesario en los momentos necesarios para hundir el dedo en la comedia. Larry Haines está excepcional como el sarcástico Speed, Herb Edelman fantástico como el coherente policía, John Fiedler como el responsable marido que siempre va pegado a su esposa, y David Sheiner siempre mirando por encima de las gafas como Roy, dejando la parte final para las hermanas periquito encarnadas por Carole Shelley y Monica Evans como Gwnedolyn y Cecily. Una de las cumbres de la comedia que llegó a contar con 2 nominaciones al Oscar y, todavía hoy, sigue arrancando las risas de nuestra vida.
¡Son lingüini!
10.- Marcello Mastroiani (28/9/1924) & Sofia Loren (20/9/1934):
Se llevaban 10 años de diferencia, pero fueron la pareja más reconocida y emblemática del cine italiano. Él nació en 1924 y ha trabajado con todos los directores más importantes de su país y alguno de los más respetados fuera de él, creando junto a Sofía una de las parejas definitivas del cine europeo. Estuvo 3 veces nominado como Mejor actor, aunque nunca lo ganó.
Hace pocos días que ha cumplido 90 años la actriz más conocida a nivel mundial que surgió de la bota italiana. Tras ganar varios concursos de belleza, fue el productor Carlo Ponti el que la lanzó en el mundo del cine. Su filmografía es muy extensa y llegó a ganar 2 Oscar, compitiendo con Anna Magnani como la mejor actriz de su país. Su reconocimiento internacional le llevó a trabajar también en Estados Unidos, con grandes directores y compañeros de reparto, pero fue su unión con Marcello la que, todavía hoy, quedó grabada en la retina de los espectadores.
“Matrimonio a la italiana” (1964) de Vittorio De Sica:
Siempre he pensado que Rossellini o De Sica me han llegado mucho más que Fellini o Visconti, aunque la prensa opte por estos cuando habla del cine transalpino. Aquí llegamos a uno de los ejemplos perfectos, que vuelve a unir a Loren y Mastroiani. Superaron la decena de títulos juntos, pero puede ser este uno de los más recodados. Mimi (Marcello Mastroiani) es un hombre adinerado que frecuenta un burdel en Nápoles, y allí conoce a Filomena (Sophia Loren), una joven que trabaja allí durante la II GM para ganarse la vida al estar sola en el mundo. La postguerra, los engaños, la dureza de la vida en la ciudad, la familia…, todos los problemas que van saliendo en la vida de los 2 protagonistas para acabar 20 años después con la cuadratura del círculo.
De Sica ofrece uno de los frescos del famoso neorrealismo italiano en clave de comedia, tocando varios de los puntos señalados en la vida de un italiano, la religión, la familia, el deseo, sirviendo el sur como epítome de todo ello.
Puede que no sea la mejor película de ninguno de los 3, ni de Sophia, ni de Marcello ni de Vittorio, pero los 3 juntos logran una comedia costumbrista deliciosa.
11.– Paul Newman (26/1/1925) & Joan Woodward (27/2/1930):
Paul nació en 1925 y, tras pasar por la Armada estadounidense durante la II GM y el Actor’s Studio, dicen que la muerte de James Dean le abrió un panorama que estaba reservado para él. A partir de la segunda mitad de los años 50 su figura encarna alguno de los personajes más emblemáticos y fuertes de Hollywood. Llegó a estar 10 veces nominado al Oscar, ganándolo por una de sus interpretaciones más mediocres, justo después de recibir uno honorífico por toda su carrera.
Joan nació en 1930 y, desde la universidad, rápidamente se dedicó a la interpretación. Pasó por producciones teatrales y concursos de belleza, pero a mitad de los 50 ya se metió de lleno en el cine. Estuvo 4 veces nominada al Oscar, ganando 1 mucho antes que su famoso esposo. El matrimonio con Newman la alejó del estrellato cinematográfico al que estaba destinada, pero llegó a compartir pantalla con él una decena de veces y fue la protagonista de varias de las películas que dirigió la mirada azul de Hollywood.
“El largo y cálido verano” de Martin Ritt (1958):
El matrimonio formado por Paul Newman y Joan Woodward compartió trabajo en más de una decena de películas, incluso Paul la hizo protagonista cuando pasó al otro lado de la cámara, pero fue aquí donde todo empezó. Esta adaptación de los relatos de William Faulkner para la 20th Century Fox bajo el mando de Martin Ritt puede que sea mi favorita de dicha colaboración. La cantidad de dramas ambientados en el sur norteamericano de esa época siempre la escondió y su semejanza a “La gata sobre el tejado de zinc”, del mismo año, como drama familiar de un terrateniente sureño con un par de hijas y sus herederos como objetivo final la entierran entre la filmografía de su director o protagonistas.
Aquí vemos a un joven que vaga por los pueblos del sur buscando un trabajo que le permita huir de las acusaciones de pirómano que arrastra. Ben (P. Newman) llega a la propiedad de Will Varner (O. Welles) de la mano de sus hijas Clara (J. Woodward) y Eula (L. Remick), enfrentándole a su hijo Jody (A. Franciosa) y a su desmesurada ambición. El calor, la tensión, el drama, el patriarcado sureño, el poder, la familia…, todo desemboca en una historia repleta de caracteres muy fuertes y una marca de la que es muy difícil desprenderse.
Martin Ritt, que volvería a contar con Newman en varias ocasiones más, cuenta con un texto poderoso y un elenco espectacular con Paul, Joan, Orson, Lee Remick, Angela Lansbury, Anthony Franciosa y un ambiente asfixiante protagonizado por el calor, el sudor y fuego imperante en el verano de Mississippi.
12.- Richard Burton (10/11/1925) & Elizabeth Taylor (27/2/1932):
Nacido en 1925 y con una precoz carrera teatral en la escuela, Richard es reconocido por su profunda voz y como uno de los mejores actores de su generación, llegando a estar 7 veces nominado al Oscar. Su carrera cinematográfica y teatral es muy notable, pero pasó a los grandes titulares por su relación con Liz Taylor durante el rodaje de “Cleopatra” en 1963.
Elizabeth nació en 1932 y en su juventud, en los años 40, ya era reconocida como prometedora actriz de Hollywood, siendo protagonista en varios films de la saga Lassie junto a su amigo Roddy McDowall. En los 50 ya se convirtió en un referente de la interpretación y protagonizó varias cintas muy reconocidas, aunque su unión a R. Burton en los 60 la hizo acaparar todos los focos, tanto profesionales como personales.
Juntó a él interpretó unas 10 películas, aunque puede que, si nos limitamos a la actuación, sea esta mi favorita.
¿Quién teme a Virginia Woolf” de Mike Nichols (1966):
Debut de Mike Nichols en la dirección, responsable de una serie de películas realmente notables en su filmografía, que juntó a 2 de las estrellas más rutilantes del momento como Liz Taylor y Richard Burton para adaptar uno de los textos teatrales más destructivos y dramáticos. Martha y George son un matrimonio que vive en un campus universitario porque él es profesor y ella la hija del decano. Tras salir de una fiesta acuden a su casa con la intención de continuar la jarana con uno de los nuevos profesores contratados y su esposa. El grado de alcoholemia, insultos y maltratos psicológicos no para de aumentar durante toda la noche creando un clima insostenible y una lucha constante de egos y secretos.
Ganó 5 premios Oscar (Liz como Mejor actriz y Sandy como Mejor actriz secundaria entre ellos) de las 13 nominaciones que gozó (incluido Nichols como Mejor director) y convenció a la crítica del poder interpretativo de ambos protagonistas, más allá de los escándalos en la prensa rosa. La fuerza con la que Taylor y Burton recubren a sus interpretaciones es tan real como la miseria y frustración que sale de sus actos. El alcohol libera la lengua, pero el verbo hiere hasta lo más hondo y hace sangrar el espíritu de todos los presentes, y Mike Nichols sabe plasmarlo de manera sobresaliente en la gran pantalla, siendo responsable de uno de los dramas personales más devastadores de la historia del cine.
13.- Rock Hudson (17/11/1925) & Doris Day (3/4/1922):
Recordado popularmente por ser la imagen conocida que dio a conocer a nivel mundial la pandemia del SIDA, Rock Hudson es un actor que fue convenciendo con su trabajo al gran público y a la crítica. Trabajó con grandes directores como George Stevens, Howard Hawks, Douglas Sirk o Delbert Mann, siendo emparejado con grandes estrellas femeninas como Liz Taylor, Jane Wyman o Doris Day. Estuvo nominado 1 vez al Oscar a Mejor actor y ha protagonizado alguna de las mejores películas del cine clásico como “Gigante”, “Solo el cielo lo sabe”, “Escrito sobre el viento”, “El último atardecer” o “Su juego favorito”.
Doris Day inició su reconocimiento profesional como cantante, pero en los años 50 ya iba siendo reconocida como una gran actriz de comedia, aunque es muy reconocida en grandes cintas de maestros como Alfred Hitchcock en “El hombre que sabía demasiado”, Norman Jewison en “No me mandes flores” o Michael Curtiz en “El trompetista”, aunque es su lado cómico el que más recuerda el gran público. Su unión con Rock Hudson dejó varias películas notables del género, pero puede ser esta mi favorita.
“Pijama para dos” de Delbert Mann (1961):
Delbert Mann es el responsable de grandes éxitos como “Marty” o “Mesas separadas”, y es el elegido para dirigir la que considero mejor película que juntó a Rock Hudson y Doris Day, enfocando la comedia romántica dentro del estresante mundo de la publicidad en la Avenida Madison de Nueva York. Carol Templeton llega a una gran agencia de publicidad intentando firmar clientes con campañas de publicidad trabajadas, pero pierde grandes clientes por culpa de Jerry Webster que conquista a los usuarios con fiestas, mujeres y toneladas de alcohol para la competencia. La imagen puritana y tradicional de Carol se enfrenta a la festiva y sin complejos de Jerry, enfrentándolos para hacer que el romance cuadre en la lucha por los contratos.
La sátira se impone desde el principio y consigue que fluya consiguiendo que la gente la recuerde como una de las comedias románticas que mejor presentan la lucha de sexos en el mundo laboral, con 2 actores que representan perfectamente la imagen de los prototipos que muestran al público.
14.- Woody Allen (30/11/1935) & Diane Keaton (5/1/1946):
No podía escribir este artículo sin incluir alguna de las parejas que Woody formó en su vida cinematográfica. Podía elegir a Louise Lasser, compañera en alguna de sus primeras películas, Mia Farrow, protagonista en una docena de títulos repleta de joyas, o cualquiera de sus actrices fetiche como Diane Wiest, Scarlett Johansson o Emma Stone, pero la imagen de Allen como actor va aparejada a Diane Keaton para mí. Se conocieron en el teatro, pero en los 70 ya unieron sus figuras, tanto interpretativamente como sentimentalmente. Rodaron varios films juntos, empezando por “Sueños de un seductor” de Herbert Ross, y se convirtió en su intérprete femenina preferida, responsable de las mejores cintas de esa época como “El dormilón”, “La última noche de Boris Grushenko” o “Manhattan”, pero puede que “Annie Hall” fue la que cambió la carrera del cómico de Brooklyn. Años después retomaron la relación artística en “Misterioso asesinato en Manhattan”, pero Diane siempre será Annie.
“Annie Hall” de Woody Allen (1977):
Escrita junto a Marshall Brickman, ganó 4 de los principales Oscar y encumbró a su director a una categoría por encima de cualquier valoración personal, considerando sus trabajos como “una película de Woody Allen”.
Alvy (W. Allen) es un humorista sarcástico, neurótico y con una visión fatalista de la vida, que conoce a Annie (D. Keaton) y, con un gran flashback, recuerda su relación con ella y la vida que compartió a su lado, con un humor fresco y un poso irónico. Su inicio con un primer plano suyo, dirigiéndose a la cámara, mirándonos de frente, y contando un par de chistes que identifiquen su visión vital, supuso un impacto novedoso y dio a la palabra la importancia que merece en su obra. La imagen de Annie con esa ropa tan particular y personal, el recorrido por la gran manzana, o la presencia de actores secundarios recurrentes en su cine como Tony Roberts o en la parte inicial de su carrera como Christopher Walken, Shelley Duvall o Jeff Goldblum, convierten la película en una delicia constante en su hora y media.
Empezar así no está al alcance de cualquiera: Unas señoras están en un hotel de alta montaña y dice una “vaya, la comida es realmente terrible”. Contesta la otra “Sí, y además las raciones son tan pequeñas”.
15.- Kenneth Brannagh (10/12/1960) & Emma Thompson (15/4/1959):
El último año al que recurrimos es 1960 porque nació Kenneth Brannagh, un tipo que sembró de esperanzas clásicas el cine británico con su trabajo como actor, director, guionista y productor que recuperó a William Shakespeare para el gran público. Surgido de la Royal Academy of Dramatic Art puso a público y crítica de acuerdo en sus esperanzas. Ha estado 8 veces nominado al Oscar en diversos apartados (actor, director, guionista, cortometrajista, productor), ganando 1 por el Mejor guión original de “Belfast”.
Emma Thompson es hija de otra reconocida actriz británica, Phyllida Law, y logró su mayor reconocimiento tras su matrimonio con Kenneth y sus trabajos juntos. Al poco ya había logrado obtener un nombre propio al aparecer en varias películas de reconocido prestigio como “Regreso a Howards End”, “Lo que queda del día” o “En el nombre del padre”, y la separación de Brannagh no ha hecho más que confirmar el gran talento que tenía. Cuenta con 2 Oscar, uno como actriz y otro como guionista, además de 3 nominaciones más, pero su imagen va unida a 30 años de cine de calidad.
“Mucho ruido y pocas nueces” de Kenneth Brannagh (1993):
Los inicios de Kenneth Brannagh en la dirección fueron sobresalientes, recuperando la tradición shakesperiana del cine británico, con Lawrence Olivier como referente, y adaptaciones como “Enrique V” o “Hamlet” están entre lo más notable de ello. Su aparición en otras cintas como el “Othello” de Oliver Parker o sus comedias de tradición teatral como “Los amigos de Peter” o “En lo más crudo del crudo invierno” no paraban de sembrar semillas de esperanza en una carrera destacada. En “Mucho ruido y pocas nueces” abordaba otro enredo romántico de William Shakespeare rodeado de un reparto alucinante y un ritmo repleto de comicidad que aligeraba la acción de manera sublime. Acompañado de parte de su troupe habitual, como su entonces esposa Emma Thompson, Imelda Staunton, Phyllida Law, Richard Briers o Brian Blessed, unió estrellas del otro lado del Atlántico como Denzel Washington, Michael Keaton, Keanu Reeves, Kate Beckinsale o Robert Sean Leonard, en esta comedia de enredos amorosos en Sicilia, adaptación de una de las comedias de Shakespeare menos reconocidas. La jovialidad y energía positiva que se respira en toda la filmación nos conquistan por completo, donde la poesía, las traiciones y los amores van siempre en la dirección adecuada.
El cine más reciente ha dejado otras parejas que han trabajado juntos en múltiples ocasiones, como Ben Stiller y Owen Wilson (11), Kevin Bacon y Kyra Sedgwick (10), Matt Damon y Ben Affleck (8), Sean Penn & Robin Wright (7), Vincent Cassel y Monica Bellucci (7), Johnny Depp y Helena Bonham Carter (6), William H. Macy y Felicity Huffman (6), Tom Hanks y Meg Ryan (4), Warren Beatty y Annette Beaning (4), Joaquin Phoenix y Rooney Mara (4), pero no podemos comparar el cine actual con el cine clásico y, aunque he metido un par de parejas más actuales por gusto propio, no creo que podamos encontrar nada igual a nivel de calidad y cantidad.
Espero que te haya gustado y te incite a recuperar alguna película olvidada o te obligue a descubrir alguna otra que no conocías. Como siempre, gracias por leer.
Para Zoe
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