The Apprentice es un film canadiense dirigido por el iraní Ali Abbasi (Border, Holy spider) que narra el ascenso de Donald Trump en el mundo empresarial del Nueva York de los años 70 y 80. No deja de ser curioso que ni el capital ni el director de esta película sean de Estado Unidos. Por algo será.
Sebastian Stan encarna a la perfección a un joven Donald Trump un tanto pardillo, ansioso por destacar como el segundo hijo de una acaudalada familia. Su encuentro con Roy Cohn, interpretado magistralmente por Jeremy Strong, es crucial en su transformación a implacable tiburón de los negocios. Cohn, un abogado despiadado, inculcó en Trump sus tres principios fundamentales: atacar siempre, negarlo todo cuando te pillan y nunca admitir la derrota. Estos mandamientos fueron su estrategia para escalar posiciones en el despiadado mundo inmobiliario neoyorquino y le han llevado hasta La Casa Blanca (dos veces). The Apprentice nos narra de manera sólida y con buen ritmo cómo Trump aprendió a usar el capitalismo para enriquecerse sin escrúpulos. Así, su falta de empatía y su desmesurado ego toman el control arrasando con todo atisbo de humanidad.
La ambientación de la decadente Nueva York de los setenta y ochenta está muy lograda, me gustó mucho esa fotografía con mucho grano que imita la estética de las cintas de VHS de la época, sumergiendo al espectador en una era donde la corrupción y la falta de escrúpulos eran moneda corriente (tampoco es que la cosa haya cambiado mucho). Sin embargo, la película no se limita a una crítica unidimensional de Trump. Abbasi humaniza al personaje, mostrando sus vulnerabilidades y la constante lucha por superar sus complejos. Ali Abbasi es un buen director aunque creo que esta historia hubiera sido ideal para Scorsese. Lo que no se puede negar es el valor de todos los que han participado en esta película, hay que ser muy valiente o un inconsciente para incomodar al hombre más poderoso de la tierra. Ali Abbasi ya ha tenido problemas con el poder y la censura en su país natal y parece que no le importa seguir incomodando al poder. Necesitamos más cineastas incómodos y menos remakes y chorradas de super héroes.
En conclusión, The Apprentice es un recomendable film sobre la figura de Donald Trump.
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