Aprovechando que este año he decidido no ir de festivales y centrarme en los conciertos cercanos de la zona, tengo tiempo para escuchar la cantidad de discos que nos van llegando y descubrir nuevas bandas, que es de lo que va la cosa. Las bandas ya veteranas tienen un público y saben que su disco se va a escuchar, lo citen o no en los medios, pero otras bandas sí que necesitan un buen apoyo para asomarse en este extenso mundo, aún más grande debido a las tecnologías y algoritmos que nos rodean, donde no importa lo bueno o malo que seas, sino la cantidad de seguidores que tengas.
En esta ocasión me llega el nuevo trabajo de los canadienses Valfreya, provenientes de la francófona Montreal, en Canadá, que apuestan desde 2009 por mezclar el Black y el Death con una atmósfera sinfónica. Su EP debut fue “First Chronicles” en el 2010 al que siguió su primer LP “Path To Eternity” en el 2012 y otro EP, “Acoustic Chronicles” en el 2013. Unos años más tarde llegó su segundo LP “Promised Land” en el 2017, seguido del EP “Acoustic Chronicles Part II” en el 2019. Y ahora nos llega este “Dawn Of Reckoning”.
Después de unos cambios en sus integrantes este año, Valfreya está actualmente formada por la vocalista de guturales y voces limpias Corinne Cardinal (aunque en los anteriores discos de la banda se hacía llamar Korrinn o Crook), el guitarrista y coros Daniel Simard (aparecía en los anteriores discos con el pseudónimo Graz’zt), el guitarrista Érik Grenier, el nuevo bajista Julian Vargas, que ha entrado recientemente en la banda tras la salida de Anis Balti que participó en la grabación del disco que estamos tratando, la violinista Eva Doucet De Leon que ha sustituido a la anterior violinista Maude Théberge que también grabó el disco, y cerrando el sexteto el baterista Jérémy Racine, el cual aparece en algunos discos de la banda con el apodo Donnar.
En la foto promocional del grupo solo aparecen Daniel Simard, Érik Grenier, Corinne Cardinal y Jérémy Racine. Menudo lío, ¿no?
El disco ha sido producido por la propia banda, y Christian Donaldson ha sido el responsable de la mezcla y la masterización. La ilustración del disco es obra de Alex O’Dowd. Fue lanzado el pasado 24 de mayo.
“Dawn Of Reckoning” es un disco conceptual donde toda la temática gira en torno a la ira de la diosa Hel que juega un papel metafórico de una justicia fatal hacia una humanidad culpable. Esa ira está plasmada en las letras de las 10 canciones que componen el disco, acompañadas por un cúmulo de sinfonías oscuras gracias a las guitarras y el violín, que combinan estupendamente acompañados de los coros épicos y el amplio registro vocal que posee Corinne Cardinal.
En este disco nos vamos a encontrar temas muy intensos en el ritmo y ese juego de voces que tiene la propia Corinne como en el sencillo “The Rise”, que podéis visualizar como video lyric, o en “The Fate”. También hallamos partes tranquilas para disfrutar del virtuosismo en el uso de las cuerdas en las guitarras y el violín que podemos apreciar en “Warcry”. A destacar las orquestaciones que rodean el trabajo de la banda, realizadas por el propio grupo como las introducciones de “The Fall” o “Equilibrium” y sobre todo el tema instrumental que da título al disco, y que es lo primero que podemos escuchar si seguimos el orden que viene en el disco.
Al venir de zona francófona de Canadá, tenemos también canciones cantadas en francés con alguna parte en inglés siendo los temas “Le Periple”, “Equilibrium” y en el que cierra el disco “Reus Es”, como ya hicieran la extinta banda francesa Anorexia Nervosa.
Listado de las canciones:
Dawn Of Reckoning.
The Rise.
Warcry.
The Fate.
The Fall.
Equilibrium.
The Fallen Kings.
A New Era.
Le Periple.
Reus Es.
Un buen disco de esta banda que lucha por hacerse un hueco con una apuesta musical muy interesante, y esa riqueza sonora que aporta el violín dentro de la propia banda, como ya les pasa a otras bandas fuera del folk metal, pudiendo nombrar a The Sins Of Thy Beloved o Ne Obliviscaris entre otras muchas.
Las cosas positivas que tiene este disco es la poderosa voz de su cantante, aunque tanto abuso puede pasar factura, y sobre todo en los directos seguro que necesitará un refuerzo, debido a que carga todo el peso sobre su garganta.
En lo negativo es que todas las canciones se parecen bastante entre sí una vez entra la parte eléctrica de la banda, sin un factor que las diferencie entre ellas, lo que puede hacerte perder el gusto de escucharlo entero, aunque el sonido de la banda ha mejorado bastante de su anterior trabajo “Promised Land”.
Y no puedo dejar de nombrar que tanto refuerzo orquestal está muy bien en el disco, pero a la hora de defenderlo en los directos, tenemos que apoyarnos en llevarlo grabado para que suene igual que el disco, que es lo que todos queremos ver y escuchar cuando una banda gira.
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