A la vez que surgen callos en las manos y canas en el pelo, uno se va dando cuenta de que no existe necesidad de perderse en rodeos o tratar de emular ser otro para decir lo que se pretende, por miedo a salirse no ya del patrón auto establecido, sino de aquel donde nos han alojado las circunstancias externas. Puede ser el caso de esta «Evolución» de Hendrik Rover y Los Deltonos, como se deducen de sus propias palabras, y es que este nuevo disco enlaza a la perfección con aquel proyecto denominado Hank que aglutinó todas las influencias del power pop y rock indie de los 90 cuando este salió al fin a la luz y que probablemente por desligar del rock de motor de Los Deltonos y sus canciones de músculo guitarrero. Ahora con el tiempo, recuperando aquel espíritu, no hace falta andarse con medias tintas ni colocar máscaras, tan solo la carne en el asador. Desconozco si Hendrik y compañía han vuelto a desempolvar con más frecuencia de la habitual sus discos de Lemonheads o Posies -y ojalá de Los Hermanos Dalton-, además no les apetecía rescatar el viejo proyecto y si trasladarlo a su banda madre.
El caso es que han decidido rescatar canciones de aquellos días de Hank y presentarlos en público, facturando un disco que se aleja de esos efluvios de blues eléctrico y callejero marca de la casa y aunque el músculo sigue presente, esta vez han sabido o querido moderarlo para que no se convirtiese en el motor que moviese este disco. Melodías en primer plano, canciones, sobre todo canciones, que es lo que mejor saben hacer esta gente por encima de las etiquetas que les pretendas adjudicar en tiempo y modo. Sigue habiendo referencias blues como en «Como yo», y potencia como en la canción que da nombre al disco, porque los viejos hábitos nunca se pierden, pero no es el hilo conductor de «Evolución», ya que en general las guitarras tienen otro tratamiento, otra forma de aglutinar protagonismo, rememorando los mejores tiempos del power pop de una de las décadas más idolatradas por una generación de rockeros que comienzan ya a acumular años en el maletero.
Diez canciones que a fin de cuentas no terminan de desentonar en el estilo al que nos tienen acostumbrado, porque quieras o no, siempre terminas identificando al viejo diablo del rock and roll escondido en algún rincón, pero si es cierto que canciones como «Ya quisieras», «Solo un cable» o «Arte y ensayo» abren las ventanas para que la brisa de las melodías y los riffs marcados a fuego entren en casa y se hagan parte de nuestras vivencias. «Evolución» es un disco que debe de abrir el apetito a todo aquel que tengo un poco olvidado aquellos años y además invita a rescatar los dos discos que a final de los 90, Hendrik grabase bajo la fórmula de Hank, como una perfecta trilogía que une pasado y presente para engrosar las filas inolvidables del futuro. Los Deltonos siguen siendo, de una manera u de otra, una de las bandas que de mejor manera saben afrontar el rock en estos tiempos complicados para las guitarras.
0 comentarios