Sí, otro disco de 2023 y no me acabo de centrar en este 2024 en tanto en cuanto a novedades discográficas reseñadas por aquí. Al menos sé a ciencia cierta que los discos que se pasan en estos tiempos por aquí son jodidamente recomendables… y encima de nuestro producto nacional.
STEREOZONE se han convertido en estos meses en una banda fundamental para un servidor, como los Corazones Eléctricos, Frank Suz, The Von Dread’s o Fronkonstin entre muchos otros del panorama levantino. Tienen en su poder desde mediados de octubre del pasado 2023 un disco redondo, el que más y mejor les representa de sus cinco producciones, ese en el que han traspasado sus propios límites (lo de su paso al castellano ya quedó superado) de una forma espontánea y fresca, ese que les ha permitido abrirse a un abanico de posibilidades infinito sin perder su esencia. Puedo decir que los de Algemesí han conseguido definitivamente ‘el sonido Stereozone’. Así es Todo Mal…
Sí, con este disco vas a ‘Querer Enloquecer’…
De buenas a primeras, en las primeras escuchas, sorprende esa frescura en ideas, melodías y estribillos que tiene todo el tracklist, hasta da la impresión de ser, si no ya un primer disco, un segundo con una declaración de intenciones bien clara y focalizada, liberada de prejuicios estilísticos y sin miedo a ‘parecer’ más accesibles de a lo que nos tenían acostumbrados. El productor Dani Vallés ha tenido su peso para potenciar, asesorar y pulir las ideas y el concepto de la banda para este disco.
Centrándome ya en el tracklist, nos encontramos con un disco redondo, el ‘100%’ que le he puesto no es, ni mucho menos, gratuito, ni un bajón en intensidad o en composición, todo encaja, de hecho, las canciones están conectadas entre sí sin segundos de por medio, como todo se correspondiese con una obra conceptual de principio a fin dedicada a hablar de las miserias de la vida, de rupturas y desengaños sentimentales bien jodidos y decepciones vitales. «No Llego» ya sorprende desde el inicio con ese protagonismo de la electrónica sobre las guitarras para hablarte de lo jodido que es encontrarse sólo y sentirte culpable sin razón alguna. Primer guiño a las armonías vocales Staley/Cantrell. «Todo Mal» es una cucada, primer guiño clarísimo a Queens Of The Stone Age con esa cadencia Robot Rock de las guitarras y esa aportación a los vocales de la Carbonell. «Querer Enloquecer» sigue explotando la disciplina ‘Homme’ en un corte lleno de intensidad rítmica y estribillo irresistible.
«Intocable» es un punto de inflexión en el sonido Stereozone, los toques electrónicos vuelven a primer plano, pero la incursión de vientos y ritmos ska le dan una frescura inusitada para una banda que siempre ha mamado del Stoner y el Grunge. Experimentación bien entendida sin perder en intensidad ríffica y músculo. «Salvaje» vuelve a plantear ese sentimiento de culpa provocado por las inseguridades de otr@s y cómo romper ese estado inducido y ser tú mismo (‘… abriste bien los ojos, caíste en la cuenta al fin, el sol te liberó…‘). Gran tema y enorme interpretación vocal de Pepe con excelente ‘solo’ de Charlie y brutalísima ‘grand finale’ en la sección rítmica.
El tracklist no para de ofrecer sorpresas y subidones, arriba «El Diablo», uno de los cortes más pegadizos e intensos del álbum, hard rock alternativo 90’s de manual con unos riffs afilados como putas cuchillas. Turno para «El Viento», otro corte experimental, con punteos funkys, muy Incubus de los principios si me lo permiten. Estamos delante del mejor estribillo del disco, pura frustración sentimental. Sin duda alguna. «Muérdelo» va un poco por esa línea, con varias capas de guitarras, un bajo funk y el excelso cameo de Carlos (51 Grados). «Ayer y Hoy» es el tema ‘afectado’ y baladístico del álbum, oscuridad, conclusiones emocionales vistas en perspectiva…
El tramo final apuesta por el Rock Alternativo y el Stoner Grunge sin dejar la experimentación. «Todo Bien» entra como un cañón, no se queda ni muchos menos corto el trallazo Stoner Punk de «Carolina Reaper» y la gran finale con «La Sed» con otro claro guiño a los vocales ‘a la Alice In Chains’ y una atmósfera densa, distorsionada y apestando a 90’s por los cuatro costados.
En conclusión, diré, a título personal, que estoy delante de otro disco del que me está costando mucho desprenderme de él, musical y líricamente, de ahí que haya tardado tanto en teclear mis impresiones. Todo Mal deja huella, te lo aseguro…
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