“Operaciones Especiales: Lioness” es otro producto más de la factoría Taylor Sheridan para Paramount tras sus exitosas 5 temporadas de «Yellowstone», sus dos “spin off” «1883» y «1923» o «Tulsa King». En esta ocasión el guionista americano nos sumerge en un programa militar estadounidense donde miembros del ejército deben infiltrarse en grupos terroristas para conseguir información para acabar con sus líderes.
Una serie de menos a más pues tarda un tanto en arrancar pero sus últimos episodios son brillantes, llenos de acción y con unas connotaciones no del todo positivas para los marines aunque el tono, como en casi todo lo narrado por Sheridan no deja de alabar a su país y su modo de vida. Le ha sucedido a lo largo de su trayectoria pero suele quedar ese punto “patriotero” eclipsado por su enorme brillantez con la pluma (no olvidemos sus antológicos guiones para “Sicario”, “Comanchería” e, incluso, “Wind River” y “Aquellos que desean mi muerte”).
Una historia de marines, gente dura y arreglos a golpes con un importante cambio de paradigma en lo que suelen ser estos argumentos pues el trío protagonista es femenino. Y las tres mujeres funcionan en su conflicto interno. Por un lado tenemos a la jefa de operaciones que no duda en infligir el mayor daño y la mínima compasión a su pupila buscando crear una máquina sin sentimientos que no erre ni sea descubierta en su misión mientras observa como descuida su matrimonio y a su problemática hija adolescente (maravilloso final cuando rompe a llorar desconsolada al terminar el trabajo), por otro a la marine, una ex atleta que cayó en el mal camino, novia de un narco de “poca monta” que la humilla y golpea. Consigue huir de ese mundo alistándose en el ejército y se volverá una “salvaje despiadada” con todos sus compañeros, llegando a tener demasiado afecto con la hija del líder terrorista. Y esa hija será el tercer punto del eje. Una joven millonaria árabe a la que van a casar a la fuerza y que con la infiltrada conocerá un amor que pensaba imposible para ella, sabiendo que es imposible por su compromiso y los ideales de su religión y su familia.
Y una vez que la historia está presentada y conocemos bien a los personajes, la trama avanza de forma convincente, con cierto suspense y algo de crítica al poder que juega con las vidas de sus compatriotas en aras de mejorar acuerdos petrolíferos o justificaciones de política exterior. La jefa duda entre anteponer la educación de su hija o la marine buscando un sentido a su trabajo (genial su discurso final sobre cómo crear futuros terroristas con los hijos de algún familiar asesinado).
Se suma un reparto convincente en el trío protagonista con una extraordinaria Zoe Saldaña en un papel que parece escrito para ella, junto a una Laysla De Oliveira que nos trasmite la relación amor- odio con sus superiores, la desconfianza hacia ella misma y el martirio entre ser y deber ser y Stephanie Nur, una niña rica que vive en una burbuja sin saber del todo de donde proviene la fortuna familiar. Los secundarios también funcionan, sobre todo Michael Kelly en un papel que nos recuerda al de «House of cards» y Morgan Freeman, bastante menos Nicole Kidman que resulta más increíble.
“Operaciones Especiales: Lioness” no es, ni de lejos, lo mejor escrito por Taylor Sheridan pero aun con sus defectos es un producto que no deja de tener interés y relevancia.
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