¿Qué se puede esperar si se unen los talentos de Taylor Sheridan y Terence Winter? Pues exactamente lo que nos ofrece “Tulsa King”. Y es que casi nadie puede dudar del genio como guionista de la gran estrella de SkyShowtime como es Taylor Sheridan que huye del “Universo Yellowstone” con el autor de buena parte de los “libretos” de “Los Soprano”. Dos series referentes si hablamos de obras maestras televisivas.
“Tulsa King” nos presenta a uno de esos mafiosos duros, sin problema para hacer daño pero con un sentido del honor y la camaradería que hace empatizar al espectador con sus ilegales acciones. Un “gangster” que sale de prisión tras veinticinco años preso por no develar detalles de su familia y que es relegado por la “famiglia” a la inhóspita Tulsa, ya que en Nueva York no hay nada para él. Con métodos del pasado se convierte en un “capo” en Oklahoma aunque tendrá peligrosos rivales en una banda supremacista y los nuevos miembros mafiosos que quieren acabar con él por una absurda “vendetta”. A partir de ahí, se entremezclan la acción, el humor y en cierto modo la ternura en un hombre que quiere volver al pasado. Un pasado lejos de la realidad que dicta el presente.
Y ahí se nota ese toque nostálgico que ejerce Sheridan a sus obras. Una mirada positiva al pasado como lugar mejor que llegaba al paroxismo con la frase de Kevin Costner como aspirante a gobernador de Montana en “Yellowstone”: “-represento lo contrario al progreso pues quiero que se quede todo como está-“. En este caso tenemos a otra vieja gloria como Sylvester Stallone en un papel que le va “como anillo al dedo”. Su Dwight Manfredi es un septuagenario que demuestra que las cosas pueden salir mejor haciéndolas a la antigua usanza. Vistiendo elegante, escuchando mejor música y con métodos violentos y expeditivos. Y a ello ayuda Terence Winter que nos vuelve a ofrecer sensaciones ambiguas para el espectador en su tratamiento del mundo de la mafia, con códigos morales dentro de sus delincuenciales actividades que consiguen que podamos entender que el anciano “General” sea todo un seductor, lo mismo que sucedía con Tony Soprano.
Y además del buen guion y ese elogio al mundo pretérito y a lo rural frente a las grandes urbes como modo de vida más puro tenemos unos personajes que funcionan, comenzando por Stallone que consigue que una banda de perdedores mejoren su situación, tanto los “fumados” de la tienda de marihuana, como su asistente y chófer o el ex presidiario que regenta el pub frente a las fuerzas de la ley donde tiene un aliado o los villanos encarnados por los “moteros” como por la nueva dirección de su familia mafiosa.
Podemos alegrarnos que “Tulsa King” no vaya a ser “flor de un día” pues ya se ha confirmado una segunda temporada donde seguro que nos van a ofrecer más cosas pues el final abierto cuando todo parece ir bien deja unos cuantos interrogantes. Seguro que nos ofrecen buena dosis de entretenimiento pues sin llegar a los límites de excelencia de “Los Soprano” o “Yellowstone”, “Tulsa King” es gran televisión que demuestra el gran estado de esa “cabeza lúcida” que es Taylor Sheridan que eleva el tono ofrecido en la más discreta «1923» aunque bien es verdad que varía algunos de sus nombres principales (siguen dirigiendo Allen Coulter y Ben Richardson aunque este último no haga la fotografía) no se resiente en su factura formal, cosa que podemos ver en el cambio de banda sonora de Brian Tyler a Danny Bensi y Saunder Jurriaans. Más que recomendable esta primera temporada.
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